Siete gestos que debes hacer para lucir un cabello con volumen y brillo

La salud de nuestra melena y su aspecto dependen de muchísimos factores. Aquí enumeramos algunos para que puedas lucir un cabello con todo el brillo y volumen que buscas.

Vigila tus hormonas

Un desajuste hormonal puede afectar también al grosor de tu pelo. Las más afectadas suelen ser las mujeres con desequilibrios en la tiroides, las embarazadas y las menopáusicas, debido a la caída en los niveles de estrógeno. “A partir del segundo trimestre del embarazo suben los estrógenos, momento en el que se luce pelazo, pero en el posparto se produce una caída brusca, denominada efluvio telógeno, que es transitoria y reversible con la ingesta de suplementos vitamínicos”, explica Marta García-Legaz, dermatóloga-tricóloga y divulgadora médica en Instituto Médico Ricart, quien también habla de cómo afectan las hormonas durante la menopausia: “El descenso de dichos estrógenos durante esta época también causa la caída del cabello, que se vuelve más fino, con tendencia a romperse y puede agravar una ya iniciada alopecia androgénica”.

Además, el estrés tampoco ayuda a la hora de lucir melenón. “En situaciones de estrés aumenta una hormona llamada cortisol, que parece que está relacionada con la alteración en el ciclo de crecimiento del pelo –este sigue tres fases: anágena, catágena y telógena–, que entra de golpe en fase telógena o de caída”, desvela la misma doctora. Procura tomarte las cosas con algo más de filosofía y meditar a diario y verás como tu pelo también lo agradece.

Sigue una alimentación apropiada

Una dieta saludable y rica en ácidos grasos (aceite de oliva virgen extra, aguacate, salmón o nueces), como lo es la del doctor Perricone que tanto le gusta a la reina Letizia, ayuda también al crecimiento del cabello y reduce la inflamación del cuero cabelludo. Además, la tricóloga de Instituto Médico Ricart también enumera algunos de los alimentos que pueden ayudarte a mantener el pelo sano: la uva (vitaminas del grupo B especialmente B6, vitamina A y antioxidantes), el té verde (polifenoles y catequinas), la soja (isoflavonas, calcio hierro, magnesio, vitamina E y folatos), el chocolate negro sin azúcares añadidos y con al menos 75% cacao (zinc, magnesio, hierro, calcio, zinc, cobre, fosforo, potasio, vitaminas A, B, C, E y antioxidantes naturales), cítricos como la naranja (vitamina C), la calabaza (vitaminas A y B, hierro y zinc), berberechos (hierro), alimentos de hoja verde (ácido fólico), setas (calcio, hierro, zinc y vitaminas A, B y C), pescado (rico en minerales fósforo, hierro, magnesio y vitamina B7), frutos secos (calcio, hierro, vitaminas B y E), las almendras (vitaminas grupo A E D y C), etc.

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Y recuerda que también puedes ayudarte de los suplementos vitamínicos para el mantenimiento de un pelo sano. “Estos contienen vitaminas del grupo B, como la B3 (niacina), B5 (ácido pantoténico), B6 (piridoxina), B7 (biotina), B9 (ácido fólico), B12, y vitaminas A, C (antioxidante) D y E; así como minerales como el zinc, el selenio o el cobre, que son perfectos, sobre todo, en la época de las caídas estacionales o efluvios”, concluye García-Legaz.

Lávate la cabeza adecuadamente

Una limpieza propicia de la cabeza comienza por la temperatura del agua, que debe ser apta para la salud tanto del cabello como del cuero cabelludo. “Esta no debe de ser muy caliente para no dañar, pero tampoco demasiado fría, porque si no, no se puede eliminar la suciedad y limpiar los folículos capilares correctamente”, aconseja Sandra Sadler, estilista y codirectora del salón Coolday. “Lo ideal es que esté entre 30 y 36 ºC, aunque para el último aclarado es preferible usar agua más fresquita para así volver a cerrar las cutículas del cabello –estas se han abierto con el calor para dejar actuar a los principios activos de los productos lavantes o de tratamiento– y devolverle el brillo”, prosigue.

