La inalterable coleta de Tamara Falcó, su truco más chic para sobrellevar los momentos complicados

Muchas estrellas televisivas no se atreven jamás a cortarse el pelo o cambiar de coloración, pero luego está Tamara Falcó. La diseñadora ha llevado el pelo largo, la melena bob, la midi, flequillo, ondas naturales, pelo sleek… Simplemente, Tamara se atreve, prueba y repite lo que le funciona. Igual que un buen cocinero, prueba sus creaciones antes de servirlas y se apunta la receta para platos especiales.

Esto es justo lo que ocurrió cuando Tamara transformó su melena en el bob más exitoso de la televisión -que no el primero, ese fue el de Ana Blanco-, nada más proclamarse ganadora de 'Master Chef Celebrity'. Desde entonces, el afilado corte de pelo a la altura de la barbilla se ha convertido en su look más celebrado e identificativo.

De este fructífero romance entre la media melena más chic y la socialité ha surgido la siempre acertada coleta baja, un peinado que comenzó a coger fuerza en el street style europeo y que ahora es todo un referente de estilo. Desde las semanas de la moda de Dinamarca hasta los icónicos looks de la alemana Leonie Hanne, el peinado, ultrapulido en una clara intención de despejar el rostro, es una herramienta clave para simplificar cualquier aparición con una cualidad no suficientemente valorada en el terreno de las tendencias: la comodidad.

En el caso de Tamara Falcó, la coleta en la nuca, con una marcadísima raya central y el evidente auxilio de los texturizadores y fijadores de cabello, le aporta la ansiada pulcritud a todos sus estilismos. Bien sea para acudir a un photocall, debatir en 'El hormiguero' o elaborar una receta enfundada en su chaquetilla de chef, el peinado se repite una y otra vez.

Pero, como decíamos, la microcoleta pulida de Tamara Falcó tiene truco. En más de una ocasión, ella misma ha confesado que no es demasiado diestra con las herramientas de moldeado del cabello, lo que explica, en parte, dos de sus peinados estrella: las ondas naturales y con volumen y la coleta baja. Mientras uno lo logra aplicando Le Spray Volumen de Sisley (de la que es imagen), para crear su recogido fetiche, la clave está en un cepillado cuidando la fibra capilar y un producto para finalizar el peinado y aportar brillo, en su caso, el L’Huile Précieuse Cheveux, de la misma marca.

Una de las particularidades del corte de pelo de Tamara está no solo en que es recto para engrosar las puntas y ganar volumen, sino en que incorpora sutiles capas, con un ligero desfilado en torno al rostro. De este modo, las facciones de la diseñadora quedan acentuadas pero sin escalones muy marcados. Detrás de este buen corte, hay, sin embargo, un pequeño contratiempo y es que, cuando Tamara quiere recoger su cabello, siempre hay mechones que se liberan, si no nada más cerrar la goma, con el paso del tiempo.

Estas capas hacen imposible un recogido en la coronilla o a media altura, dejando la nuca como única opción. Entra entonces en juego la coleta baja, a la altura de la nuca. Gracias al corte bob, lo que parece una melena corta se transforma en una gruesa coleta con volumen y una redondeada forma más elegante que un frío efecto liso pulido. El problema llega cada vez que Tamara acude a retocar su corte de pelo. Los mechones frontales dejan de ser capturados por la goma de pelo.

Es ahí cuando el fijador se convierte en su aliado. Bien sea previo al peinado o pulverizado al final, para conseguir que tocados los diminutos mechones queden fijados, creando un peinado pulido y de efecto terso, es necesario aplicar un tratamiento que selle el peinado, controle el frizz y ese acabado ultrabrillante. La raíz del cabello queda pulida y cualquier posibilidad de firzz controlada con ayuda de laca.

En alguna ocasión, la socialité ha mencionado el dúo formado por el acondicionador La Crème 230 y L’Huile Précieuse, ambos de la línea Hair Rituel de Sisley. El primero es una crema hidratante que no necesita de aclarado y que facilita el peinado sobre el cabello húmedo, es decir, de este modo le da la textura deseada al cabello antes de recogerlo para sellar las puntas y aportar brillo a la cola de caballo con un poco de aceite hidratante.

De este modo, el peinado más sencillo del mundo se ha convertido en el peinado estrella de Tamara Falcó: texturizar, marcar la raya en medio, cepillar, recoger y rematar.