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¿Por qué de repente Martin Margiela es el nombre y el hombre del momento?
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EL REY DE LA INVISIBILIDAD

¿Por qué de repente Martin Margiela es el nombre y el hombre del momento?

Analizamos las razones por las que el rey de la invisibilidad es, de repente, más visible que nunca

Foto: Cortesía de Mortiz Feed Dog Festival.
Cortesía de Mortiz Feed Dog Festival.

Hasta hace bien poco, la cultura de la visibilidad era una máxima en la moda. Las redes sociales habían hecho que los directores creativos de algunas de las marcas más relevantes del panorama se convirtieran en auténticas celebridades gracias a su falta de pudor a la hora de mostrar sus rostros, sus vidas y sus amistades con las modelos más deseadas en sus redes sociales. Por eso parecía complicado que Margiela tuviera relevancia en un entorno en el que el nombre y el rostro eran vitales, mas la pandemia ha hecho que los nombres sean ahora lo de menos y que los colectivos se erijan en el último bastión de la lucha.

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Cortesía de Mortiz Feed Dog Festival.

A las ocho de la tarde salimos a aplaudir a los profesionales cuyas identidades desconocemos, las marcas de moda se encargan de diseñar mascarillas para personas a las que no conocen y los conglomerados del lujo donan ingentes cantidades de dinero para intentar vencer al coronavirus. En este marco, por ello, el resurgir de la marca que ha hecho de la invisibilidad su emblema sí podría tener lugar, y parece que es lo que está ocurriendo con Martin Margiela.

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Cortesía de Mortiz Feed Dog Festival.

A partir del 12 de junio podremos disfrutar de una exposición en la que explorar el trabajo de Martin Margiela en la Fondation Lafayette gracias a una exhibición retrospectiva dedicada al trabajo del diseñador belga, poniendo el énfasis en su faceta como artista más que en la de diseñador de moda. Podremos disfrutar de sus pinturas, collages, esculturas y de obras que le han inspirado, sirviendo por ello esta exposición para conocer de cerca a un diseñador que se hizo conocido precisamente por su negativa a serlo.

placeholder Cortesía de Mortiz Feed Dog Festival.
Cortesía de Mortiz Feed Dog Festival.

Ya hace diez años del abandono de Martin Margiela del mundo de la moda, donde logró crear un punto de inflexión en la industria con su ropa reciclada, sus colecciones irónicas y deconstruidas, su street casting y sus shows en solares semiabandonados sin sitting, y sigue negándose hoy a mostrar su rostro ante las cámaras. Es precisamente ahora cuando el documental ‘Martin Margiela: in his own words’, que veremos gracias al Festival Moritz Feed Dog, intenta resolver parte del enigma creado por el diseñador, cuya voz escuchamos como hilo conductor de la narración mientras vemos sus manos y lo aprendemos (casi) todo de su historia.

placeholder Cortesía de Mortiz Feed Dog Festival.
Cortesía de Mortiz Feed Dog Festival.

Su infancia, sus inicios en el mundo de la moda, su relación con el éxito, la conquista de París, el fichaje de Hermès, la compra de la marca por parte de Renzo Rosso... El documental nos ayuda a entender que Margiela fue más un movimiento social en los 90 que una simple marca, un movimiento que en la era post #metoo tiene más sentido que nunca al caracterizarse su trabajo por no ver ni tratar a las mujeres como objetos, sino como personas reales, más intrigantes que sexy y más inteligentes que chic.

placeholder Fotografía facilitada por la casa de subastas Artcurial, que dedica por primera vez una venta al iconoclasta diseñador belga Martin Margiela.
Fotografía facilitada por la casa de subastas Artcurial, que dedica por primera vez una venta al iconoclasta diseñador belga Martin Margiela.

Los que conocen al diseñador aseguran que jamás volverá a trabajar como diseñador de moda, pero ahora ha llegado el momento de plantearnos si el documental y la exposición sirven para allanar el camino de su regreso o para recordarnos a todos que antes de diseñadores instagrameables como Virgil Abloh, Olivier Rousteing o Simon Jacquemus, que se gustan a sí mismos tanto como a sus trabajos, Martin Margiela fue el primero en hacer de la ironía y de la sostenibilidad sus bases.

Hasta hace bien poco, la cultura de la visibilidad era una máxima en la moda. Las redes sociales habían hecho que los directores creativos de algunas de las marcas más relevantes del panorama se convirtieran en auténticas celebridades gracias a su falta de pudor a la hora de mostrar sus rostros, sus vidas y sus amistades con las modelos más deseadas en sus redes sociales. Por eso parecía complicado que Margiela tuviera relevancia en un entorno en el que el nombre y el rostro eran vitales, mas la pandemia ha hecho que los nombres sean ahora lo de menos y que los colectivos se erijan en el último bastión de la lucha.

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