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No son ondas surferas, lo que ves son 'scandi waves' y son aún más fáciles de hacer
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Para las melenas del verano

No son ondas surferas, lo que ves son 'scandi waves' y son aún más fáciles de hacer

Melenas ondeantes repletas de ondas tipo Daryl Hannah se han apoderado de Instagram pero, a diferencia de otros veranos, la inspiración no llega de EEUU sino de la península escandinava

Foto: La influencer danesa Emili Sindlev con sus famosas 'scandi waves'. (Instagram/@emilisindlev)
La influencer danesa Emili Sindlev con sus famosas 'scandi waves'. (Instagram/@emilisindlev)

La naturalidad les ha ganado la partida a los look superproducidos que precisan de horas de elaboración y un constante mantenimiento. En lugar de los moños noventeros o aquellas boxer braids que las Kardashian popularizaran, este verano el peinado por excelencia, cómodo, favorecedor y muy sencillo son las ondas, pero no vale con cualquier onda

La tendencia del 2022 son las ‘scandi waves’ u ondas escandinavas y, como su nombre indica, vienen de esa región del norte de Europa que se ha convertido en el nuevo paradigma de la moda.

Sin necesidad de texturizar el cabello, ni siquiera utilizar una fuente de calor para crearlas -existen varias técnicas-, las ondas escandinavas son una versión pulida de las ondas surferas que cada verano vuelven a convertirse en tendencia. La diferencia es que, como ocurriera con las largas y ondulantes melenas de sirena, todas las ondas siguen la misma dirección, creando un efecto casi zigzag similar al de ‘1, 2, 3… Splash!’ pero tomando mechones más gruesos y, por tanto, reduciendo el volumen de las clásicas melenas rizadas.

La idea está en crear una onda más cerrada que la surfera pero menos artificial que la de las melenas de sirena. De entrada, en las scandi waves, la onda nace prácticamente de la raíz, como imitando el comportamiento de un cabello de naturaleza ondulada. El mejor ejemplo de las ondas escandinavas es la estilista e influencer danesa Emili Sindlev. La joven siempre ha marcado sus ondas naturales, desdibujándolas a continuación con un peine de dientes anchos. Las ondas comienzan a la altura de la mirada y mantienen la misma definición a lo largo de todo el cabello.

Se destierra de este modo el efecto de ‘bucle princesa’, en el que solo se marca de medios a puntas la onda, en pro de una melena más salvaje y con volumen, perfecta tanto para ser accesorizada como para llevar sola.

Aunque habitualmente vemos las scandi waves en melenas muy largas, el peinado se adapta también a las medias longitudes e incluso a los largos tipo bob. Sin embargo, en un momento en el que los largos XXL se han convertido en el corte de pelo de la generación Z, avalada por cantantes como Dua Lipa o actrices como Ester Expósito y siempre extensiones mediante, las ondas escandinavas son la excusa perfecta para que personas de cualquier edad puedan llevar una melena muy larga, sin que quede artificial.

Nos encontramos inmersos en un momento de completa devoción hacia los melenones. Lo demostraron Kaia Gerber, Blake Lively y varias invitadas a la Met Gala, pero también Donatella de la mano de las Hadid para la última campaña de Versace… La prensa internacional acierta en llamar a estas largas melenas repletas de ondas direccionadas e inspiración medieval como melenas Botticelli o prerrafaelitas… Más que de la escuela, depende del país en el que se analicen los looks.

Cómo se hacen las scandi waves

Si las arquitectónicas melenas que vemos sobre las alfombras rojas requieren de varias manos acicalándolas, además de sendos postizos, las ondas escandinavas arrasan precisamente por su sencillez. Existen dos formas para lograr ese bucle en zigzag, uno con calor y el otro sin él. Uno más rápido y otro más largo… Pero ambos son tan fáciles que no se necesita el aderezo de un profesional para lograrlos, de ahí que se hayan convertido en el peinado al que más recurren las influencers.

placeholder El paso a paso de las ondas de Chrissy Teigen. (Instagram/@chrissyteigen)
El paso a paso de las ondas de Chrissy Teigen. (Instagram/@chrissyteigen)

Si no quieres acercar una fuente de calor a tu melena, dormir con el cabello recogido en trenzas bastará. Lo importante es no realizar una sola trenza, sino varias, con mechones más finos, para conseguir ondas más eléctricas y con ese efecto marino similar al de las ondas de sirena. A la mañana siguiente, basta con deshacer las trenzas y peinar el cabello con los dedos o con un peine de dientes anchos, pudiendo rematar el efecto con un aceite seco o de tratamiento para un plus de brillo e hidratación.

En el caso de utilizar el calor, el tiempo de realización es mucho menor y solo habría que utilizar un protector y un rizador triple. La tenacilla que se hiciera viral durante el confinamiento dibuja tres ondas en una sola pasada y el bucle que se crea es la semiesfera perfecta de las scandi waves. Dependiendo del tiempo que se deje el rizador sobre el cabello -es importante no trabajar con mechones muy gruesos-, el bucle quedará más o menos marcado, siendo opcional deshacer las ondas.

Más allá de la sencillez del look, el efecto más uniforme y con volumen de las ondas escandinavas es el otro factor del éxito del peinado de cara a este verano, convirtiéndose en un look versátil, capaz de colarse en el Met, en un plan piscinero o en la boda de tu hermana (como Khloé Kardashian).

La naturalidad les ha ganado la partida a los look superproducidos que precisan de horas de elaboración y un constante mantenimiento. En lugar de los moños noventeros o aquellas boxer braids que las Kardashian popularizaran, este verano el peinado por excelencia, cómodo, favorecedor y muy sencillo son las ondas, pero no vale con cualquier onda

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