Después, debes saber que “la elección del champú debe ser en función de lo que necesita tu cuero cabelludo, no tu pelo, y que esta debería de estar siempre asesorada por un profesional”, recuerda Sadler. Dentro de la ducha “es importante que repartas la cantidad correcta (el equivalente a una nuez), pues un exceso de producto podría alterar el microbioma capilar y agredir tanto al cuero cabelludo como al cabello (picores anormales, dermatitis seborreica, descamación, alteración del crecimiento del cabello…)”, añade. Posteriormente, podrás tratar con acondicionador con o sin aclarado (perfecto para desenredar), pomada (hidratación para un cabello ligeramente seco) o mascarilla (para melenas deshidratadas), según las carencias y necesidades de tu melena.

Péinate de la manera correcta, que la hay

Tanto el daño como la rotura también pueden deberse a una técnica inadecuada de cepillado. “La mejor manera de desenredar es cuando tenemos el acondicionador o mascarilla aún puestos. Intenta hacerlo con los dedos suavemente para evitar posibles tirones. Y a la hora de aclarar, no enredes el cabello de nuevo”, sugiere el hair-designer (estilista, colorista y experto en el cuidado capilar) Juandiegoteo.

“Cuando vayas a desenredar, comienza por las puntas y ve subiendo hacia las raíces. Y recuerda que el pelo mojado es más frágil que cuando está seco, por lo que debes evitar los tirones bruscos para que no se rompa”, agrega. También será mejor que optes por un cepillo de cerdas suaves.

Usa productos capilares voluminizadores

Las gamas específicas de volumen son maravillosas y están compuestas por champús o sprays de peinado, sin olvidarnos de la espuma. “Personalmente, me encantan las espumas, que aplico en la raíz para después trabajarlas con cepillo y secador”, desvela el hair-designer. Pero también están las fibras texturizadoras, “que son una opción muy cómoda para las que no dominan tanto las herramientas de peinado”, añade. ¿Cómo aplicarlas? En la zona donde deseas crear un extra de volumen. Y un producto muy cómodo y sencillo es el spray texturizador, que contiene un polvo muy fino para engrosar el cabello y es apto tanto para usarlo en la raíz como en la fibra capilar.

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Eso sí, los productos que deberías evitar son “los sérums y el uso excesivo de acondicionadores, ya que en algunos casos aportarían peso a la melena y el peinado aguantaría menos”, matiza.

Evita las herramientas de calor

“El calor es uno de los peores enemigos del cabello porque favorece la deshidratación, puesto que provoca la pérdida de agua y de lípidos que componen la fibra capilar. Por no hablar de que este favorece el encrespamiento, así como también estimula el desvanecimiento del color y hace que la melena se quede sin brillo, opaca”, afirma Juandiegoteo. Lo ideal sería dejar que el cabello se seque al aire, pero como sabemos que en muchos casos pedir eso es como pedir que ocurra un milagro, toma nota de los trucos que propone el mismo experto para minimizar el daño:

Deja el mayor tiempo posible la toalla enrollada en el cabello para que absorba la humedad.

- Procura que la melena se seque al aire un 70% y finaliza con el secador. De esta manera aplicarás calor directo el menor tiempo posible.

- Intenta secar y moldear a baja temperatura. Lo suyo es que no sobrepases los 185 ºC.

- A la hora de hacer ondas con plancha o tenacillas procura coger mechones lo más gruesos posible.

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No te olvides del cuero cabelludo

Un cuero cabelludo asfixiado puede dar lugar a un cabello frágil y sin brillo. Por eso es importante usar un champú detox o un exfoliante capilar una vez a la semana para así eliminar el exceso de producto de la superficie (sobre todo si usas habitualmente champú en seco).

También es aconsejable recurrir a un sérum estimulante o nutritivo, dependiendo de cómo sea tu cuero cabelludo, “que requiere ir acompañado de un buen masaje para aumentar tanto los beneficios del cosmético, como el riego sanguíneo, que por estrés queda disminuido y a veces casi nulo”, desvela la peluquera, que también recomienda “masajear siempre desde la nuca, con círculos o ligeros pinzamientos de abajo hacia arriba, ya que es en esta zona donde hay mayor concentración sanguínea, para después ir subiendo hacia la parte frontal”.