Gucci empieza a descender mientras Bottega Veneta se mantiene a flote

El conglomerado de lujo Kering ha hecho públicos sus resultados fiscales del primer trimestre del año: los ingresos han descendido un 15,4%, al alcanzar en 2020 los 3.203,2 millones de euros frente a los 3.785,3 millones que se consiguieron en el ejercicio anterior. El coronavirus ha abofeteado al lujo con fuerza, pero sorprende que mientras que todas las marcas del titán francés han visto cómo sus resultados han sufrido un duro golpe, Bottega Veneta, la que es la firma del momento, cierra este tumultuoso trimestre aumentando un 10,3% sus ingresos.

“Tras un inicio muy prometedor para todas nuestras marcas, la rápida expansión del covid-19 afectó a nuestro rendimiento en nuestros mercados principales. Estamos trabajando duro para asegurar la continuidad y la preparación de todos nuestros negocios", ha explicado el presidente y consejero delegado de la empresa, François-Henri Pinault.

El estilo de la firma preferida de celebridades e influencers tiene todas las claves para triunfar en plena pandemia y después, pues al prescindir de logos forma parte de esas marcas de lujo que podrían englobarse dentro del lujo silencioso. Presumir de poderío económico en tiempos de crisis nunca está bien visto, por lo que precisamente ese es el problema de marcas como Gucci, que desde la llegada de Alessandro Michele presume con osadía del logo y de sus ostentaciones.

Kering ha anunciado que las ventas de Gucci han descendido un 23,2% en el trimestre al 31 de marzo, y no es de extrañar que el coronavirus se haya cebado con la firma, que no solo se ha convertido en 'guccicéntrica', sino que centra el 37% de sus ventas en Asia y es la firma preferida de China. Cuando las ventas de lujo regresen, quizás sus compradores no vayan hacia firmas que hacen de la ostentación su bandera, sino a marcas como Bottega Veneta, que hacen de sus siluetas sus mejores armas sin necesidad de gritar a los cuatro vientos el poderío de la firma y de quien por ella se decanta.