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Rania de Jordania, una palestina en la corte del equilibrismo
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POLÍTICA

Rania de Jordania, una palestina en la corte del equilibrismo

Entre refugiados y autóctonos, un porcentaje muy alto de la población jordana es de origen palestino. Sin embargo, el país es uno de los aliados más fieles de Estados Unidos en la zona

Foto: Rania de Jordania visita la ONU en Nueva York. (Instagram @queenrania)
Rania de Jordania visita la ONU en Nueva York. (Instagram @queenrania)

"Cada día que pasa nos acerca más, y cada año que pasa me muestra lo increíblemente bendecida que soy de pasar mi vida contigo. Feliz 30º aniversario, mi Rey". Con estas sentidas palabras acompañadas por una colección de imágenes de su vida (pública) juntos, la reina Rania de Jordania recordaba no hace mucho desde sus redes sociales el 30º aniversario de esa boda, celebrada un 10 de junio de 1993.

Aquel no fue un enlace muy mediático, entre otras cosas porque entonces Abdalá no era el elegido por su padre, el rey Hussein, para heredar el trono. El hijo de Hussein y la británica Toni Avril Gardiner tenía una carrera militar bastante brillante y estaba tiernamente enamorado de una chica de 22 años de origen palestino que había conocido seis meses antes en una cena en casa de su hermana Aisha. “En el momento en que entró Rania, lo supe ahí mismo... Fue amor a primera vista”, confesó Abdalá en 'People' tiempo después. Otras versiones son más prosaicas.

Rania Al-Yassin era la hija del médico palestino Faisal Sidqi Al Yassin, nacido en 1934 en la ciudad de Tulkarm, en la Cisjordania ocupada por las tropas israelíes. Terminó la escuela secundaria allí antes de mudarse a Egipto, donde completó sus estudios de Medicina entre la Universidad de El Cairo y de Irlanda del Norte, donde se especializó en Cirugía y Pediatría. La familia se mudó a Kuwait, donde nació Rania, y su padre abrió su propia clínica como uno de los primeros médicos árabes en obtener una licencia. Tras 30 años de ejercer la medicina, regresó a Jordania para jubilarse y establecerse allí antes de fallecer en 2022.

Cuando en 1999, Hussein, en pleno tratamiento contra el cáncer, decidió cambiar de planes y designar a Abdalá como heredero, el hecho de que su joven mujer fuera palestina había jugado decididamente a su favor. Era el candidato ideal, descendiente directo del linaje hachemí, con una carrera castrense que le garantizaba la fidelidad del ejército y una esposa a la que los jordanos consideraban como una de los suyos, dado que entre autóctonos y refugiados, un altísimo porcentaje de la población de Jordania es de origen palestino.

placeholder Abdalá II y su esposa, Rania, en la coronación de Carlos III. (EFE)
Abdalá II y su esposa, Rania, en la coronación de Carlos III. (EFE)

Con el tiempo, la potente imagen de la reina Rania, con sus looks occidentalizados (matizados tras la primavera árabe), su uso de las redes sociales y demás se convirtió en un activo para esa imagen de Jordania como uno de los países más moderados y amigos de Occidente en el Oriente próximo, aunque nunca ha dejado de apoyar públicamente la causa palestina. Paralelamente, Abdalá ha sido uno de los aliados más fieles de Estados Unidos en la zona. En 1996, Jordania se convirtió en el sexto país en recibir de la Casa Blanca el estatus de MNNA (aliado estratégico que está fuera de la OTAN), que hasta la fecha solo tenían Egipto y, por supuesto, Israel. Porque si hay una amistad sólida en la zona es la de Estados Unidos con Israel.

Tras el atentado del 7 de octubre ha quedado aún más patente el ejercicio de equilibrismo en el que se mueve la monarquía jordana. Mientras la reina Rania exigía desde sus redes sociales a Israel un poco de humanidad en su respuesta al atentado con el pueblo de Gaza, Abdalá quedaba con el presidente Biden en verse para intentar parar la escalada. Pero el ataque del 17 de octubre al hospital Al Ahli al Arabi en Gaza lo precipitó todo.

El rey Abdalá reafirmó en un duro comunicado la que ha sido siempre la postura jordana ante el conflicto palestino-israelí: "Jordania seguirá a la vanguardia de los defensores de los derechos de los palestinos y su causa justa". Tras el ataque -que ellos atribuyeron a Israel, aunque no está clara su autoría-, Abdalá instó a Israel a "poner fin de inmediato a su brutal agresión contra Gaza, que contraviene los valores humanitarios y morales".

La monarquía jordana se sumaba así a la ola de indignación que recorría el mundo árabe contra Israel y sus aliados occidentales, aunque eso supusiera enfrentarse al amigo americano. Biden, de hecho, optó por anular su visita a Jordania, después de que los líderes árabes cancelaran por la matanza una cumbre cuatripartita en Amán a la que iban a acudir Abdalá II; el presidente palestino, Mahmud Abás, y el mandatario egipcio, Abdelfatah al Sisi. Para entonces, tras reunirse con Olaf Scholz en Berlín, el rey jordano también había dejado claro que no pensaba lavarle los trapos sucios a Israel permitiendo el paso a su país de refugiados de Gaza. "Se trata de una situación de dimensión humanitaria que debe abordarse dentro de Gaza y Cisjordania, y no intentar cargar el reto palestino y su futuro sobre los hombros de otras personas".

El pasado mes de septiembre la reina Rania de Jordania se convertía junto a Matilde Bélgica en una de las invitadas de honor del evento Champions for Children. Organizado por la Directora Ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, y con la primera dama de los Estados Unidos como oradora principal, el acto tenía como objetivo priorizar a la infancia en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. La imagen de Jill Biden sentada junto a Rania y a Matilde de Bélgica en la ONU en este acto celebrado en el marco de la 78ª Asamblea General de las Naciones Unidas era potentísima.

placeholder La reina Rania, con Jill Biden en la ONU.
La reina Rania, con Jill Biden en la ONU.

De aquello solo han pasado unas semanas, pero las sonrisas se han tornado en palabras duras, sobre todo para venir de una reina. "Todos los civiles tienen que ser protegidos, las vidas de los palestinos no tienen menos valor que las de los israelíes", dijo Rania esta semana en un duro mensaje desde sus redes sociales. "Estoy horrorizada por el ataque israelí al Al- Ahli Arab Baptist Hospital. Han muerto cientos de personas en el ataque más brutal a Gaza. Esta masacre es un crimen de guerra, una afrenta a la humanidad, y una llamada a la conciencia del mundo. Nuestras plegarias están con las víctimas y sus familias".

"Cada día que pasa nos acerca más, y cada año que pasa me muestra lo increíblemente bendecida que soy de pasar mi vida contigo. Feliz 30º aniversario, mi Rey". Con estas sentidas palabras acompañadas por una colección de imágenes de su vida (pública) juntos, la reina Rania de Jordania recordaba no hace mucho desde sus redes sociales el 30º aniversario de esa boda, celebrada un 10 de junio de 1993.

Abdalá II