Los tres cambios de look de Máxima de Holanda en Filipinas: sin maquillaje, con chanclas y llena de perlas y diamantes

Máxima de Holanda sigue imparable con su agenda internacional. En esta ocasión le ha tocado viajar hasta Filipinas como defensora especial del secretario general de las Naciones Unidas para las finanzas inclusivas para el desarrollo. La reina holandesa tiene una forma muy particular de llevar a cabo este tipo de visitas. Durante los primeros días hace visitas de campo a la población para recopilar datos: escucha las necesidades que tienen los ciudadanos y se informa de todo. Y una vez ya tiene todos los detalles, el último día de la visita, se reúne con el Gobierno y demás autoridades para trasladarles los próximos movimientos qué deberían tomar.

De ahí que sus estilismos cambien tanto en el transcurso de la visita. Para su llegada a los países, Máxima muestra su forma más natural, sin maquillaje y casi sin peinar. En ocasiones incluso la hemos visto bajarse del avión con medias compresoras para evitar las piernas cansadas. Esta vez, en su aterrizaje en Manila, la argentina eligió un traje chaqueta negro, formado por una blazer que siempre le hemos visto en sus viajes como defensora especial de la ONU, y pantalón tipo culotte.

La ausencia de maquillaje y el pelo sin arreglar conformaron este look de Máxima, en la que las bailarinas destacaron casi de forma obligada. Hablamos de unas bailarinas destalonadas en dos colores, con la mayor parte del pie en tono camel y la puntera en negro. Se trata del modelo 'Manhattan' de la firma española Toral, aunque solo se encuentran a la venta en la tienda Paul Warmer de Ámsterdam.

La firma Toral es alicantina, pero es una de las grandes proveedoras de Paul Warmer, que tiene en su stock numerosos modelos de la marca española. Como la mayoría de sus diseños, este está fabricado en piel y está disponible en la web por 199 euros.

Tras su aterrizaje, volvimos a ver a Máxima visitando la isla de Talim para conocer una comunidad pesquera y visitar una de las típicas tiendas ’sari-sari', populares porque se venden artículos cotidianos. La reina optó por el vestido ‘Axelle’ de la colección de Vanessa Seward en colaboración con Bloom Paris y que está a la venta por 195 euros. Es una prenda frecuenta cuando viaja a países con clima tropical y también la utilizó en 2022 para visitar Tanzania.

Al igual que en aquella visita, volvió a combinar el vestido con unas sandalias de rafia tipo chanclas. Están hechas a mano con tejido tradicional marroquí y pertenecen a la colección de Carrie Forbes. Además, añadió un sombrero en tono camel con cinta oscura y que optó por quitarlo en cuanto el viento amenazaba con volárselo. Lo novedoso de este look fue el bolso, que a su vez fue un guiño a su país natal. En concreto, un diseño nuevo de LH Tejidos en azul marino que fue hecho a mano por mujeres tejedoras de Loma Hermosa, una localidad argentina cerca de Buenos Aires.

En su última jornada, en Manila, y para su encuentro con las autoridades, Máxima llevó su look más formal de todo el viaje. La reina recuperó de su armario un conjunto de la firma belga Natan, formado por un top de peplum blanco, con brocado de flores y una falda lápiz rosa, que estrenó en 2013. La ha alargado un poco para ajustarla a las nuevas tendencias que apuestan por las prendas por debajo de las rodillas.

La reina ha completado su estilismo con salones ante de Gianvito Rossi y una cartera de mano a juego. En cuanto a las joyas, ha apostado por las perlas y diamantes: unos pendientes largos, un broche que llevaba colgado del top y un anillo a juego.