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Las mujeres son de derechas y los hombres de izquierdas (a la hora de abrochar la camisa)
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TRUCOS DE MODA

Las mujeres son de derechas y los hombres de izquierdas (a la hora de abrochar la camisa)

Son varias las teorías que explican una de las mayores diferencias en la indumentaria de ambos sexos. Pero ¿sabes por qué es así?

Foto: La camisa, prenda estrella. (Imaxtree)
La camisa, prenda estrella. (Imaxtree)

Cada vez está más en boga la moda unisex. Apostamos por eliminar las barreras entre los sexos y buscar una ropa que sirva tanto para hombres como para mujeres. Pero no es tan fácil como puede parecer en un principio acabar con unas diferencias que nos llevan acompañando casi 700 años, cuando el hombre empezó a acortar su túnica y a mostrar sus piernas, allá por la Edad Media. Se daba entonces el pistoletazo de salida a una ‘carrera’ por la moda de género que llega hasta nuestros días y que, desde hace un tiempo, se cuestiona.

placeholder La camisa blanca de Mango Outlet. (Cortesía)
La camisa blanca de Mango Outlet. (Cortesía)

En lo que a lo mejor no han caído muchas personas es en una serie de pequeños detalles que pueden complicar este viaje hacia la moda agender, de entre los que destacamos uno por encima de todos: ¿somos conscientes que hombres y mujeres nos abrochamos la camisa de manera distinta?

A lo mejor nunca hemos reparado en ello, pero los hombres se abrochan la camisa con la mano izquierda mientras que las mujeres lo hacen con la derecha. ¿Por qué?

Lo cierto es que no hay una teoría totalmente definitiva al respecto, pero sí se han elaborado varias respuestas que pueden dar una solución a esta cuestión. Las más populares encuentran su raíz en los tiempos medievales, con unos hombres guerreros y unas mujeres que se quedaban en casa asistidas por sus doncellas.

Foto:  Blanca Suárez. (Getty)


Según encontramos en varias fuentes, los hombres portarían las armas en la mano derecha, dejando así libre la izquierda para poder desabrocharse la camisa, el jubón o la prenda que fuera necesaria en cualquier momento de la disputa. Claro, que aquí nos surge otra pregunta: ¿para qué querría un señor hacer un striptease en mitad de una contienda bélica? Hay una teoría que va un paso más allá: en la izquierda lo que se portaría es el escudo, con lo cual los hombres se defenderían presentando el lado izquierdo de su cuerpo. De esta forma, las placas de la armadura se montarían de izquierda a derecha, y sería esta tradición la que heredaríamos y explicaría por qué se abrochan así la camisa.

Las mujeres en cambio se quedarían en casa y serían asistidas por sus damas de compañía, que las vestirían. Al ser la mayoría de la gente diestra, resultaría más sencillo el abrochar desde la derecha. Pero no es la única teoría al respecto. Otra está relacionada con la maternidad: las madres llevarían al niño en el brazo izquierdo, dejando así la mano derecha libre para cualquier otro menester, entre ellos el de poder desabrocharse la camisa para dar pecho.

Todas estas teorías ‘ancestrales’ se encuentran también con una más contemporánea que radica en el siglo XIX. A finales de este periodo nos hallamos con un momento en el que hombres y mujeres empiezan a tener elementos ‘similares’ en la indumentaria, como la camisa que se comienza a ver de una manera más destacada, gracias al traje (siempre ha sido considerada una prenda interior). En un siglo como ese, donde el papel del hombre y de la mujer estaba estrictamente marcado, poner los botones a un lado indicaría a qué sexo pertenecía esa camisa, evitando ‘confusiones’.

La cuestión, por tanto, es ver ahora quién cede en la carrera por la moda sin género. Eso o eliminamos los botones.

Cada vez está más en boga la moda unisex. Apostamos por eliminar las barreras entre los sexos y buscar una ropa que sirva tanto para hombres como para mujeres. Pero no es tan fácil como puede parecer en un principio acabar con unas diferencias que nos llevan acompañando casi 700 años, cuando el hombre empezó a acortar su túnica y a mostrar sus piernas, allá por la Edad Media. Se daba entonces el pistoletazo de salida a una ‘carrera’ por la moda de género que llega hasta nuestros días y que, desde hace un tiempo, se cuestiona.

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