La naturalidad de Máxima de Holanda al llegar a Tanzania: sin maquillaje y con calcetines a la vista

La reina Máxima nunca deja de sorprendernos con sus estilismos. Esta vez ha sido a su llegada a Tanzania la pasada madrugada del lunes al martes. La reina holandesa aterrizaba en Kilimanjaro y a su bajada del avión podíamos ver que se había puesto de lo más cómoda.

Con una americana de lana en color negro con doble botonadura de Chloé que ya le hemos visto en otras ocasiones, blusa y un pantalón pirata en el mismo tono, lo más llamativo eran sus clásicos mocasines de Banana Republic con tachuelas que suele utilizar para este tipo de viajes porque le resultan muy confortables. Si bien no es la primera vez que se los vemos, sí ha sorprendido que no los lleve con medias, sino con calcetines.

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Una tendencia un tanto sorprendente, al menos en nuestro país, donde habitualmente los zapatos de este estilo no solemos utilizarlos con esta prenda tan cálida, sino con sus versiones transparentes o incluso con el pie desnudo. Lo mismo ocurre cuando utilizamos sandalias, a las que muchos europeos del norte les incluyen calcetines. Algo que en nuestro país llegamos a tachar de aberración estilística.

Máxima llegó luciendo sus gafas de Tom Ford de ver sin una gota de maquillaje y con el pelo algo revuelto, sin duda, en una de sus imágenes más naturales. Como todo hijo de vecino, la argentina había tenido por delante un largo vuelo y probablemente exhausta había conseguido dormir un poco en el avión. Sin duda, no ha parado en los últimos días.

Después de la visita de Estado a Suecia junto a su marido, el rey Guillermo, la semana pasada viajó a Washington para asistir a la reunión anual del Fondo Monetario Internacional y el Grupo del Banco Mundial en su papel para la ONU.

Era el pasado viernes cuando participó por primera vez en el evento CBDC para la inclusión financiera: riesgos y recompensas con la directora del FMI, Kristalina Georgieva. También fue coanfitriona de un evento con el contralor de la moneda, Michael J. Hsu, en el Departamento del Tesoro. Pero el fin de semana tampoco pudo descansar Máxima, puesto que el sábado participó en el evento del Banco Mundial Building Resilience: Accelerating Financial Inclusion through Digitalization. Durante este evento presentó el nuevo Little Data Book sobre inclusión financiera de GlobalFindex, que muestra cuántos adultos en todo el mundo tienen una cuenta bancaria.

Por lo tanto, Máxima ha llegado exhausta a Tanzania, hasta donde se trasladaba este lunes por la noche. Permanecerá en el país hasta el miércoles 19 de octubre en su calidad de defensora especial del secretario general de las Naciones Unidas para las finanzas inclusivas para el desarrollo. El mismo puesto que la llevó la semana anterior a Washington.

Tanzania está actualmente trabajando en una tercera edición de la Estrategia Nacional para la Inclusión Financiera para conectar a la población a los servicios financieros digitales. Un tema en el que Máxima es experta y por eso era recibida en el mismo aeropuerto por las autoridades del país, que presenciaron junto a la reina un espectáculo de baile tradicional a ritmo de bongós.

A su llegada la reina de los Países Bajos se mostró de lo más natural, pues no llevaba ni una pizca de maquillaje y llevaba el pelo recogido. Un aspecto que no estamos acostumbrados a ver en los royals, que normalmente van impolutos tanto de maquillaje como de peluquería. Pero Máxima es mucha Máxima, y lo mismo nos sorprende con tiaras y las perlas más grandes del joyero real que con una imagen totalmente al natural como esta.

La labor de la reina en Tanzania es importante, puesto que las cifras del Grupo del Banco Mundial muestran que el 52% de los adultos en Tanzania ahora tienen una cuenta bancaria. En 2011 eran solo el 17%. La brecha entre los hombres y las mujeres sigue siendo de un 13%, en detrimento de ellas. Por todo ello, durante su visita Máxima hablará con representantes gubernamentales, organizaciones internacionales de desarrollo, instituciones financieras, organizaciones fintech y organizaciones sin ánimo de lucro sobre lo que se necesita para conectar a más personas desfavorecidas con los servicios financieros y permitirles participar en una economía digital inclusiva.

Será este martes cuando, una vez haya podido descansar, comenzará en la región de Kilimanjaro con dos visitas de campo. Una para hablar con agricultores locales sobre los productos de ACRE África. Una organización que utiliza datos meteorológicos de satélites y estaciones meteorológicas automatizadas para estimar la situación en una granja y el daño potencial en las cosechas.

La otra visita de campo será al proyecto MomCare de PharmAccess. Un paquete de atención digitalizado con costos fijos y estándares de calidad para la atención a la mujer embarazada. Proporciona una tarjeta de seguro digital con la que estas mujeres pueden acudir a los hospitales en sus diferentes etapas del embarazo. Tras las visitas de campo, Máxima viajará a Dar es Salaam, donde va a hablar con agentes de banca móvil y comerciantes en un mercado local sobre los servicios financieros digitales.

El miércoles se reunirá con la presidenta Samia Suluhu Hassan, cuando también conversará con el gobernador del Banco de Tanzania, Florens Luoga; además del ministro de Finanzas en funciones, Hamad Hassan Chande; y el ministro en función de Información, Comunicaciones y Tecnología, Kundo A. Mathew. El tema a tratar estará centrado en la nueva Estrategia Nacional para la Inclusión Financiera. También tendrá una reunión Máxima con representantes del Foro Generación Igualdad, una trayectoria de cinco años que será liderada por ONU Mujeres y que comenzó en 2021 con la propuesta de acelerar la igualdad de género en todo el mundo.

Máxima tuvo que cancelar en 2018 una visita precisamente a Tanzania por una infección intestinal, pero esta vez ni la salud ni la pandemia han impedido que la reina viaje hasta el país africano.