La familia real de Mónaco celebra la noche de San Juan: del elegante vestido de Charlène al look francés con flores de Gabriella
El matrimonio formado por Alberto y Charlène, acompañado de sus hijos mellizos, celebró la tradicional noche de San Juan saliendo al balcón del Palacio Grimaldi con nuevos atuendos
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Como cada 23 de junio, la familia real de Mónaco cumplió con la tradición y salió al balcón del Palacio Grimaldi para celebrar la noche de San Juan. El príncipe Alberto, su mujer, Charlène, y sus hijos mellizos, los pequeños príncipes Jacques y Gabriella, se ataviaron con sus mejores galas para presenciar en directo la hoguera que da paso a la noche más mágica del año.
Desde el balcón real, el matrimonio y sus hijos también contempló la actuación en directo de 'La Palladienne de Monaco', una banda que tiene como objetivo mantener los bailes tradicionales de aquel país, así como la bendición por parte de un sacerdote. Todo, frente a la hoguera levantada en el patio que se encuentra frente al palacio. Un momento familiar que nos dejó nuevos looks de madre e hija.
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Con un fondo de armario repleto de firmas internacionales y casas de moda de lujo, para la noche de San Juan, Charlène lució un nuevo diseño muy elegante y su hija, la princesa Gabriella, un look con sello francés fabricado en tul con flores 3D.
Vamos por partes. Valorado en unos 3.600 euros, el modelo que la mujer de Albero de Mónaco acaba de incorporar a su guardarropa es de la firma Akris. De origen suizo, fue fundada en 1922 en la ciudad de San Gall por Alice Kriemler-Schoch. Desde entonces, la empresa familiar ha pasado por varias generaciones, con Albert Kriemler tomando las riendas creativas en 1980 y expandiendo la marca a nivel internacional. No es el primero (ni será el último) vestido de la mencionada marca que Charlène lleva.
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Confeccionado con un tejido de organza en color azul marino, uno de los más elegantes de la paleta cromática, es un vestido que presenta un estampado a cuadros en relieve. De cuello redondo, sin mangas, con la cintura marca y de ahí, una falda en línea A de largo midi, cuenta con un cierre de cremallera oculta en la espalda. Aunque desde la enseña lo combinan con un cinturón fino de piel en el mismo tono del vestido, la princesa monegasca apostó por lucirlo sin ningún elemento más.
Su hija, Gabriella, también llevó un vestido, pero de una firma de origen francés. Es parte del catálogo de Bonpoint, otra habitual en el armario de la pequeña, y que se caracteriza por sus diseños meticulosos, materiales de alta calidad y atención al detalle, utilizando la fabricación francesa en la mayoría de sus productos
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En su caso, estaba confeccionado con un tejido de tul y uno de crepe en la base, todo en blanco roto. La parte superior de la pieza, la de tul, estaba bordada con flores en 3D por todo el corte, presentaba el cuello redondo con una blonda, manga corta amplia y silueta evasé que quedaba justo por debajo de las rodillas.
En lo que sí que coincidieron madre e hija fue en el peinado: ambas optaron por recogerse el pelo en un moño bajo, dejando el flequillo suelto por el rostro. Complicidad y gestos de cariño, se sumaron a la estampa familiar vivida y vista en el balcón del Palacio Grimaldi.
Como cada 23 de junio, la familia real de Mónaco cumplió con la tradición y salió al balcón del Palacio Grimaldi para celebrar la noche de San Juan. El príncipe Alberto, su mujer, Charlène, y sus hijos mellizos, los pequeños príncipes Jacques y Gabriella, se ataviaron con sus mejores galas para presenciar en directo la hoguera que da paso a la noche más mágica del año.