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He probado una máscara LED en casa: cómo funciona y qué ha hecho en mi piel
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EN PRIMERA PERSONA

He probado una máscara LED en casa: cómo funciona y qué ha hecho en mi piel

Julia Roberts o Madonna usan máscaras de luz LED de forma rutinaria para actuar ante varios signos de la edad. Ahora este tipo de dispositivos dan el salto al hogar, pero ¿funciona?

Foto: La luz LED se puede aplicar en distintas zonas del rostro, es ahí donde reside la utilidad de estas máscaras. (Unsplash/Sdaniel Lloyd Blunk Fernandez)
La luz LED se puede aplicar en distintas zonas del rostro, es ahí donde reside la utilidad de estas máscaras. (Unsplash/Sdaniel Lloyd Blunk Fernandez)

Aún recuerdo perfectamente la primera máscara de luz LED para uso doméstico que llegó a mis manos. Se trataba de una máscara rígida que se sujetaba en el rostro a través de una especie de montura de gafas. No era cómoda y, aunque su premisa era utilizar luz LED azul para reducir la inflamación del acné y actuar a modo de tratamiento antibacteriano, lo cierto es que entre su inestabilidad y escaso contacto directo con la piel, apenas duró cuatro usos.

Parecía entonces que las máscaras de luz LED quedarían relegadas a los centros de estética como paso final de diferentes largos protocolos beauty. Sin embargo, una vez más, la ciencia al servicio de la belleza, y tras escuchar las quejas y demandas de los usuarios de las máscaras caseras, desarrolló otro tipo de máscaras de luz LED, ahora sí, pensadas para utilizar de forma práctica en casa. Los costosísimos artilugios que Kim Kardashian y su familia mostraban en realities y redes sociales han dejado paso a máscaras más democráticas y con resultados que nada tienen que envidiar. El punto en común en todas ellas, y la explicación a su rápida expansión, es que no es un tratamiento invasivo, ni tiene efectos secundarios, ni provoca inflamación.

placeholder Ultraligera, multifacética y efectiva: así es la máscara LED que dejará tu piel tersa y bonita. (Cortesía de Foreo)
Ultraligera, multifacética y efectiva: así es la máscara LED que dejará tu piel tersa y bonita. (Cortesía de Foreo)

Antes de contarte mi experiencia en primera persona utilizando una máscara LED durante un mes, lo suyo es aclarar algunos conceptos como las diferencias entre el color de cada luz y sus beneficios sobre la piel porque, además de ser altamente instagrameables, las máscaras de luz LED están respaldadas por estudios científicos. Investigaciones de científicos de la NASA descubrieron que la luz LED roja y la azul favorecían la fotosíntesis (liberando oxígeno) de las plantas, pero al trasladar esto al tratamiento de la piel, encontramos diferencias entre los usos de la luz LED roja y la azul.

Beneficios de la luz LED azul sobre la piel

Habitualmente escucharás que es la luz LED la que necesitas si tienes acné. Esto se debe a que las bacterias que lo producen se mueren en un 50% cuando se utiliza la luz azul, como señala la doctora Gloria Santomauro en su web (gloriasantomauro.com).

El LED azul penetra en la piel, estimula la producción de oxígeno, mata las baterías causantes del acné, reduce la inflamación, estabiliza las glándulas sebáceas y, como guinda, acelera la curación de la piel. Al incorporar este tipo de tratamiento en una máscara, la piel se expone a los beneficios de la luz LED de forma más intensa pero durante un menor tiempo y amplifica los beneficios de otros cosméticos antiacné que se empleen para tratarla.

Beneficios de la luz LED roja sobre la piel

Y si la luz azul te podía sonar, la que seguro que has visto hasta la saciedad es la luz LED roja, convertida en algo así como ‘la panacea de los signos de la edad’. De entrada, su poder de penetración en la piel es mayor, ya que es la luz de mayor longitud de onda lo que le permite estimular la producción de colágeno y elastina. El poder de regeneración celular es más potente y rápido. A nivel de la piel se puede observar un tono más luminoso y homogéneo y una ligera atenuación de las líneas de expresión y arrugas. Las máscaras de luz LED roja se han convertido en un paso habitual en tratamientos de cabina, al ser un aliado más en la prevención del envejecimiento de la piel.

Máscaras LED de uso casero

Tras aclarar las diferencias entre las luces LED, toca testar cómo aplicarlas en la piel y qué resultados podemos esperar cuando lo hacemos desde la tranquilidad y comodidad de nuestra casa. Es decir, ahora toca hablar de las máscaras de luz LED.

