Por qué a partir de los 25 necesitas ácido hialurónico (y de qué forma aplicarlo)

Un vistazo a Google con el término 'ácido hialurónico' dice mucho: se busca cada 0,59 segundos. Y no es extraño, ya que es el activo que el cuerpo fabrica para hidratar, entre otros tejidos, la piel, y responsable de que esta luzca fresca y lozana. Lo que ocurre es que, a partir de los 25 años, su producción empieza a ponerse perezosa, de manera que se inaugura la etapa en la que hay que proporcionarlo desde fuera. A saber: con sérums, cremas y mascarillas, y también, si se quiere, mediante técnicas de infiltración.

Si nos detenemos un poquito, las posibilidades son infinitas: que si tres pesos moleculares distintos en cosmética, que si inyección superficial para hidratar o más profunda para rellenar, que si más o menos reticulado. Vamos, ¡ni con un máster! Por eso hemos pedido ayuda a varios expertos. Primero definiremos el ácido hialurónico. “Se trata de un polisacárido (básicamente almidón) que ya está presente en los tejidos cutáneos y que actúa como una especie de almacén de moléculas de agua. Gracias a él tenemos un cutis jugoso; se considera el agente de riego del colágeno, que a su vez mantiene la piel elástica, hidratada y tonificada”, señalan las Dras. Mar Mira y Sofía Ruiz del Cueto.

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Cuando llegan los 25, la piel por sí sola se vuelve incapaz de reponer sus niveles de agua y toca empezar a aplicar un sérum o crema hidratante con hialurónico en la rutina de cuidado facial para restablecer la barrera hidrolipídica, según la Dra. Mira. Por su parte, la Dra. Ana Revuelta, experta en medicina estética y asesora de Merz Aesthetics, añade otros culpables de que el ácido huialurónico disminuya y el colágeno se degrade: “También se debe a los efectos de la contaminación, el sol y el estrés, por lo que en la actualidad recomendamos la infiltración con ácido hialurónico como tratamiento preventivo con un objetivo: frenar el envejecimiento y cuidar nuestra piel”. Gracias a las redes sociales, la información sobre la molécula está en primera fila, porque se ha convertido en “el activo de moda” y tanto TikTok como Instagram dejan constancia en sus hashtags y posts. Pero como todo lo que lo peta en el universo virtual, hay que tener cuidado.

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“En mi opinión, las redes sociales son el gran enemigo de la gente joven con respecto a la medicina estética. Se dejan influir por famosos e influencers, y el mostrar sus rostros con filtros hace que se produzca dismorfia”, denuncia la Dra. Revuelta para referirse al tan común trastorno que lleva a la obsesión por los defectos percibidos y a una imagen distorsionada. ”Recurren sobre todo al aumento de labios, en ocasiones desproporcionado para la anatomía del paciente. Debemos tener en cuenta no saltarnos los cánones de belleza e intentar que los resultados sean bonitos y naturales, sin olvidar algo esencial: que acudan a un médico especialista para realizarse estos tratamientos estéticos”, continúa.

La especialista aplica las inyecciones con Belotero Revive, “un revitalizador que combino con ácido hialurónico y glicerol para mejorar la calidad, hidratación y elasticidad de la piel, alisando las líneas de expresión y consiguiendo reducir el enrojecimiento. La utilización de hialurónicos que aporten una reticulación dinámica y tengan una matriz cohesiva polidensificada es esencial para obtener resultados armónicos”.

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Si nos centramos en la rutina diaria, la oferta, como decíamos, es inacabable. Una manera de medir su calidad es, según la Dra. Revuelta, por su peso molecular. “Cuando un ácido hialurónico es de un peso molecular bajo, es capaz de penetrar en las capas más profundas de la piel y permitir acumular agua en el interior de nuestra dermis, aportando humedad, firmeza y difuminando arrugas. Sin embargo, si tiene un peso molecular alto, no va a penetrar en la barrera cutánea, aunque sí va a formar una barrera al unirse con la queratina de la piel, impidiendo la evaporación y aportando hidratación”.

Aquí tenemos la pista. El primero hidrata. El segundo, evita la evaporación: ambas, funciones necesarias. Luego está el cómo “nos portemos” con el resto de rutinas: aunque no hay estudios concluyentes de que beber mucha agua hidrate la piel, sí se sabe a ciencia cierta que al humectar los órganos y tejidos, estos están más saludables, y el primer paso para una piel bonita es una piel 'healthy'. A su vez, los expertos en nutrición recomiendan alimentos que aporten agua y grasas saludables para gozar de una piel flexible. Entre los primeros, frutas como la sandía o el pepino; entre los segundos, el aguacate, los frutos secos, el pescado azul o el aceite de oliva virgen.