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Meghan Markle: todas las veces que quiso ser Lady Di y se quedó en un 'bluf'
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FAMILIA REAL BRITÁNICA

Meghan Markle: todas las veces que quiso ser Lady Di y se quedó en un 'bluf'

¿Hay un empeño de Harry por convertir capítulos de la vida de su mujer en calcos de los de su madre Diana? El resultado de exagerar los hechos es que la convierte en una mala copia

Foto: Meghan Markle, en una imagen de archivo. (EFE/Remko de Waal)
Meghan Markle, en una imagen de archivo. (EFE/Remko de Waal)

Meghan Markle y el príncipe Harry se han vuelto a convertir en noticia esta semana y no por un motivo agradable. El equipo de seguridad del nieto de Isabel II afirmó que una docena de paparazzi en coches, motos y bicicletas persiguieron a la pareja por el centro de Manhattan, saltándose semáforos en rojo y poniendo en grave peligro a los peatones y a otros conductores.

Los Sussex dijeron, a través de un portavoz, que habían sido acosados por los fotógrafos en una "persecución en coche casi catastrófica", afirmando que esta se llegó a prolongar dos horas.

Foto: Meghan Markle recibiendo un premio. (Getty)

Ante el alarmismo de la pareja, el fantasma de Lady Di volvía a aparecer en la mente de todos, sobre todo en la del hijo pequeño de Carlos III, quien una y otra vez ha comparado a su madre con su mujer. Algunos medios británicos apuntaron a que, incluso, el príncipe habría asegurado a sus amigos que el incidente había sido lo "más cercano que he sentido" a entender lo que sucedió la noche en que murió su madre.

placeholder Harry y Meghan, en una imagen de archivo. (Reuters/Andrew Kelly)
Harry y Meghan, en una imagen de archivo. (Reuters/Andrew Kelly)

Sin embargo, el Departamento de Policía de Nueva York confirmó que si bien "numerosos fotógrafos" siguieron a la pareja e hicieron "difícil" su viaje, Meghan y Harry nunca llegaron a estar en peligro, tal y como habían dado a entender, y que no se habían producido colisiones, heridos ni detenciones. No solo eso. El propio chófer de los Sussex declaró más tarde que “nunca sentí que estaba en peligro” y Eric Adams, el alcalde de Nueva York, afirmó que le resultaba "difícil de creer" que una persecución a alta velocidad hubiera tenido lugar durante dos horas.

Estas versiones contradecían el tono trágico de los Sussex y una vez más dejaban al descubierto un empeño de Harry por convertir capítulos de la vida de su mujer en calcos de los de su madre Diana. El resultado de exagerar los hechos es que Meghan, una vez más, ha terminado siendo a ojos de muchos una mala copia de Lady Di. Y decimos una vez más porque no es la primera vez que el hermano del príncipe Guillermo ha comparado a Meghan Markle con Lady Di. Lo lleva haciendo prácticamente desde que la duquesa entró a formar parte de la familia real y ese discurso parece haber calado en la mente de su esposa, quien, al igual que él, también parece haber asumido que ella encarna de manera incuestionable no solo las mismas calamidades que sufrió la princesa de Gales, sino también su mismo carisma entre los ciudadanos, sus mismos valores y su mismo imán mediático.

placeholder Lady Di, en una imagen de archivo. (Getty)
Lady Di, en una imagen de archivo. (Getty)

Nadie pone en duda que Meghan Markle lo ha pasado mal ante la presión mediática y que ha sido víctima de titulares falsos e injustos. Pero en los tiempos que corren, hay dos factores que juegan en su contra. El primero es esa sensación que muchos llevan tiempo teniendo cuando escuchan a los Sussex de ver su empeño en exagerar los hechos o las consecuencias de los mismos. La segunda es esa difícil capacidad de empatizar con las penas de ricos y privilegiados que transmiten una continua queja pública mientras viven rodeados de lujo y comodidades.

Tanto Lady Di como Meghan Markle llamaron poderosamente la atención del público y los medios cuando llegaron a la familia real. En el caso de la primera, que de ser una joven tímida logró pasar a ser un mito sin precedentes, rompió reglas que desconcertaban en la institución pero encantaba al público. Su actitud cercana y natural con los ciudadanos, sus muestras de cariño ante los más desfavorecidos, sus iniciativas solidarias y su decisión de conceder una de las entrevistas más recordadas del mundo de la realeza para desvelar sus sentimientos más íntimos la alejaron de la Casa Real, pero la acercaron como nadie antes lo había logrado al pueblo llano. El problema que ven muchas voces críticas en Meghan es que ella ya llegó con el camino allanado.

placeholder Meghan Markle, en una imagen de archivo. (Getty)
Meghan Markle, en una imagen de archivo. (Getty)

Es cierto que la duquesa resulta cercana en sus apariciones públicas, cariñosa con la gente, pero hoy en día no se espera menos de un miembro de la realeza. El porte distante, regio e intocable del que antes se hacía gala dentro de la institución fue un molde que rompió Diana y a pesar de las críticas que recibía por parte de la Casa Real, tomaron nota de lo bien que funcionaba cierta manera de proceder ante los ciudadanos. Esa imagen de ser superior al que nadie se podía acercar solo se le permitía en los últimos tiempos a la reina Isabel II, pero las nuevas generaciones aprendieron que la cercanía era una poderosa arma para la buena imagen de la monarquía. ¿El mérito? Para muchos, de Lady Di. Kate, Guillermo y la propia Meghan solo siguieron su estela.

