¿Hasta dónde llega la responsabilidad de la cosmética natural? Toca hablar de biodegradabilidad y cultivos sostenibles
Cuando te dicen que un cosmético o un producto sanitario es biodegradable, ¿comprendes qué significa cumplir con esta máxima? Nos colamos en una fábrica de healthcare para descubrirlo
Las 5W (what, who, when, where, why) del periodismo nos ayudan a centrar en un par de líneas de lo que vamos a hablar. Su importancia es tal que estas cinco preguntas se deben responder en la entradilla de todo buen artículo, desgranándose todas ellas, poco a poco a lo largo del texto.
Sin embargo, y por más sencillo que parezca responder al qué, quién, cuándo, dónde y por qué, en cuanto trasladamos estos adverbios interrogativos a cualquier ámbito, contestarlos del tirón se complica. El terreno de la cosmética, los medicamentos o los productos sanitarios, aquellos que utilizamos para tratar patologías leves de una forma fisiológica, es uno de esos cubiertos de nubarrones en los que determinar de dónde vienen los ingredientes que los componen, cómo se producen, su forma de distribución o dónde van a parar puede resultar un trabajo digno de Pulitzer. Para descubrir la trazabilidad y la biodegradabilidad de una compañía de healthcare basada en la naturaleza, nos adentramos en las entrañas de Aboca, desde su jardín botánico hasta su cadena de producción.
Puede que la fiebre de la ecorresponsabilidad haya hecho que miles de marcas se pongan a hacer los deberes en los últimos años, lanzando fórmulas con un mayor porcentaje de ingredientes de origen natural, packagings reciclables y reciclados y una mayor reducción de emisiones o un menor uso del plástico. El denominado green wash.
Frente a esta tendencia, hay quienes siempre han defendido buscar la respuesta en la naturaleza y reducir su impacto en ella, no por obligación, sino por respeto al medioambiente, porque no puede haber salud sin sostenibilidad. Lo explica muy bien el lema de Valentino Mercati, fundador y presidente de Aboca: “Si lo desea, el hombre podrá encontrar en la naturaleza los remedios para todos sus males”. Una frase con la que el Cavaliere explica el origen del imperio, un gigante que produce desde jarabes para la tos hasta cremas para reducir la sensación de pesadez de las piernas.
Para conseguir este control exhaustivo, la estrategia es apostar por una estructura de producción vertical en la que ellos mismos se encargan de la producción agrícola, investigación en varios sectores, desarrollo, producción farmacéutica, distribución y comunicación de sus productos. Su cadena de producción integrada permite controlar todas las etapas, desde el cultivo, la extracción, la concentración y la mezcla hasta el envasado. Este milimétrico control permite garantizar la estandarización de los procesos y la calidad de nivel farmacéutico de sus líneas de productos.
Cómo y de dónde se obtienen los ingredientes naturales
Todo comienza con la materia prima con la que se elaboran los productos. Para no solo conseguir la mayor calidad de las sustancias naturales, sino también controlar que los cultivos sean biológicos y respeten las directrices para plantas medicinales de las Good Agricultural and Collection Practices, la solución de la empresa pasa por cultivar ellos mismos la mayor parte de las materias primas utilizadas (más de 60 especies) en sus más de 1.700 hectáreas de cultivo biológico entre Toscana y Umbría. De este modo, se aseguran que las técnicas de agricultura empleadas sean las más innovadoras e industriales, pero sin perder de vista su prioridad, que sean sostenibles.
En sus cultivos no se utilizan fertilizantes, ni fitosanitarios de síntesis química, ni OMG. El uso de estos no solo revierte en la calidad de la tierra, que termina agotada por su abuso, también afecta a la calidad de las plantas. Para solventarlo, las técnicas de agricultura sostenible, equilibrada y ecológica llevadas a cabo por la empresa italiana prescinden de sustancias químicas para no estropear el medioambiente.
