La escapada de otoño de Máxima de Holanda y su familia a Italia

Aprovechando las vacaciones escolares de otoño en los Países Bajos, sabemos que los reyes de Holanda han viajado en familia a la Toscana. En el país hay un parón escolar, que este año va desde el pasado 22 de octubre hasta este próximo día 30.

De hecho, ni Máxima ni Guillermo tienen apuntado ningún acto en su agenda, hasta el próximo 31 de octubre. Día en el que comenzarán, ambos, un viaje de Estado de tres días de duración a Grecia, hasta el próximo 2 de noviembre.

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Era el pasado día 22, precisamente, cuando se informaba de que el avión presidencial despegaba del norte de Holanda con dirección a la Toscana. Unas horas después, las redes se hacían eco de que, en este receso de otoño, tanto el rey como la reina holandesa aterrizaban en Larciano, en plena Toscana italiana, que pertenece a la provincia de Pistoia. Una pequeña localidad de poco más de seis mil habitantes muy cercana a Florencia.

Poco después era la princesa Mabel de Orange Nassau quien subía a su cuenta de Instagram una imagen del famoso Duomo de Florencia, confirmando que los reyes holandeses no han ido solos en este viaje en el que es muy probable que les hayan acompañado sus hijos, al estar de vacaciones escolares.

Un descanso necesario para todos, estas vacaciones otoñales, debido a que los últimos meses han sido algo ajetreados para la familia real holandesa. Si Amalia comenzaba sus estudios en Ámsterdam, con todo el cambio que ha supuesto dejar su residencia familiar, y buscaba un piso con unas compañeras de clase, pronto tenía que abandonar esta residencia debido a que su seguridad se vio amenazada.

Eran sus propios padres y el Ministerio Público quienes explicaban en una rueda de prensa que, tras su visita de Estado a Suecia, su hija Amalia había dejado su residencia estudiantil en el centro de Ámsterdam debido a una serie de amenazas por parte de la mafia. “Esto tiene consecuencias importantes en su vida”, decían entonces preocupados.

Amalia tenía que regresar con su familia al palacio Huis Ten Bosch para estar protegida, pues la joven de 18 años estaba amenazada por una mafia, según publicó ‘Daily Mail’. Se habló de que los delincuentes podrían pertenecer a la Mocro Maffia, una “división de la mafia marroquí que ha encontrado un lugar en los Países Bajos” y que “se cree que controla aproximadamente un tercio de todo el tráfico de cocaína de Europa”.

Todo ello ha conllevado el aumento de seguridad que rodea a la princesa heredera y una disminución de sus actividades, tanto públicas como privadas. No era la primera vez que Amalia recibía amenazas, pues hace un par de años vivía una experiencia muy desagradable cuando un exsoldado desarrollaba una obsesión enfermiza con ella y le enviaba a una de sus mejores amigas mensajes con amenazas muy graves.

La princesa heredera comenzaba con ilusión sus estudios de Política, Psicología, Derecho y Económicas en la Universidad de Ámsterdam, pero según confesaba su padre: “No puede salir, es muy difícil para ella. No hay vida estudiantil para ella como la que tienen otros estudiantes. Estoy muy orgulloso de ella”.

Un momento muy delicado del que han podido desconectar unos días juntos en familia. Pues también sabemos que el avión presidencial despegaba de Castelvisconti, en la región de Lombardía. Un pequeñísimo municipio más al norte de la Toscana en el que se registraba el despegue del avión del Gobierno holandés.

Poco sabemos de este receso de otoño de los reyes de los Países Bajos, pero seguro que a Máxima también le ha venido bien un descanso después de su ajetreada agenda que la ha llevado a aparecer en Tanzania sin un ápice de maquillaje y con el pelo al natural. Una imagen que ha sorprendido y que ha recorrido todas las redacciones a nivel internacional, puesto que solemos estar acostumbrados a verla de punta en blanco y enjoyada.

El cansancio por sus viajes constantes, de Suecia a Washington y de ahí a Tanzania, y las preocupaciones por su hija podrían haber hecho cierta mella en la reina, que estos días ha podido desconectar en familia en una bella zona italiana, donde seguro que han disfrutado de su gastronomía.

Italia ha sido un destino recurrente para la familia real holandesa, pues la reina Juliana compró en los años sesenta la villa d’Elefante Felice en Porto Ercole, a orillas del Mediterráneo. Años después fue la reina Beatriz la que se hizo con una propiedad en Tavernelle Val di Pesa, la villa Rocco di Dragone. Muy cerca de Florencia. Es allí donde se hospeda la familia real desde hace décadas cuando viajan a esta zona de Italia. Un refugio de la reina Beatriz, que incluso hace un par de años sufría un robo del que trascendieron pocos detalles.