Máxima de Holanda confía en su diseñador fetiche: de blanco y con un tocado muy original

La abadía de Westminster se ha convertido en el punto de reunión de numerosas personalidades de todo el mundo, desde miembros de la realeza hasta líderes políticos. La buena sintonía entre Marie Chantal Miller y la reina Letizia o la elegancia de Olena Zelenska fueron algunos de los momentos más comentados en las primeras celebraciones de la coronación de Carlos III.

Un acontecimiento histórico desde el punto de vista de la política, la religión y la institución monárquica inglesa, donde la moda también tiene un protagonismo muy especial. Así lo vimos en la recepción previa, donde la moda británica fue la estrella entre las invitadas.

Centrándonos en Máxima de Holanda, se trata de su primera aparición para la coronación. Dado que para la recepción previa ni ella ni su marido, el rey Guillermo de los Países Bajos, pudieron acudir por tener en su agenda otro evento oficial. Una llegada que se ha hecho esperar, pero que no ha decepcionado.

Ha apostado de nuevo por Jan Taminiau, su creador de moda de confianza, como ha demostrado ya en otras ocasiones como el día de su coronación como Reyes de los Países Bajos o en su viaje de estado a Austria, con su espectacular vestido de capa.

Se trata de una creación a media del diseñador holandés. De aire minimalista, cuenta con un escote cerrado adornado con varios bordados calados. De corte fluido y largo midi, se ajusta a la silueta con un fino cinturón a juego. Respecto a los complementos, la reina de Holanda acompaña este vestido de Jan Taminiau con un bolso de mano y zapatos en tonos nude. Aunque el gran protagonista respecto a los complementos es el tocado ladeado que luce, al más puro estilo británico.

Coronando este estilismo para la gran cita de Carlos III, Máxima de Holanda también ha apostado por los guantes. El accesorio estrella de la coronación que hemos visto a otras royals como la propia reina Letizia, combinándolos con su look de Carolina Herrera.