Así es como debes cuidar la piel de tu rostro si te has quemado tomando el sol
Mejillas, nariz o frente suelen ser zonas habituales de las quemaduras solares pero ¿sabemos realmente cómo tratar el rostro tras esas rojeces veraniegas?
La piel del rostro es una de las más sensibles de todo el cuerpo, de ahí que se recomiende utilizar protector solar de amplio espectro sobre ella durante todo el año. Sin embargo, esta misma fragilidad choca de lleno con la realidad: las zonas más expuestas al sol son rostro y manos, lo que hace que precisamente sean estas en las que aparecen los primeros signos de la edad como consecuencia de esta sobreexposición al astro rey.
Es en las primeras exposiciones -sin el adecuado protector solar- como un paseo por la naturaleza, salir a correr a plena luz del día o directamente las primeras jornadas de playa, cuando el sol deja en nuestro rostro un tono rojizo seguido de una notable sensibilidad. Nos hemos quemado la cara, suele pasar, aunque a la larga es peligroso. Si el daño está hecho, existe una rutina de cuidados para sobrellevar la quemadura y cuidarla de los efectos secundarios.
¿De qué tipo de quemadura se trata?
Desde Laboratorios Phergal nos explican que existen grados que delimitan el tipo de quemadura. Las quemaduras epidérmicas (de 1º grado) afectan a la epidermis y se caracterizan por sensación de escozor y quemazón. La piel se ve seca y se nota caliente al tacto, con una ligera hipersensibilidad. Su tiempo de cura es inferior a una semana. Las quemaduras dérmicas superficiales afectan a todos los estratos epidérmicos y se trata de quemaduras dolorosas que tardan entre una y dos semanas y pueden dejar cicatriz.
Aunque el mal ya esté hecho, no hay que abandonar las buenas rutinas y no debes salir de casa sin haberte aplicado una capa de protector solar. A lo largo del día estamos expuestos al sol de una forma directa o indirecta mucho más de lo que creemos. Al salir a la calle a hablar por teléfono cuando estamos en el trabajo, al conducir, al hacer deporte al aire libre… Utiliza a partir de un SPF30 para asegurarte de que la piel esté bien protegida.
La hidratación, como siempre, es fundamental. Al quemarse, la piel no solo está irritada sino que también pierde luminosidad y se reseca, por ello mantener el agua dentro de ella es de vital importancia, además de prevenir la aparición de líneas de expresión y otros signos de la edad. También es importante evitar que la zona se infecte. Diego Hoyos, director científico de Phergal Laboratorios recomienda usar geles y champús suaves y que aporten prebióticos para favorecer la reconstrucción de la microbiota. "Los mecanismos de defensa de la piel se han debilitado, tanto el estrato córneo como la microbiota", asegura.
Según la AEDV (Academia Española de Dermatología y Venereología), tras los periodos de exposición al sol es necesario hidratar la piel con cosméticos hasta dos veces al día. Si te has quemado, aplica una hidratante por las mañanas y reaplica a mediodía, cuando notes que la piel ya ha absorbido la crema. Puedes recurrir a una bruma hidratante que calme la piel y la deje con una sensación de frescor y repetir la acción varias veces al día.
La limpieza es un paso fundamental en el proceso de recuperación. Conforme pasan los días, la piel quemada se seca y va cayendo. Para eliminar estas células muertas y acelerar un poco el proceso, un peeling superficial ayudará a limpiar la piel y dejar que respire. Sin embargo, hay que tener cuidado con la agresividad de la exfoliación ya que la piel está sensibilizada. Recurrir a un especialista dermatólogo es una buena opción según los expertos de la AEDV, quienes también recomiendan limpiar la piel a diario con cosméticos con un pH no alcalino.
Como decíamos, el agua termal es otra opción que puede limpiar y calmar tu piel ya que contienen un pH similar al del agua. El Agua Termal de Avène, 9,80€ en Amazon tiene un pH neutro de 7,5 (el agua se encuentra en el 7) y por ello no resulta agresivo con la piel.
El Desmaquillante Espuma de Agua Micelar Limpiadora para pieles sensibles de La Roche Posay, 12,63€ en PromoFarma también puede ayudarte a deshacerte de residuos sin irritar la piel gracias a su pH fisiológico.
Si prefieres las texturas en gel -más ligeras-, Simply Clean Gel: textura gel para la piel normal/mixta de La Roche Posay, 48€ en PromoFarma, que ayuda al peeling gracias a los hidroáxidos y también calma, suaviza y actúa como astringente a través de sus activos botánicos.