Los primeros pasos en el uso de este tipo de tecnologías pueden realizarse a través de dispositivos como los masajeadores para el contorno de los ojos, en los que tan solo contamos con una luz LED que proyectamos sobre un área muy pequeña. El siguiente paso son los antifaces y, finalmente, las máscaras. Para vivir la ‘full experience’, la elección es la Silicone LED Mask de Skinvity, que además de una mascarilla para el rostro, también incluye otra para el cuello y el escote, dos zonas olvidadas habitualmente pero que está tan expuestas como la cara a la luz del sol y demás agresiones ambientales.

placeholder Probando la Silicone LED Mask de Skinvity.
Probando la Silicone LED Mask de Skinvity.

La máscara está elaborada en silicona para adaptarse a las formas del rostro de una forma sencilla y, lo mejor de todo, cómoda. A través de una cinta de velcro, se fija en la parte posterior de la cabeza y no molesta en absoluto, además de ser modulable. Cuando tienes mucho pelo o tu cabeza es más voluminosa, este tipo de detalles marcan la diferencia.

Foto: Heidi Klum. (Getty)

En el interior de la máscara, la parte que estará en contacto con nuestra piel, la máscara de Skinvity cuenta con 105 luces LED para el rostro y 114 para cuello y escote, lo que permite una acción mucho más homogénea. Los tejidos expuestos a la luz mejoran gracias a la estimulación celular. Al poder ajusta el color y la intensidad de la luz, se pueden tratar diferentes problemas de la piel como arrugas, líneas de expresión, flacidez, daño solar, hiperpigmentación, melasma, regulación del sebo, problemas bacterianos, marcas, enrojecimiento, inflamación o falta de luminosidad, entre otros.

Las mascarillas de luz LED caseras cuentan con un mando con el que regular el dispositivo. En el caso de Skinvity, las funciones se multiplican, ya que la máscara permite elegir entre luz azul o roja, tras lo cual se selecciona el tiempo que se quiere dejar actuar el gadget. Si quieres un tratamiento más rápido e intensivo, con 10 minutos basta; si quieres una duración intermedia, puedes seleccionar los 20 minutos, y si lo que quieres es aplicar la mínima intensidad y poder utilizar la máscara prácticamente a diario, puedes seleccionar el tratamiento de 30 minutos.

placeholder Silicon LED Mask de Skinvity.
Silicon LED Mask de Skinvity.

Otra de las maravillas de la evolución tecnológica es que la máscara cuenta con una batería que dura varios usos y que puedes cargar en poco tiempo a través de un cable USB. Al no utilizar ni luz ni láseres ultravioletas (UV), tan solo luz LED e infrarrojos, no hay riesgo de dolor, quemadura o inflamación. Las reacciones, explican desde la marca, se generan solo a nivel celular, aumentando la producción de colágeno y promoviendo la renovación de tejidos.

Funcionamiento y resultados

Para un tratamiento de choque, la recomendación de la máscara LED de Skinvity es realizar 12-14 sesiones en un periodo de 3-4 semanas (2-3 sesiones por semana) y una vez acabado el tratamiento de choque, a modo de mantenimiento, se pueden hacer 2-4 sesiones al mes.

Tras el primer uso, la sensación tras retirar la mascarilla es la de que la piel está mucho más tersa y brillante, como si acabaras de aplicar un sérum iluminador; sin embargo, la recomendación es colocar la mascarilla sobre la piel limpia, sin ningún producto. Así que ahí comienzas a apreciar los cambios. Yo he estado utilizando la mascarilla en noches alternas, en el modo 1, 10 minutos a mayor intensidad y, ahora, un mes más tarde sí que noto que tengo la piel mucho más luminosa.

placeholder Dispositivo de cuello y escote de la Silicon LED Mask de Skinvity.
Dispositivo de cuello y escote de la Silicon LED Mask de Skinvity.

Semana tras semana, lo más notable es que la piel parece como más homogénea y suave. No es que las manchas desaparezcan, pero no resultan tan llamativas. Como la luz LED roja es la de mayor alcance, es por el tratamiento que me decanté y no lo combiné con la luz azul, para observar sus resultados aislados.

Otra de las observaciones fue en el cuello. En medio del experimento me bronceé, más bien me quemé, y a los pocos días comencé a pelarme en esta zona. Habitualmente la exfoliación y caída de las células muertas de cuello y escote es muy lenta; sin embargo, esta vez ha ido mucho más rápida… ¿Cosa de la luz LED?

