La princesa Ingrid, salvadora de su madre, Mette-Marit de Noruega, en su visita conjunta a un hospital infantil
Madre e hija han protagonizado un acto conjunto este viernes con la futura heredera convertida en la mejor escudera para evitar las preguntas sobre Marius Borg
Da igual que la Casa Real se empeñe en poner el foco en otros temas: la polémica sobre Marius Borg sigue, especialmente después de los últimos movimientos del joven que se han conocido en Noruega. Por eso este viernes la princesa Ingrid se ha convertido en la salvadora de su madre, Mette-Marit, durante la visita conjunta a un hospital infantil, convirtiéndose en la protagonista y dejando, al menos por un rato, a su hermano mayor en un segundo plano.
Empezamos primero por los nuevos titulares relacionados con el joven, aunque son más de lo mismo que llevamos leyendo más de cuatro meses, desde que fue detenido por primera vez. Y es que, después de que su abogado confirmara hace unos días que Marius se estaba sometiendo a un proceso de rehabilitación, la policía noruega ha corroborado que, como se apuntaba, Marius está siendo de nuevo investigado por haberse saltado otra vez la orden de alejamiento.
Un incumplimiento que, como cuenta el periódico 'Se og Hør', habría sido a través del servicio de mensajería 'Signal', una aplicación donde las llamadas y los mensajes de texto están encriptados y solo pueden ser vistos por el emisor y el receptor. Además, el propietario puede hacer desaparecer la llamada, también el teléfono del destinatario, por lo que no es una herramienta que no levante sospechas precisamente.
Y llegamos a este viernes por la mañana, cuando estaba anunciada la visita de Mette-Marit y su hija Ingrid al ala infantil y juvenil del hospital Drammen, para compartir algún tiempo con pacientes que tienen que pasar en el centro gran parte de su tiempo debido a enfermedades crónicas. Una cita en la que la futura heredera ha servido de escudera, a todos los niveles.
Porque no solo Ingrid es un valor en alza para la Corona y ya se ha demostrado con gestos recientes, sino que además su madre también se ha empeñado en que se convirtiera en la gran protagonista, dejándole a ella el primer plano, también para las preguntas de la prensa, que ha evitado abordar la polémica de Marius, quizá avisados previamente de que no era el tema que a la princesa más le apetecía contestar.
Ha sorprendido, desde luego, que las preguntas no hayan girado en torno a la polémica y sí hayan sido mucho más blancas y amables. Los periodistas acreditados sí han preguntado a la propia Ingrid cómo era estar en el campamento de Skjold, aunque ha preferido no contestar. Sí lo ha hecho Mette-Marit, asegurando que es genial volver a tenerla en casa para las vacaciones de Navidad.
Pero aún hay otro gesto este viernes que deja claro el papel principal que, poco a poco, está asumiendo Ingrid Alexandra de Noruega. Estaba previsto a mediodía un almuerzo con el Gobierno en el Palacio Real, con los reyes Harald y Sonia y los príncipes herederos como anfitriones. Pero durante la visita a este hospital infantil, se anunciaba que también la princesa Ingrid participaría en él, haciendo así su debut en este acto.
Un paso que, a sus 20 años, indica el rol más destacado que va a tener, preparándose así para futura reina. De hecho, el Gobierno hace unas semanas planteaba un cambio en la Constitución para que la princesa Ingrid pudiera actuar como regente, algo que ahora solo se reserva al príncipe heredero.
De aprobarse, la futura heredera se convertiría, a pesar de su juventud, en una figura clave de la Casa Real. Un movimiento que haría, además, que las polémicas de su hermano mayor quedaran diluidas, algo que ya se está intentando con este papel principal que ha ido adquiriendo en los últimos meses, casualmente -o no- coincidiendo con el escándalo protagonizado por el hijo de la princesa Mette-Marit.
Da igual que la Casa Real se empeñe en poner el foco en otros temas: la polémica sobre Marius Borg sigue, especialmente después de los últimos movimientos del joven que se han conocido en Noruega. Por eso este viernes la princesa Ingrid se ha convertido en la salvadora de su madre, Mette-Marit, durante la visita conjunta a un hospital infantil, convirtiéndose en la protagonista y dejando, al menos por un rato, a su hermano mayor en un segundo plano.
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