En caso de que la quemadura también afecte a la zona del contorno de los ojos, también el Desmaquillador de ojos de Diadermine, 6,98€ en Amazon, que respeta el pH de la piel, es el ingrediente para una limpieza completa.
En tu lista de la compra cosmética
El ácido retinoico (o sus alternativas) y los hidroxiácidos son palabras con las que debes comenzar a familiarizarte en el viaje por la recuperación de la piel quemada. Los hidroxiácidos ayudan a eliminar las impurezas de una forma muy suave y por ello cosméticos que lo contengan te ayudarán a purificar poco a poco la piel.
El ácido retinoico o retinoides son moléculas de la vitamina A y fomentan la producción de colágeno, elastina y ácido hialurónico, además de contribuir a la eliminación de las manchas y favorecer la renovación de la piel; es decir, hidratan y renuevan la piel, justo lo que esta necesita después de la quemadura solar.
En la rutina, después de limpiar la piel toca seguir con los pasos habituales; esto es, el sérum y el tratamiento hidratante. Eso sí, si contienen los ácidos citados anteriormente así como vitaminas E (potente antioxidante) y C (a modo de regenerador), mucho mejor.
Para acelerar la reparación celular mientras duermes, el sérum Nightly Refining Micro-Peel Concentrate de Kiehl’s, 46'85€ en El Corte Inglés, actúa como un peeling que devuelve la luminosidad a la piel a la vez que iguala su tono y contribuye a una mayor suavidad.
“Es importante el uso de cosméticos que ayuden a regenerar el tejido dañado”, aseguran Diego Hoyos, director científico de Phergal Laboratorios. Los tratamientos formulados con células madre vegetales de Atashi ayudan a regenerar tanto la epidermis como la dermis. Crema Hidratante Regenerante de la Terapia Antioxidante Longevité de Atashi, ahora 38€ en El Corte Inglés, protege la piel tras los excesos solares, aporta una profunda sensación de hidratación y confort gracias al ácido hialurónico, además de proteger frente a los daños oxidativos de la contaminación.
L’Institut Youth Resurfacing Peel de Darphin, 49,25€ en PromoFarma, para un peeling botánico que devuelva luz y suavidad y reduzca la apariencia de los poros. No está indicado para pieles sensibles.
Después de un intenso día de exposición solar, una mascarilla nutritiva puede funcionar como bálsamo reparador, logrando que no sintamos la piel tan irritada. Aplicada después de la limpieza, la Mascarilla Facial Hidratante & Nutritiva de Apivita, 3,50 € en El Corte Inglés, con vitamina E deja la piel suave, además de revitalizar la piel y aportar una agradable sensación de nutrición.
Un potente antioxidante para reducir la hiperpigmentación aplicado por la mañana (sin olvidar el foto protector) y por la noche antes de la crema de noche, como Phloretin Cf de SkinCeuticals, c.p.v., es capaz de estimular la síntesis de colágeno y mejorar la textura e iluminación de la piel, además de proporcionar protección frente a UVA y UVB.
Las noches son el momento perfecto para aplicar los tratamientos más intensivos ya que el ritmo celular se acelera y los nutrientes penetran con mayor facilidad en la piel. Las mascarillas con vitamina E como Hyaluron-Filler Noche Peeling and Serum de Eucerin, ahora 38,55€ en El Corte Inglés, potencian la producción de colágeno logrando una piel más hidratada gracias al ácido glicólico, además de reducir los signos de la edad y mejorar la luminosidad de la piel, todo ello gracias a un polihidroxiácido de nueva generación, la glucolactona.
También como bálsamo nocturno reparador, White Lucency Recovery Night Cream de Shiseido, 89€ en El Corte Inglés, con vitamina C ayuda a homogeneizar el tono y devolverle la luz a la piel. Trata las manchas y ayuda a prevenir su aparición.
Las mascarillas nocturnas pueden convertirse en la solución inmediata a los daños del sol para despertarte con una piel visiblemente renovada, un pequeño paso para recuperar la piel tras la quemadura solar. Por ejemplo,
Y ahora que el protocolo posbronceado fallido ya es nuestro, solo queda esperar, hidratarse mucho y no repetir los errores del pasado. No tenemos una segunda piel, así que antes de salir a la calle, nunca lo hagas sin un fotoprotector de al menos 30SPF.
La piel del rostro es una de las más sensibles de todo el cuerpo, de ahí que se recomiende utilizar protector solar de amplio espectro sobre ella durante todo el año. Sin embargo, esta misma fragilidad choca de lleno con la realidad: las zonas más expuestas al sol son rostro y manos, lo que hace que precisamente sean estas en las que aparecen los primeros signos de la edad como consecuencia de esta sobreexposición al astro rey.
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