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La princesa Leonor, carcajadas y nervios entre vítores en su primer acto público fuera del 'nido'
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FAMILIA REAL ESPAÑOLA

La princesa Leonor, carcajadas y nervios entre vítores en su primer acto público fuera del 'nido'

Sola y muy segura, la Princesa se desenvolvió de maravilla sin ningún tipo de tutorización de Zarzuela en la tradicional ofrenda a la Virgen del Pilar

Foto: La princesa Leonor en la ofrenda a la Virgen del Pilar. (EFE/Javier Cebollada)
La princesa Leonor en la ofrenda a la Virgen del Pilar. (EFE/Javier Cebollada)

La conocemos desde que vino al mundo. La hemos visto crecer y convertirse en la (casi) adulta que es hoy. Sin embargo, solo sabemos una pequeña parte de su vida, la parcela que deja ver y que, normalmente, es más institucional. Pero Leonor de Borbón es una joven más, que siente nervios, se emociona y ríe a carcajadas. Así lo pudimos comprobar este mismo viernes por la tarde, durante la ofrenda floral que los cadetes de la Academia Militar General de Zaragoza, entre ellos la heredera al trono, realizaron a la Virgen del Pilar, como antesala a su jura de bandera de este sábado.

Era, además, la primera vez que veíamos a la heredera al trono en un acto que nada tiene que ver con Zarzuela. Sola y muy segura, la Princesa de Asturias se desenvolvió de maravilla sin ningún tipo de tutorización ni ojos superiores que pudieran controlar los posibles flecos. Había, por supuesto, miembros de la Casa Real para asegurar, sobre todo, la seguridad de la heredera y el buen trabajo de la prensa; sin embargo, no intervinieron de modo alguno en el acto.

Es cierto que la Princesa de Asturias ya había atendido actos en solitario como la celebración del 30 aniversario del Instituto Cervantes o una reunión con la Cruz Roja; pero siempre compromisos organizados al milímetro por Zarzuela, por lo que este era su debut sin el soporte completo de la Corona, una primera vez que aprobó con creces y sin problemas.

La ceremonia fue corta, duró menos de diez minutos, y nos permitió ver una faceta de la Princesa de Asturias más desconocida, la más natural. Eran las 18:30 horas de la tarde cuando los cadetes de la Academia General llegaron a la plaza de la basílica. Lo hicieron todos juntos, y mientras esperaban a entrar al templo para acometer lo que allí les había llevado, la ofrenda floral, estuvieron conversando de forma animada entre ellos, ajenos a la gran expectación que levantaban y que hizo que el lugar se llenara de curiosos.

Leonor de Borbón se rodeó de un grupo de compañeros durante ese tiempo de espera, y lo cierto es que, a juzgar por las imágenes, parece que pasó un rato muy agradable. La heredera estuvo riendo a carcajadas y haciendo bromas, e incluso preguntó a sus colegas si llevaba la boina bien colocada. Todo esto hasta que llegó el momento de entrar en la basílica, cuando la solemnidad se apoderó de todos ellos, como manda el Ejército.

Los cadetes, entre ellos la dama Borbón Ortiz, desfilaron hacia el interior de la iglesia, no sin antes deshacerse de su boina 'grancé', que recibieron hace un mes, cuando concluyeron el módulo de formación militar básica del combatiente tras unos duros días de entrenamientos que se desarrollaron en el centro de adiestramiento de San Gregorio, en la capital aragonesa.

Ya en el interior, uno a uno desfilaron frente a la Virgen del Pilar para invocar la protección de esta relevante figura antes del momento de honrar la bandera de nuestro país. Aunque podían estar presentes los familiares de los cadetes, los Reyes prefirieron no acudir a la ceremonia, por motivos logísticos y de organización. Don Felipe y doña Letizia sí estarán este sábado en la jura de bandera de la Princesa de Asturias.

Tras la ofrenda, los cadetes abandonaron la basílica y pusieron rumbo a unas furgonetas que los devolvieron a la Academia General. Durante ese recorrido a pie, Leonor pudo sentir en su propia piel el cariño de los allí presentes, que no dejaban de lanzarle sus buenos deseos mientras fotografiaban con sus móviles a la heredera al trono, en una imagen para el recuerdo. Ella respondió a esos vítores con una sincera sonrisa, demostrando ya que se siente como pez en el agua en su papel.

placeholder Leonor sonríe a los ciudadanos que se acercaron para verla. (LP)
Leonor sonríe a los ciudadanos que se acercaron para verla. (LP)

Este sábado, la Princesa de Asturias vivirá un día que seguro que no olvida. Como futura Reina, la heredera se convertirá en capitán general del Ejército, de ahí que esté recibiendo una completa formación castrense, que arrancó en agosto en la Academia General de Zaragoza. Casi un mes y medio después de su incorporación, y ya plenamente adaptada, la primogénita de don Felipe y doña Letizia jurará bandera junto a sus compañeros cadetes.

La conocemos desde que vino al mundo. La hemos visto crecer y convertirse en la (casi) adulta que es hoy. Sin embargo, solo sabemos una pequeña parte de su vida, la parcela que deja ver y que, normalmente, es más institucional. Pero Leonor de Borbón es una joven más, que siente nervios, se emociona y ríe a carcajadas. Así lo pudimos comprobar este mismo viernes por la tarde, durante la ofrenda floral que los cadetes de la Academia Militar General de Zaragoza, entre ellos la heredera al trono, realizaron a la Virgen del Pilar, como antesala a su jura de bandera de este sábado.

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