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El día que Carolina Herrera se 'enamoró' de Wes Gordon
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El día que Carolina Herrera se 'enamoró' de Wes Gordon

La trayectoria, la intervención de Oscar de la Renta... Todos los secretos del comienzo del idilio estilístico entre la diseñadora y este “sureño encantador” de 31 años

Foto: Carolina Herrera y Wes Gordon. (Reuters)
Carolina Herrera y Wes Gordon. (Reuters)

“Para sobrevivir en este negocio tienes que creer en algo, seguir con ello y estar segura”, aseguraba hace un par de años Carolina Herrera cuando le preguntaban acerca de su retirada. Por entonces ya empezaba a pensar en cómo iba a “abandonar” el sueño de su vida, la casa de moda que le había dado fama y empleo, el emblema con el que millones de mujeres en todo el mundo se sentían elegantes y poderosas. Entonces, conoció a Wes Gordon y todo se despejó en su mente.

A pesar de ser un secreto a voces, muchos quedaron compungidos cuando el pasado febrero Carolina Herrera presentó su último desfile en el MoMA (el Museo de Arte Moderno de Nueva York), poniendo fin a una excelsa carrera de 37 años en la moda al frente de su propia marca. Una decisión acertada por meditada en la que sobre todas las cosas estaba segura de una de ellas: tenía claro que se quedaba en buenas manos.

placeholder Wes Gordon, de 31 años, saluda al final de su desfile de la colección primavera-verano 2019 para la firma Carolina Herrera. (EFE)
Wes Gordon, de 31 años, saluda al final de su desfile de la colección primavera-verano 2019 para la firma Carolina Herrera. (EFE)


En el backstage, oculto entre la vorágine, estaba un joven de 31 años con cara aún más de niño que miraba con asombro. Entonces era su segundo de abordo, su mano derecha, pero el futuro le iba a ser propicio. Wes Gordon ya sabía que el próximo gran show de Carolina Herrera iba a ser el suyo porque él era el heredero designado.

Pero quién es él

Wes Gordon tuvo claro desde muy pequeño que lo suyo era la moda. Cuando todavía estaba en el instituto, compaginaba sus estudios con un trabajo de asistente de una costurera en su Chicago natal. Todo lo que ganaba entre hilos y agujas lo destinaba a comprarse libros de moda.

Comenzó a estudiar Derecho, pero en su mente solo había fastuosos diseños de fiesta y elegantes vestidos de cóctel. “Cogí todo el dinero que había ganado en una firma de abogados en el verano y me compré un guardarropa con piezas de Oscar de la Renta”, relataba en una entrevista a la revista ‘Time’.

placeholder Carolina Herrera y Wes Gordon. (Reuters)
Carolina Herrera y Wes Gordon. (Reuters)

La estrategia no le pudo salir mejor. Unos meses después, estaba trabajando para él y pronto se convirtió en su ayudante preferido. Pero necesitaba más formación, así que se fue a Londres y ahí se graduó en la Central Saint Martins, ya sabéis, ese centro de donde han salido grandes nombres como Alexander McQueen o Stella McCartney y donde también cursa sus estudios de moda Antonio Banderas.

A su regreso a la ciudad de los rascacielos, montó un gran desfile, en cuya primera fila no faltó Oscar de la Renta, que aplaudió la elegante propuesta de su pupilo. También famosas como Gwyneth Paltrow, Maggie Gyllenhaal o Liya Kebede apoyaron al creador, que empezaba a hacerse un nombre entre los grandes diseñadores norteamericanos. Una carrera meteórica para su corta edad.

En casa de Carolina

Su amistad con Oscar de la Renta (fallecido en 2014) le aproximó también a su círculo íntimo, en el que se encontraba otra grande del diseño americano, Carolina Herrera. En marzo de 2017, fue contratado como consultor ejecutivo de la marca, se hizo cargo de la alta costura y un año después aceptó el encargo de la diseñadora de asumir el puesto de director en esta nueva etapa de la empresa.

Carolina Herrera, que se ha reservado un puesto como embajadora global de la firma, ha dicho de él que es un “sureño encantador” y presenció desde un lugar destacado su primer desfile en la Semana de la Moda de Nueva York.

Un estreno por todo lo alto

La New York Historical Society fue testigo de este 'debut' donde pudimos ver las propuestas para la primavera-verano de 2019. El desfile fue un festival de colores vivos, una oda a la alegría donde brillaron gran cantidad de texturas, tejidos, estampados y volantes.

La inspiración se veía en cada prenda: las fotografías de la juventud en los años 70 de la propia Carolina Herrera habían servido de musa para que Wes Gordon diera su primer paso en la casa. ¿Acaso hay mayor homenaje a su creadora que este?

“Me gusta la idea de que solo subir la cremallera de un vestido de Herrera te debería inspirar para bailar, debería hacerte feliz. Creo que es como podemos hacer el lujo y las prendas elegantes y relevantes para la mujer de hoy, la idea de que son intocables”, confesaba después de la presentación.

Elegancia, feminidad, belleza atemporal. Las claves que han hecho de que esta sea la marca preferida de mujeres como la reina Letizia o Michelle Obama siguen vigentes de la mano de Wes Gordon, el chico preferido de Carolina.

“Para sobrevivir en este negocio tienes que creer en algo, seguir con ello y estar segura”, aseguraba hace un par de años Carolina Herrera cuando le preguntaban acerca de su retirada. Por entonces ya empezaba a pensar en cómo iba a “abandonar” el sueño de su vida, la casa de moda que le había dado fama y empleo, el emblema con el que millones de mujeres en todo el mundo se sentían elegantes y poderosas. Entonces, conoció a Wes Gordon y todo se despejó en su mente.

Carolina Herrera
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