¿Por qué Isabel II apenas visitó el torneo de tenis de Wimbledon en 70 años de reinado?
Es una de las citas británicas por excelencia, pero la monarca apenas se dejó ver en el palco que tanto frecuentan otros miembros de la familia real
A la difunta reina Isabel II le encantaban los deportes, en particular las carreras de caballos. A lo largo de muchas décadas crio y compitió con purasangres, y su afecto por los animales y el deporte fue bien documentado durante todo su largo reinado. También era una gran aficionada al críquet y al fútbol. Pero al contrario que muchos otros de sus familiares, apenas se dejó ver en el torneo de tenis de Wimbledon.
La princesa Diana fue una asidua a las icónicas pistas de hierba durante los años ochenta y noventa, y el príncipe Guillermo y Kate Middleton, princesa de Gales, asisten ahora con frecuencia, con una visita sorpresa incluida de esta última en la edición de este año, donde también hemos visto muy animada a la reina Camila, confesando además que de joven fue recogepelotas.
Sin embargo, Isabel II tan solo acudió en cuatro ocasiones al torneo de Wimbledon en sus 70 años de reinado. A la muerte del rey Jorge VI, la reina se convirtió en la rostro royal del torneo, cuando fue nombrada patrona en 1952. Pero solamente estuvo presente en el palco en las ediciones 1957, 1962 y 1977. También se dejó caer por el All England Club en 2010 para ver jugar a Andy Murray, en lo que fue la primera visita en 33 años.
* Si no ves correctamente este formulario, haz clic aquí
¿Cuál fue la causa de esta aparente aversión a uno de los acontecimientos deportivos más importantes del año en el Reino Unido? Pues según asegura un experto en la Casa Real británica, el biógrafo real Brian Hoey, la difunta reina evitaba asistir porque simplemente no le gustaba este deporte.
El escritor explicaba este punto en su libro 'Royalty Revealed: A Majestic Miscellany', asegurando que "el tenis no está en la lista de deportes favoritos de la realeza". El autor, que ha publicado hasta 36 libros sobre los royals ingleses, también afirmaba que la única hija de la reina, la princesa Ana, tampoco es aficionada a Wimbledon porque lo considera "intimidatorio" y una "olla a presión".
En enero de 2017, Isabel II dejó de ser patrona del torneo y cedió el papel a Kate, que es una ávida aficionada al tenis. No en vano este año daba el pistoletazo de salida a los partidos protagonizando un divertido vídeo junto a Roger Federer.
Las visitas de la madre de Carlos III siempre fueron, de hecho, en calidad de mecenas, más que de aficionada. La última vez que visitó el torneo fue cuando presenció la victoria del escocés Murray sobre Jarkko Nieminen. Durante esa misma visita, también conoció a varias estrellas del tenis, entre ellas Serena y Venus Williams o Novak Djokovic.
Su anterior visita a Wimbledon se había producido en 1977, el año en que la británica Virginia Wade ganó la competición individual femenina. Antes de esos campeonatos, su última presencia en la Pista Central fue en 1962, cuando entregó el trofeo de Wimbledon al legendario australiano Rod Laver.
Cinco años antes, en 1957, una joven Isabel II hacía su primera aparición en Wimbledon en lo que fue un año especialmente histórico, ya que Althea Gibson se convirtió en la primera jugadora negra en ganar el torneo.
A la difunta reina Isabel II le encantaban los deportes, en particular las carreras de caballos. A lo largo de muchas décadas crio y compitió con purasangres, y su afecto por los animales y el deporte fue bien documentado durante todo su largo reinado. También era una gran aficionada al críquet y al fútbol. Pero al contrario que muchos otros de sus familiares, apenas se dejó ver en el torneo de tenis de Wimbledon.