A simple vista, el tono homogéneo y la luminosidad son los resultados más evidentes, pero sí es cierto que, a la mañana siguiente, me despierto con la piel como redensificada. Lo cierto es que una de las promesas de la máscara es que si se utiliza de la forma adecuada, puede favorecer la producción de colágeno y elastina, precisamente mejorando el tono de la piel, esa sensación de piel más tonificada, como en forma, además de oxigenar los tejidos y favorecer la absorción de productos cosméticos.

placeholder La fotografía de la izquierda corresponde a la primera semana de mayo, antes de comenzar a usar la máscara LED en casa, la segunda es de mediados de junio, tras un mes de máscara LED en noches alternativas.
La fotografía de la izquierda corresponde a la primera semana de mayo, antes de comenzar a usar la máscara LED en casa, la segunda es de mediados de junio, tras un mes de máscara LED en noches alternativas.

Comparando el uso de una máscara LED de uso doméstico con una de centro médico o estético, evidentemente, la potencia con la que trabajan los profesionales es mucho más alta. Sin embargo, la comodidad de ponerse una mascarilla en casa aumenta la periodicidad de su uso. Es decir, es una inversión y, como tal, requiere de tu constancia. En el caso de la Silicon LED Mask de Skinvity, factores como que incorpora dispositivo para cuello y escote, además de la máscara facial, lo cómoda que resulta al ser de silicona e incorporar protectores para los ojos -sí, no hace falta tenerlos cerrados- y que sea una máscara ‘made in Spain’ desarrollada por mujeres ha hecho que se cuelen entre las máscaras más potentes del mercado -la potencia de sus luces LED va a juego-. Su precio: 449€.

En el mercado puedes encontrar todo tipo de máscaras, con diseños ergonómicos, rígidos, solo para una parte específica del rostro, de mayor o de menor potencia. Incluso Dior lanzó la suya propia.

De dónde viene la luz LED que repara

Si el artículo comenzara con un descubirimiento científico de los años 90, probablemente habrías dejado de leer mucho antes. Sin embargo, para entender el origen de la máscara de luz LED que te pones en en un centro de estética, hay que viajar unas décadas al pasado. Me encanta esta historia, pero todo comenzó en la NASA (National Aeronautics and Space Administration). Tras años de investigaciones en el campo de las luces LED (diodo emisor de luz), primero en el crecimiento de plantas y luego en el tratamiento de la piel de los astronautas en atmósfera de gravedad cero, los científicos de la NASA descubrieron que las heridas tratadas con luz LED cicatrizaban antes.

“Los LED eran rojos y azules porque estas son las longitudes de onda de luz más eficientes para impulsar la fotosíntesis, y los científicos de la NASA que pasaron tiempo trabajando con sus manos bajo la iluminación descubrieron que las abrasiones en sus manos parecían curarse más rápido de lo normal”, reza en la web Spinoff.nasa.gov, centrada en recoger las diferentes tecnologías spin-off de la NASA que se han convertido productos y servicios para el público general, algo así como su central de patentes.

placeholder Luces LED azules. (Unsplash/Justin Lane)
Luces LED azules. (Unsplash/Justin Lane)

Como apuntan en la misma web, también se ha demostrado que la luz láser del infrarrojo cercano acelera la cicatrización de las heridas, sobre todo en aquellas que carecen de oxígeno. Su efecto es el de aumentar la producción de proteínas del factor de crecimiento, colágeno y estimular los vasos sanguíneos.

Con estos descubrimientos y pruebas incluso en tripulaciones de la Marina de los Estados Unidos, la contribución de la NASA permitió democratizar los dispositivos de fototerapia, anteriormente inseguros al trabajar solo con láser y ahora seguros para el uso doméstico. “Antes solo estaba disponible en las clínicas. La NASA lo hizo simple, accesible, fácil de usar y seguro”, explica Doug Johnson, vicepresidente sénior de asuntos clínicos y científicos de Multi Radiance, una de las empresas que trabajó con la NASA en el proyecto y cuyos dispositivos combinan luz LED y láser superpulsado simultáneamente.

Foto: Tratamientos con láser para tratar las imperfecciones. (Imaxtree)

La única aclaración antes de hacerte con un dispositivo de luz LED es asegurarte de que se sustenta en esta tecnología. "Los dispositivos que no se basan en este conocimiento son solo bombillas", asegura Robin Schumacher, responsable de marketing de Quantum Devices. Así que, antes de lanzarte a comprar una máscara de luces LED, primero haz balance de qué necesita tu piel y asegúrate de que la máscara tenga el color de luz que quieres, pero sobre todo, haz caso al consejo de Schumacher y asegúrate de que se base en la tecnología LED, que no se trate solo de bombillas.

Aún recuerdo perfectamente la primera máscara de luz LED para uso doméstico que llegó a mis manos. Se trataba de una máscara rígida que se sujetaba en el rostro a través de una especie de montura de gafas. No era cómoda y, aunque su premisa era utilizar luz LED azul para reducir la inflamación del acné y actuar a modo de tratamiento antibacteriano, lo cierto es que entre su inestabilidad y escaso contacto directo con la piel, apenas duró cuatro usos.

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