¿Qué objetos acompañan el féretro de Isabel II en su funeral?
Sobre el ataúd, tanto en la capilla ardiente como en el funeral, se ubican cuatro objetos que han acompañado a la monarca durante toda su vida al frente de la Corona británica
La muerte de Isabel II ha activado todo tipo de protocolos y ha supuesto el descubrimiento, para numerosas personas, de muchas tradiciones históricas dentro de la Casa Real británica, de las que somos testigos a medida que se llevan a cabo todos y cada uno de los actos estipulados. Fue el pasado 8 de septiembre, cerca de las 18:30 h de la tarde, cuando la reina falleció en el castillo de Balmoral (Escocia), dando lugar a la llamada Operación Unicornio, antes de ponerse en marcha la conocida Operación London Bridge.
Un plan repleto de rituales y homenajes en diferentes catedrales escocesas antes de trasladar el féretro a Londres y comenzar con el procedimiento que se hubiera dado si la monarca hubiese fallecido en esa ciudad. El ataúd con los restos de la reina Isabel II viajó desde Escocia hasta Londres el día 13, en un avión que salió desde el famoso palacio de Holyrood de Edimburgo, donde sus hijos le habían rendido un emotivo tributo, y aterrizó en Northolt poco después.
El día 14 de septiembre tuvo lugar uno de los múltiples actos oficiales celebrados en su honor, para su traslado desde el palacio de Buckingham a Westminster Hall, donde se llevó a cabo la capilla ardiente. Una procesión durante la que cientos de ciudadanos tuvieron oportunidad de despedirse de su reina a lo largo del recorrido y en la que pudimos ver algunos de los históricos e importantes objetos que acompañan al féretro de Isabel II, hasta que finalmente sea enterrada en Windsor, después de su funeral en la abadía de Westminster.
El estandarte real
El más llamativo de estos cuatro elementos y que ha estado junto al féretro desde que pudiéramos verlo públicamente por primera vez es el estandarte real. Hablamos de la bandera personal del monarca en Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte y su representación fuera del país como jefe de Estado.
Una bandera, dividida en cuatro cuadrantes, donde figuran los elementos del blasón de Reino Unido. Tres leones dorados de Inglaterra, el león rojo de Escocia y el arpa real de Irlanda. No hay referencia alguna en este diseño a Gales, que tiene bandera propia reconocida desde 1959, pero es posible que entre los cambios de simbología que se produzcan en el nuevo reinado de Carlos III, se incorpore algún elemento a la bandera que haga referencia a esta zona. El estandarte real es, curiosamente, la única bandera que no ondea a media asta desde la muerte de Isabel II, como sí lo hacen otras por el luto.
Corona imperial del Estado
Sobre el estandarte que rodea el ataúd se sitúa la corona imperial del Estado. Fabricada en 1937 y adaptada para la reina Isabel II en 1953, está adornada con 273 perlas, 17 zafiros, 11 esmeraldas, 5 rubíes y 2.868 diamantes. De esta manera, está valorada en 4,5 millones de dólares, pues se compone de algunas de las joyas más importantes de la Corona, como el rubí del Príncipe Negro, el zafiro de San Eduardo y el diamante Cullinan II.
Es un objeto de valor histórico incalculable, pues la primera vez que pudimos vérsela puesta a Isabel II fue el día de su coronación en 1952, al salir de la abadía de Westminster. Después ha sido utilizada en otros grandes eventos, como las ceremonias de apertura del Parlamento.
Orbe de la soberana
Menos conocido es el orbe de la soberana y, sin embargo, tanto o más importante. Se trata de un objeto que le fue entregado durante su coronación y simboliza el mundo cristiano. Una esfera hueca de oro que data de 1661, adornada con piedras preciosas y que cuenta con una cruz de joyas engarzada que simboliza el valioso papel del monarca en la Iglesia.
Es relevante destacar que los reyes y reinas británicos pasan desde el momento de su coronación a ostentar el título de gobernador supremo de la Iglesia de Inglaterra, lo que demuestra su liderazgo sobre la misma. A pesar de que la autoridad del monarca sobre la Iglesia no es fuerte, el título sigue siendo fundamental y ante todo tiene un sentido simbólico. El gobernador supremo nombra oficialmente a los miembros de alto rango de la Iglesia de Inglaterra con el asesoramiento del primer ministro del Reino Unido, que a su vez es asesorado por líderes religiosos.
Cetro de la cruz
El último de los cuatro objetos que acompañan al féretro de la reina durante su funeral es el cetro de la cruz. Una vara de oro de 92 centímetros, creada en 1661, en cuya parte superior se ubica una cruz con el llamado diamante Cullinan I, conocido como la Gran Estrella de África, que es el segundo diamante más grande del mundo después del Golden Jubilee.
En el extremo inferior, se puede observar una empuñadura con rosas, cardos y tréboles esmaltados. Todo, en su conjunto, simboliza el poder del rey como jefe de Estado, por lo que pudimos vérselo a la reina Isabel II por primera vez en su coronación, portándolo en la mano derecha, como dicta la tradición.
La muerte de Isabel II ha activado todo tipo de protocolos y ha supuesto el descubrimiento, para numerosas personas, de muchas tradiciones históricas dentro de la Casa Real británica, de las que somos testigos a medida que se llevan a cabo todos y cada uno de los actos estipulados. Fue el pasado 8 de septiembre, cerca de las 18:30 h de la tarde, cuando la reina falleció en el castillo de Balmoral (Escocia), dando lugar a la llamada Operación Unicornio, antes de ponerse en marcha la conocida Operación London Bridge.
- Guillermo, Kate y el resto de la familia real reciben el féretro de Isabel II en Buckingham N.Tiburcio
- De Buckingham a Westminster Hall, este es el último recorrido de Isabel II en Londres Sara Castellanos
- Penny Lancaster, mujer de Rod Stewart, policía especial en el funeral de Isabel II Jorge C. Parcero