"La química es un atajo; si no se puede hacer de forma natural, no lo hacemos", es una de las máximas de la industria Aboca, algo presente en su forma de cultivo, pero también extrapolable a su proceso de investigación para desarrollar cada uno de sus productos, pues buscan encontrar en la naturaleza los remedios a los males del ser humano.
Su sistema de producción agrícola se basa en la interacción entre las mejores prácticas en el ámbito de medioambiente, clima, biodiversidad y protección de los recursos naturales, asegurando la regeneración de la tierra, no su agotamiento, un hito certificado con una puntuación de 100/100 de la Biodiversity Alliance, además del premio Best For the World.
Producción limpia
Al obtener las materias primas de una forma limpia desde sus propios cultivos, el siguiente paso es el proceso de producción, de nuevo, desde sus propias plantas industriales, para controlar al máximo el desarrollo de los productos. Estas materias son extraídas, fraccionadas, concentradas y estandarizadas para obtener los complejos moleculares con los que se desarrollarán los productos sanitarios. En este proceso llevado a cabo en la planta de 40.000 m2 de Pistrino (Perugia), no se utilizan sustancias de síntesis no biodegradables, para lo que solo se emplean mezclas de agua, alcohol y técnicas físicas de separación avanzadas como la ultrafiltración.
Todo el proceso de automatización industrial se lleva a cabo a través de un software inteligente, y el constante control de los operadores garantiza la calidad y estandarización de todos los productos y asegura que cumpla los estándares internacionales. El resultado es lo que se denomina ‘fábrica 4.0'.
Distribución y biodegradabilidad
Tras tener el producto, la fase de envasado se produce en la misma fábrica. Por supuesto, el plástico es borrado de la ecuación y, en su lugar, encontramos recipientes de vidrio farmacéutico (reciclado, oscuro y más opaco), eliminado también el sistema del blíster para encapsular las fórmulas y optando por píldoras creadas con las máquinas de presión. Respecto a aquellos productos que se vendan en cajas, su packaging es siempre en cartón. Como indica Davide Mercati, responsable de PR & Media Planning y sobrino del fundador de Aboca, actualmente también se están llevando a cabo estudios sobre la tinta de los packagings para asegurar su total biodegradabilidad.
Tras el encapsulado y empaquetado de los productos, el siguiente paso en esta estructura de producción vertical es la distribución. Muchas empresas han comenzado a buscar alternativas a medios de transporte altamente contaminantes como el avión, optando en su lugar por camiones y trenes, reduciendo las emisiones de CO2 y su impacto en el medioambiente.
Al tratarse de productos sanitarios casi en su totalidad, los artículos de Aboca, los canales de venta y distribución de la empresa italiana se centran en la recomendación de los profesionales. Principalmente, sus productos se encuentran en farmacias y parafarmacias de 26 países, siendo España su segundo mercado top ventas, después de Italia. A través de la red de farmacias naturales Apoteca Natura, la firma también se permite controlar el punto de venta de sus productos, extendiendo su filosofía de desarrollo, producción y distribución, desde la misma creación del producto hasta la venta al consumidor.
Por último, queda mencionar la biodegradabilidad pues, igual que la responsabilidad de la vida del packaging del producto tras su uso es un tema que atañe a la empresa, rara vez se piensa en cómo impactan los residuos del propio producto. Los medicamentos o cosméticos con componentes químicos terminan impactando en el medioambiente bien sea a través del agua cuando, por ejemplo, nos lavamos la cara con un limpiador, como a través de los excrementos. Al prescindir de químicos y basar su composición en materias primas naturales, se aseguran de que el uso de sus productos no afecte a la naturaleza, cerrando así el círculo de la sostenibilidad.
Las 5W (what, who, when, where, why) del periodismo nos ayudan a centrar en un par de líneas de lo que vamos a hablar. Su importancia es tal que estas cinco preguntas se deben responder en la entradilla de todo buen artículo, desgranándose todas ellas, poco a poco a lo largo del texto.