Máxima de Holanda y su cambio de ropa exprés en Suecia

Día 2 de la visita de los reyes de los Países Bajos a Estocolmo, invitados por sus homólogos Carlos Gustavo y Silvia. Tras la bienvenida oficial que tuvo lugar este martes y la cena de gala en el Palacio Real, en la que vimos las mejores tiaras de los dos joyeros, ha llegado la segunda jornada de este viaje de Estado, protagonizada por Máxima de Holanda y un cambio de ropa exprés que ha hecho en medio de su agenda en Suecia. La argentina pasaba de lucir un vestido de esos que solo puede llevar ella con un diseño imposible a un mono oscuro, también rescatado de su armario.

La agenda de este miércoles comenzaba con una conversación de los reyes holandeses y suecos con los directores ejecutivos de empresas de los dos países sobre los desafíos comunes y las posibilidades de ampliar la cooperación. Tras esta reunión, tenía lugar la recepción a la comunidad neerlandesa instalada en el países nórdico, además de un almuerzo ofrecido por el alcalde y el presidente del consejo de la ciudad en el ayuntamiento de Estocolmo. Un patrón muy parecido al que se dio durante la visita de estado que realizaron los reyes Felipe y Letizia el pasado noviembre a Suecia.

Y para estos primeros actos, veíamos a Máxima de Holanda con un vestido que ya es todo un viejo conocido. La firma, Natan, por supuesto, que nunca falta en sus viajes. Y el diseño con esos detalles originales tan característicos del armario de la argentina, en este caso con unas pantallas de la misma tela del diseño rematando las mangas. No hay duda de que es uno de sus favoritos, puesto que se lo ha puesto ya en seis ocasiones, estrenándolo en 2013 para la celebración del bicentenario del reino de los Países Bajos. Eso sí, llevaba escondido en su armario nada menos que cinco años.

Lo combinaba con una capa en color beige, a juego con los zapatos, la cartera y los guantes. Y, extrañamente, no llevaba tocado, algo raro en la reina de los Países Bajos, aunque sí lucía un original recogido que ya daba un toque especial a su melena. Máxima marcaba su mirada con un maquillaje ahumado, mientras que optaba por los labios en tono nude, dando así protagonismo a sus ojos.

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Como es habitual en esta cita, se unía a los Orange el resto de la familia real sueca, con la reina Silvia de un intenso azul y las princesas Victoria y Sofía, ambas de flores. Llamaba especialmente la atención el look de la heredera, con un vestido estampado de la firma Rodebjer. Y no por el diseño en sí, sino porque lo ha combinado con unos zapatos en un color tan llamativo como el verde lima, que se han llevado gran parte de la atención, además de unos enormes pendientes en color morado y dos finas pulseras a juego.

Esta vez no se encontraba con el grupo real la princesa Estelle, que fue la gran protagonista en el almuerzo que tenía lugar en el Palacio Real de Estocolmo para dar la bienvenida a Guillermo y Máxima.

No es nada habitual que en viajes de Estado las damas reales se cambien de ropa entre los actos de la mañana y la tarde, principalmente porque no suele haber mucho tiempo entre cita y cita. Pero esta vez tanto Máxima de Holanda como Silvia de Suecia han hecho una excepción. Quedaba claro que los atuendos lucidos en el ayuntamiento de Estocolmo no eran los más apropiados para lo que les esperaba después: una visita al astillero sueco Candela para navegar en un hidroplano. Una aventura que suponía ponerse casco y chaleco reflectante.

Así que las dos reinas no lo dudaban y se despojaban de sus vestidos para dar paso a la comonidad. Así, Máxima lucía un mono en color oscuro y botonadura que estrenó en la cumbre del G20 en Roma. Confeccionado en lana, era la opción ideal para no tener que abrigarse de más frente a unas temperaturas frescas que ya empiezan a tener protagonismo en el país. Mientras, su homóloga también lucía pantalones en color rojo, pero ella optaba por colocarse una capa del mismo color encima del chaleco reflectante, que también se pusieron el rey Guillermo y Carlos Gustavo.