Pero Harry llegó a ver unas dotes sociales casi sobrenaturales en su esposa: "Cuando alguien que sabes que debería ser un telonero se convierte en el centro de atención o trabaja mejor que la persona que nació para hacerlo, eso molesta y genera un desequilibrio", afirmó el duque de Sussex haciendo referencia a la polémica que suscitó en la Casa Real que Meghan acaparara las portadas de diversos periódicos y revistas, eclipsando a la mismísima reina. "Meghan me dijo que no era su culpa y le dije que lo sabía. Mi mamá sentía lo mismo", añadió, comparando de nuevo a Meghan con Lady Di.

Pero lo cierto es que cuando Harry trata de dar importancia a la actitud cercana, cariñosa o solidaria de su mujer, la sensación entre los críticos de la pareja es que trata de exagerar una actitud que hoy es vista como la esperable.

placeholder Meghan Markle, en una imagen de archivo. (Reuters/Andrew Kelly)
Meghan Markle, en una imagen de archivo. (Reuters/Andrew Kelly)

La presión mediática que Markle sintió desde que llegó a la vida de Harry llegó a preocupar tanto al príncipe que se embarcó en una demanda sin precedentes contra ciertos tabloides sensacionalistas.

“Mi mayor temor es que la historia se repita. Yo mismo vi de cerca lo que sucede cuando alguien que amas se convierte en mercancía hasta el punto de que ya no es tratado o visto como una persona real”, dijo. “Perdí a mi madre y ahora veo a mi esposa ser víctima de las mismas fuerzas poderosas”, explicó en un comunicado cuando inició una demanda contra el medio 'The Mail on Sunday' por publicar unas cartas privadas de la duquesa que iban dirigidas a su padre, Thomas Markle.

Sin embargo, cuando los Sussex se mudaron a California y llegó una nueva etapa en sus vidas con documentales y entrevistas de por medio, tal y como explicó la autora y especialista en la Casa Real Katie Nicholl a Radio 1 Newsbeat de la BBC, la gente comenzó a cuestionar “a una pareja que se mudó porque quería una vida tranquila y piensan: ‘¿Por qué están hablando ahora con James Corden y Oprah Winfrey y revelan detalles sobre su hijo?'. La idea de escapar de su país y del centro de atención de la prensa no le cierra a mucha gente que está viendo más ahora a Harry y Meghan que cuando estaban en Reino Unido”.

Nicholl admitía que Meghan Markle fue objeto de escrutinio, pero matizaba que lo fue “como cualquier otro miembro de la familia real. La gente tiene poca memoria, pero la duquesa de Cambridge, Kate Middleton, también lo pasó mal con la prensa sensacionalista”. Y si ambas se sintieron observadas, seguidas o juzgadas de manera injusta, Lady Di mucho más. Diana lo sufrió durante décadas, Meghan Markle no tuvo tanta paciencia. A los pocos meses de formar parte de la familia real ya sentía que su salud mental se estaba viendo afectada, algo que si comparamos de nuevo ambos casos, puede hacer que muchas personan perciban cierto dramatismo exagerado en la esposa de Harry.

placeholder Lady Di, con su hijo Harry en 1988. (Reuters/Hugh Peralta)
Lady Di, con su hijo Harry en 1988. (Reuters/Hugh Peralta)

“Diana tenía 19 años y se casó con un hombre de 32 años que estaba enamorado de otra persona. Meghan tenía 38 años y sabía muy bien quién es la familia real. Estas dos mujeres son incomparables”. Este es uno de los miles de comentarios que se pudieron leer en redes sociales cuando los Sussex lanzaron el documental sobre su vida en Netflix en el que tantas veces Harry compara a su mujer con Lady Di. Para muchos, las circunstancias vitales de ambas no fueron las mismas.

A pesar de todo ello, es evidente la profunda admiración de Meghan por Lady Di. No solo la ha copiado en infinidad en algunos looks que ha lucido en público. Si se analiza el viaje que ella y Harry realizaron a África y se comparan ciertas imágenes de Meghan durante el mismo con otras que protagonizó Lady Di 26 años antes en el mismo lugar, las diferencias son mínimas: visita a los Mandela, bailes con lugareños, cercanía con los niños, etc.

Ante eso, una sociedad dividida con Meghan: quienes la ven como una joven con buenas intenciones cuya fuente sincera de inspiración es Lady Di frente a los que creen que Markle nunca dejará de ser un intento de Lady Di poco creíble.

Meghan Markle y el príncipe Harry se han vuelto a convertir en noticia esta semana y no por un motivo agradable. El equipo de seguridad del nieto de Isabel II afirmó que una docena de paparazzi en coches, motos y bicicletas persiguieron a la pareja por el centro de Manhattan, saltándose semáforos en rojo y poniendo en grave peligro a los peatones y a otros conductores.

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