Así era el rey Juan Carlos cuando nació su hija secreta

Este jueves nos sorprendía la noticia lanzada por El Confidencial, donde saltaba la bomba de un capítulo del libro ‘King Corp’ (Libros del K.O.) en el que los periodistas José María Olmo y David Fernández hablan de la hija secreta del Rey emérito. Sin dar muchos datos sobre ella, más allá de que se llama Alejandra y es hija de una conocida aristócrata; a la que, por cierto, nunca faltaron medios y que nunca ha reclamado la paternidad de don Juan Carlos, para que no pueda ser reconocida y poner en peligro su privacidad.

Era un secreto a voces que muchos parecían conocer y que ha copado las redes de memes y comentarios, pero ahora queremos echar la memoria atrás. ¿Cómo era la vida entonces del rey Juan Carlos cuando habría nacido Alejandra? Tendríamos que trasladarnos a finales de los años setenta o principios de los ochenta para situarnos.

El 20 de noviembre de 1975, Franco muere y dos días después es proclamado rey Juan Carlos I en presencia de su mujer, la reina Sofía, y sus tres hijos, el entonces príncipe Felipe, la infanta Elena y la infanta Cristina. Tenía entonces Felipe apenas siete años, mientras que su hermana mayor estaba a punto de cumplir doce y la mediana tenía diez.

Juan Carlos dio paso a la democracia en un punto de inflexión en la historia de nuestro país tras la muerte del dictador, soplaban entonces vientos de cambio y su papel como soberano durante esos años fue clave para conseguir el apoyo y el respeto de la ciudadanía. En 1977 se celebraron las primeras elecciones democráticas en España, siendo declarado presidente Adolfo Suárez. Un año más tarde se celebró el referéndum que ratificó la Constitución Española, el 6 de diciembre de 1978.

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Poniendo en contexto la España de la época, recordemos que el 23 de febrero de 1981 se produjo un intento de golpe de Estado, con la toma del Congreso de los Diputados. Un día más tarde, don Juan Carlos se dirigía a la nación por televisión con un mensaje claro que desautorizaba el intento golpista, lo que le supuso entonces un gran apoyo por parte de la ciudadanía, que supuso la consolidación de la monarquía.

A nivel personal, Juan Carlos convivía en el palacio de la Zarzuela junto a la reina Sofía y sus tres hijos, y eran muy frecuentes sus relaciones familiares con la familia griega de la emérita, con quienes coincidían no solo durante los veranos en Palma de Mallorca, sino también en Navidad.

El fallecido hermano de doña Sofía, Constantino de Grecia, les acogía junto a su mujer, Ana María, y sus cinco hijos en Inglaterra, donde Felipe, Elena y Cristina compartían tiempo con sus primos, especialmente Pablo, Alexia y Nicolás de Grecia.

Momentos de lo más familiares que se reproducían cada verano en Palma de Mallorca, durante la década de los años ochenta, cuando Constantino y don Juan Carlos salían a navegar con el Fortuna. La familia al completo volvía a reunirse en Navidad y la reina Sofía acogía a su hermano, su cuñada y sus sobrinos en la Zarzuela, disfrutando de años de gran unión.

También había una gran relación con la familia española del rey Juan Carlos, con sus hermanas Margarita y Pilar de Borbón, y con todos sus sobrinos, con los que celebraban reuniones en la capital.