Los tribunales de EEUU decidirán si Cristiano Ronaldo se queda sin calzoncillos

Cristiano Ronaldo es un hombre con suerte. Famoso por su trabajo, inmensamente rico y con una novia modelo, Irina Shayk, de proporciones casi perfectas. Pero los ricos también lloran o, al menos, tienen contratiempos.

Mundialmente conocida es la marca de ropa que tiene el jugador. Su nombre, CR7, nace de sus iniciales y de la camiseta que viste en el terreno de juego. Se trata de una firma que abarca desde la imagen del crack, a ropa, underwear y complementos. Su marca está registrada y es sinónimo de éxito allá por donde se comercializa. No obstante, el jugador, que pretende adentrarse ahora en el mercado norteamericano, se ha encontrado con un obstáculo.

Al igual que David Beckham, que comercializa su marca de ropa interior para H&M, Cristiano pretende hacer lo mismo en Estados Unidos. Pero Christopher Renzi, un entusiasta del fitness, parece no estar dispuesto a ponérselo fácil. Renzi registró en el instituto de marcas y patentes de Estados Unidos la marca “CR7” en el año 2009, que comercializa ropa deportiva y productos de fitness. El joven alega que la marca es alusiva a sus iniciales y el 7 se debe a que nació el 7 de octubre. Al estar su marca registrada con anterioridad en tierras del tío Sam, puede que Cristiano lo tenga muy difícil para vender allí su marca de ajustada ropa interior.

En declaraciones a la agencia Reuters, Renzi ha declarado que ha demandado al jugador y a la empresa danesa que comercializa sus productos, JBS Textile Group, por acoso. Según el gimnasta, desde hace varios meses, la empresa le viene presionando para que cambie el nombre de su marca. Del mismo modo, dice que los abogados de Ronaldo están ejerciendo toda su influencia en el Instituto de marcas y patentes, para que la CR7 de Renzi sea declarada marca nula.