Sabemos en quién se ha inspirado Carlota para su vestido de novia (y no es Grace Kelly)
Todavía no salimos de nuestro asombro al admirar el maravilloso vestido de novia con el que Carlota Casiraghi ha vuelto a dar el 'sí, quiero' -está vez por la iglesia- a Dimitri Rassam
Si hace unas semanas, mucho antes de que se produjera el primer enlace entre Carlota Casiraghi y Dimitri Rassam, ella, la novia, ya era nuestro referente de estilo por excelencia, lo cierto es que sus más que acertados estilismos para contraer matrimonio (una y otra vez) han elevado a la hija de Carolina de Mónaco a la categoría de icono eterno. Asombradas y enamoradas a partes iguales nos dejó hace unas semanas con los primeros outfits que lució para su boda civil y las celebraciones posteriores, donde vestido a vestido, look a look, saltaba a la vista que Carlota quería rendir un homenaje a su abuela, Grace Kelly, y lo hizo con tan buen gusto que pasará a la historia como una de las novias mejor vestidas.
Pues bien, pensábamos que después de eso, de tanto despliegue de elegancia, sofisticación y estilo, no podríamos ver una novia igual, pero mira tú por dónde que ha sido la propia Carlota la que se ha superado a sí misma. Sin previo aviso y por sorpresa, este fin de semana se hacían públicas las imágenes de la boda religiosa entre Carlota Casiraghi y Dimitri Rassam celebrada en la abadía de Sainte Marie de Pierredon, situada en Saint Rémy de Provence, en la Provenza francesa.
Y si por algo ha vuelto a destacar el enlace, ha sido por el vestido; mejor dicho, el total look de novia elegido por Carlota Casiraghi. Si en las anteriores celebraciones sus outfits eran un claro reflejo a Grace Kelly, para esta ocasión la joven royal monegasca se ha inspirado en otra mujer muy cercana a ella, su madre, Carolina de Mónaco, y en el vestido que ella lució en su primera boda con Philippe Junot, también en junio, pero del año 1978.
El diseñador Giambattista Valli ha sido el artífice de esta exclusiva creación, un vestido boho de aire vintage que recuerda al primer vestido de novia que lució Carolina de Mónaco a finales de la década de los setenta y que Carlota defiende como nadie. Un delicado y romántico vestido con un falso escote de estilo Bardot adornado con una capa de tul con flores bordadas, un maxivolante en la zona del pecho, unas mangas superligeras y semitransparentes con pequeños bordados, cintura entallada con sutiles drapeados y una falda vaporosa decorada con minivolantes y los mismos motivos bordados que en las mangas.
Y es que si te fijas en el look de Carolina de Mónaco para su boda con Philippe Junot, el parecido entre ambos vestidos es más que evidente. Sí, Carolina también llevó un vestido vaporoso y romántico repleto de bordados florales, mangas sueltas, sutiles transparencias, corte a la cintura y falda con volumen, acorde con las tendencias de la época, pero que hoy, más de cuarenta años después y en su hija Carlota, se alza con el calificativo de pieza vintage.
Si hace unas semanas, mucho antes de que se produjera el primer enlace entre Carlota Casiraghi y Dimitri Rassam, ella, la novia, ya era nuestro referente de estilo por excelencia, lo cierto es que sus más que acertados estilismos para contraer matrimonio (una y otra vez) han elevado a la hija de Carolina de Mónaco a la categoría de icono eterno. Asombradas y enamoradas a partes iguales nos dejó hace unas semanas con los primeros outfits que lució para su boda civil y las celebraciones posteriores, donde vestido a vestido, look a look, saltaba a la vista que Carlota quería rendir un homenaje a su abuela, Grace Kelly, y lo hizo con tan buen gusto que pasará a la historia como una de las novias mejor vestidas.