Henri de Luxemburgo ya tiene clara la fecha de su abdicación: sus planes de futuro
El gran duque ha dado la sorpresa en varias entrevistas y ha confesado que ya tiene pensado cuándo va a dejar el trono ducal en manos de su hijo
La actualidad royal está esta semana en el centro de Europa por las visitas de Estado que realizan estos días los reyes Felipe y Letizia a Países Bajos y los grandes duques de Luxemburgo a Bélgica. Precisamente gracias a esta última, hemos tenido toda una sorpresa. Y es que, en las entrevistas previas a su viaje, Henri de Luxemburgo ha confesado que ya tiene clara la fecha de su abdicación.
El gran duque, que soplaba este lunes las velas junto a su homólogo belga, con el que casi comparte cumpleaños, ha concedido varias entrevistas a medios del país anfitrión con motivo de la visita de Estado que comenzaba esta mañana en Bruselas.
Una de ellas al programa 'Place Royal', para el que no tuvo ningún reparo en hablar de su abdicación: "Hay planes. Llegará el día en que habrá que hacerlo y tengo la intención de retirarme en algún momento. Es obvio", confesaba.
🎂 La visite d’État ne commence que demain mais le Roi et le Grand-Duc ont déjà quelque chose à célébrer ensemble : leurs anniversaires respectifs, qui tombent à un jour d’intervalle (15 et 16 avril) ! Joyeux anniversaire Sire et Monseigneur !
— Belgian Royal Palace (@MonarchieBe) April 15, 2024
📷 Bas Bogaerts pic.twitter.com/2oY9VJSdqC
Hay que tener en cuenta que en Luxemburgo es habitual que el jefe de Estado deje el cargo en manos de su heredero, sin que haya que esperar a su fallecimiento para que su sucesor asuma el cargo. La gran duquesa Carlota, abuela de Henri de Luxemburgo, sucedió a su hermana, María Adelaida, en 1919, abdicando en 1964. Su hederero, el gran duque Jean, hizo lo propio en 2000, dejando el trono en manos de su hijo mayor, el actual gran duque.
Por eso no debemos extrañarnos de que el marido de María Teresa de Luxemburgo tenga planes para cuando llegue el momento, aunque sí ha sorprendido que tenga tan clara la fecha. Ha sido el periódico belga 'La Libre' el que se atrevía estos días a preguntarle si sabía el día en que lo haría. Un dato que el gran duque Henri prefiere guardar en secreto, pero dejando claro que está más que pensado: "¡Sí, pero no te lo diré!".
Lo que sí ha querido congfesar Henri de Luxemburgo es que no ha dado vueltas a su abdicación y la cuestión de su sucesión él solo: "Todo esto se planifica en consulta familiar. Considero que es muy importante dar una perspectiva a los jóvenes. La transmisión y la confianza son los dos elementos esenciales en mi relación con mi hijo Guillermo", desvelaba a 'La Libre'.
En el caso de Luxemburgo, la proclamación del heredero no es automática tras la abdicación, como sí sucede en otras monarquías, sino que hay un proceso especial antes de obtener la titularidad al frente del gran dudado. Cuando llegue el momento, el actual heredero, Guillermo, será primero teniente-representante, un título que le permite ejercer, temporalmente, todas las prerrogativas políticas y jurídicas en nombre del gran duque, con el fin de familiarizarse paulatinamente con el cargo.
Sería una especie de puente entre el gran duque y su heredero, una transición que facilitaría a Guillermo de Luxemburgo poder adaptarse a su nueva situación, en la que también cobraría protagonismo su mujer, Stéphanie, y sus dos hijos, especialmente el mayor, Charles, al ser el siguiente en la línea de sucesión al trono.
Pero para eso aún quedan unos años. La gran duquesa Carlota tenía 78 años cuando abdicó; 79 tenía su hijo. Si Henri de Luxemburgo, con 69 recién cumplidos, sigue esta estela, podríamos tener su abdicación en una década, confirmando así esta norma no escrita de que los soberanos luxemburgueses no cumplan los 80 ocupando el trono ducal.
La actualidad royal está esta semana en el centro de Europa por las visitas de Estado que realizan estos días los reyes Felipe y Letizia a Países Bajos y los grandes duques de Luxemburgo a Bélgica. Precisamente gracias a esta última, hemos tenido toda una sorpresa. Y es que, en las entrevistas previas a su viaje, Henri de Luxemburgo ha confesado que ya tiene clara la fecha de su abdicación.