Rania de Jordania, en la Casa Blanca: de la falda que comparte con su nuera a por qué ya no lleva colores vivos

Hace unos días, la corte hachemita anunciaba una gira del monarca por Estados Unidos, Canadá, Francia y Alemania. El objetivo: movilizar apoyo internacional para un alto el fuego inmediato en Gaza, la protección de los civiles y la provisión de ayuda humanitaria. Y ya hemos podido ser testigos de la primera parada, con la visita de Abdalá y Rania a la Casa Blanca, donde la reina ha lucido una falda que comparte con su nuera y colores sobrios, algo que tiene mucho que ver con el propósito de su visita a los Biden.

Y es que la reina hachemita se ha posicionado desde el principio del conflicto palestino-israelí del lado de Gaza, con diferentes manifestaciones claras en diferentes medios de comunicación, así como repetidas veces en sus redes sociales. No es habitual que una figura de primera línea del país, a la que se le presupone neutral en temas políticos -al menos de forma pública-, se posicione de forma tan clara, pero en este caso Rania no lo ha dudado.

Influida también por sus orígenes palestinos, ya que su familia tuvo que huir de Cisjordania para instalarse en Kuwait, donde ella nació, la reina jordana no ha dudado en dar declaraciones y entrevistas sobre el conflicto y su postura. "Catorce años y cinco guerras después, es desgarrador ver lo poco que ha cambiado. El mundo no puede permanecer en silencio. Esto tiene que parar", decía en uno de sus primeros posts dedicado a la guerra, del que este lunes pudo hablar en persona con los Biden.

Precisamente, su postura en esta guerra y el dolor por las víctimas han hecho que, desde que comenzó el conflicto, Rania se haya decantado para sus apariciones públicas por colores oscuros y looks muy sobrios. Hay que irse cuatro meses atrás para verla con un color más vivo, como fue el verde durante su paso por Belfast. Y, desde entonces, solo el gris, el blanco y el negro han tenido hueco en su vestidor.

Ni siquiera las recientes celebraciones del Jubileo de Plata de Abdalá, que cumplía 25 años en el trono, sirvieron para ver a la reina con colores vivos y esos estampados étnicos que integra en su vestuario, como es su costumbre en festejos nacionales

Como sus homólogas, la esposa de Abdalá utiliza su ropa para dar diferentes mensajes y su armario en los últimos meses es un mensaje en sí. Sin tener que recurrir siempre al negro, el color que relacionamos con la muerte y la tristeza en Occidente, ha hecho de su vestuario un mensaje en sí, añadiendo de cuando en cuando el blanco, que precisamente es el color del luto en su país, o el gris como una mezcla de los dos.

Así, la visita de Rania a la Casa Blanca, en la que estuvo acompañando al rey Abdalá y a su hijo mayor y heredero, el príncipe Hussein, también fue un marco para poner de manifiesto ese giro en su vestuario. En contraste con Jill Biden, que eligió un total look en rojo, la reina hachemita prefirió lucir un dos piezas compuesto por falda y jersey de cachemir, junto con clutch y zapatos en color negro, todo de Dior.

Nos detenemos un segundo en el jersey, un diseño en color gris oscuro, con detalle de perlas en la botonadura del pecho, además de una lazada al cuello, tan de moda en las camisas y blusas de las royals.

Pero es la falda la prenda de este outfit que más ha llamado nuestra atención. Se trata, como el resto, de un diseño de Dior, confeccionado en lana y seda, de largo midi y ligeramente evasé. Nada extraño, si no fuera porque es exactamente igual a la que lució su nuera, la princesa Rajwa, también en su visita a Estados Unidos el pasado mes de septiembre.

El caso es que es la primera vez que vemos a Rania de Jordania con esta falda, así que hay dos opciones. O bien se la ha comprado igual o bien se la ha tomado prestada de su armario, una opción que desde luego nos encanta, aunque las dos indicarían que suegra y nuera comparten estilo.

Sea como sea, lo cierto es que la visita de Rania a la Casa Blanca no fue, desde luego, su momento más feliz. Sin entrar en estudios gestuales ni análisis políticos, no hay más que ver las primeras fotografías que se tomaron de la familia real jordana junto a los Biden para ver el contraste de gestos y sonrisas.

Mientras el matrimonio presidencial está relajado y sonriente, los jordanos permanecen serios y tristes a su lado. Una muestra clara de que están mucho más afectados por la situación en Gaza, por la que ahora se han movilizado a nivel internacional.