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'There's no business like show business': el lado artístico de Estefanía de Mónaco
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Comenzó tras la muerte de su madre

'There's no business like show business': el lado artístico de Estefanía de Mónaco

Su éxito fue de tal magnitud que llegó a sacar una canción con Michael Jackson. Un single que fue rechazado en primer lugar por Madonna

Foto: Estefanía de Mónaco, en Courcheval. (Getty Images/Frederic Meylan)
Estefanía de Mónaco, en Courcheval. (Getty Images/Frederic Meylan)

El 14 de septiembre de 1982, Grace Kelly falleció en un accidente de coche. Su hija pequeña, Estefanía de Monaco, la acompañaba en el viaje, pero sí sobrevivió. A partir de ese día, la familia real monegasca no volvió a ser la misma. Estefanía comenzó a despuntar y a tener mayor libertad para vivir su vida.

Después de estudiar el bachillerato en París, mostró interés por el mundo creativo. Comenzó en la Escuela de Diseño de Moda en la misma ciudad, pero la aventura le duró poco. Tras un año, abandonó los estudios y se incorporó al mundo del modelaje. Según 'Los Angeles Times', llegó a cobrar supuestamente hasta 10.000 dólares al día por modelar en bañador. “Me cansé de modelar y tenía miedo de sobreexponerme”, explica la princesa.

placeholder Estefanía de Mónaco, durante el Festival de Montecarlo. (EFE/Sebastien Nogier)
Estefanía de Mónaco, durante el Festival de Montecarlo. (EFE/Sebastien Nogier)

Su sueño se vio truncado cuando su padre le prohibió desfilar con la amenaza de quitarle el pasaporte, según relataba un informe público de la época. Estefanía practicaba el ayuno y eso le provocó estar ingresada en un hospital de París mientras se lo ocultaba a su familia.

Su espíritu rebelde la llevaría a seguir vinculada al mundo de la moda. Diseñó una línea de bañadores que presentó en Los Ángeles, porque, según ella, no encontraba trajes de baño de su gusto cuando veraneaba en la playa. Llegó a la ciudad con vaqueros, botas y una mochila de Mickey Mouse, lo que provocó que los periodistas la describieran como la joven menos principesca de todas.

“Ella no parece una princesa; de hecho, se ve bastante normal. Esto no parece algo muy principesco’’, comentaba Pamela Brand, asistente en el desfile. Sin embargo, todos esperaban que desfilara con uno de sus diseños, pero no fue así.

Mientras buscaba introducirse en el mundo de la moda, también sintió el gusanillo de la música. Entre 1985 y 1986, Estefanía grabó varios temas musicales en el estudio de un amigo por diversión, según contaron fuentes cercanas a 'Los Angeles Times'.

Su primer tema fue ‘Irresistible’, con el que consiguió ser líder en las listas de éxitos de Europa. El videoclip de la canción fue 'low cost', al más puro estilo actuación noventera, haciendo playback y en el estudio de grabación mientras finge cantar en directo. Sin embargo, tras el éxito, la expectación estaba servida por saber qué proyección podría tener.

Su interés empezó alrededor de los cinco años cuando entretenía a toda la familia cantando después de cenar en casa. Lo dejó hasta que con 20 años volvió, cuando cantó la canción 'There’s no business like show business’, según contó Estefanía en una entrevista para el programa chileno 'Una vez más' en 1991. Esa canción pudo ser toda una revelación de lo incómoda que le hacía sentir la fama, ya que como dice la letra: "You get word before the show has started". O sea, "te enteras antes de que empiece el espectáculo".

"Mi mayor éxito es estar en el escenario con mi banda y mi mayor fracaso es no saber si a veces canto bien’’, afirmó para el programa chileno. Igual que Lola Flores, Estefanía no sabía ni cantar ni bailar, pero era puro show en el escenario. Nadie se la perdía. Con su álbum debut ‘Besoin’ ('necesidad' en francés), cosechó el millón y medio de copias vendidas.

Sin embargo, todo lo que sube baja. El segundo disco, titulado 'Stéphanie', fue todo un fracaso en ventas, aunque la llevó a promocionarse en el programa de Oprah Winfrey en Estados Unidos. La gira americana la puso en contacto con Michael Jackson, quien al escuchar su disco quiso interesarse por la faceta musical de la princesa.

En su cuarto álbum, ‘Dangerous’, el rey del pop y la pequeña de la familia real grabaron juntos el single ‘In The Closet’. Una canción que iba a ser para Madonna, pero era demasiado explícita para ella. Pasó a ser para Estefanía, aunque firmó bajo el seudónimo ‘Mistery Girl’. Un secreto que acabó confesando Jackson en 1993 tras el revuelo creado para intentar identificar a la chica que le acompañaba en ese tema.

"Decidí mantener mi vida privada alejada siempre que pueda", expresaba al ser preguntada por qué era reacia ante las cámaras. Una personalidad que le daba ese halo enigmático que siempre la acompañó.

placeholder La princesa Estefanía de Mónaco, en la presentación de World AIDS Day en Mónaco. (Reuters)
La princesa Estefanía de Mónaco, en la presentación de World AIDS Day en Mónaco. (Reuters)

Tras dos álbumes y ser la royal más exitosa en el panorama músical, decidió retirarse a mediados de los noventa. En 2006, hizo el amago de su vuelta cuando participó en el tema 'L'or de nos vies', que recaudaba fondos para su fundación benéfica contra el sida.

Su hija Camille Gottlieb ha sido la heredera de la vena artística de su abuela y su madre. Es modelo y, a través de sus redes sociales, promete ser un perfil que influenciará a futuras generaciones. Su presencia en los actos oficiales del principado siempre destaca junto a Carlota Casiraghi y Beatrice Borromeo.

El 14 de septiembre de 1982, Grace Kelly falleció en un accidente de coche. Su hija pequeña, Estefanía de Monaco, la acompañaba en el viaje, pero sí sobrevivió. A partir de ese día, la familia real monegasca no volvió a ser la misma. Estefanía comenzó a despuntar y a tener mayor libertad para vivir su vida.

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