Es noticia
Menú
¿Cómo ha conseguido Irina Shayk convertirse en la modelo del momento?
  1. Estilo
  2. Moda
IT MODEL

¿Cómo ha conseguido Irina Shayk convertirse en la modelo del momento?

Ha pasado de ser una de esas modelos a las que las grandes marcas les dan la espalda a convertirse en la reina de las pasarelas. Sabemos cómo lo ha logrado

Foto: Irina Shayk desfila para Versace. (Reuters)
Irina Shayk desfila para Versace. (Reuters)

En la época de esplendor de Victoria's Secret parecía imposible que uno de sus esculturales ángeles fuera valorado en las pasarelas custodiadas por las grandes marcas. Un halo de elitismo snob bañaba a una industria que parecía diferenciar entre los ángeles de la lencería y las reinas de la costura. La rusa se hizo famosa con su portada de 'Sports Illustrated Swimsuit Issue' en 2011 tras haber conquistado a las marcas más sexis del panorama, como Intimissimi y Guess. Hablamos de un momento en el que las grandes firmas miraban por encima del hombro a las que exhibían sus curvas en vallas publicitarias y presumían de morritos, pues entonces las Kardashian todavía no habían dominado la moda para cambiar sus normas. En una era en la que la delgadez primaba, sus tonificadas siluetas parecían no tener cabida en sus pasarelas, en las que frente a la celebración y a la exaltación que caracterizaba a los desfiles de Victoria´s Secret abogaban por un paso sosegado y la mirada perdida.

Zara se propuso, y lo logró, acercar a las estrellas de las grandes pasarelas al mundo ‘mainstream’, con modelos como Anja Rubik convertidas en las estrellas de su popular e-commerce. Si ni siquiera firmaban una campaña y compartían espectro con otras modelos asociadas al comercio online, ¿quería eso decir que la moda había ampliado sus miras y borrado las barreras? El éxito de Irina Shayk parece significar que así ha sido. Al comienzo parecía relegada a trabajar con marcas de calzado como Xti y a hacer campañas de lencería de firmas como Yamamay, que también han trabajado con Georgina Rodríguez, pero su carrera dio un giro de 180 que ha hecho de ella una de las grandes del lujo.

Su amistad con Riccardo Tisci, que ha encontrado en la modelo a su musa, ha hecho que su armario esté repleto de firmas de la casa de moda. El responsable de ello, junto al director creativo de Burberry, no es otro que su estilista, Marc Eram, que ha hecho de Irina una de las tops mejor vestidas del panorama. Sus looks son analizados y aplaudidos diariamente por las revistas de moda de todo el planeta, que encuentran en su funcional armario un ejemplo a seguir. Por su parte, Mugler, marca vinculada al stardom gracias a su relación con celebridades como Kim Kardashian, a la que ha permitido acceder al archivo histórico de la firma para rescatar diseños icónicos, ha apostado por Irina Shayk como parte de su último desfile, ese en el que los personajes que han participado han sido tan importantes como los looks que llevaban.

Esa era precisamente la pega antes de Irina en la moda: que era Irina. A las marcas no siempre les gusta que las modelos llamen tanto la atención, pues con sus desfiles buscan que sean las prendas las que lo hagan, pero Irina Shayk ha demostrado el poder que tiene para las ventas de las firmas (especialmente en tiempos de crisis) el contar con rostros conocidos. Ahora ha conseguido ser una de las preferidas de Versace, de Moschino, de Savage x Fenty y de Jean Paul Gaultier y se encuentra inmersa en la nueva sesión para Victoria´s Secret, el mejor ejemplo de que ha conseguido algo que parecía imposible: desfilar para las grandes marcas presumiendo de sus alas.

En la época de esplendor de Victoria's Secret parecía imposible que uno de sus esculturales ángeles fuera valorado en las pasarelas custodiadas por las grandes marcas. Un halo de elitismo snob bañaba a una industria que parecía diferenciar entre los ángeles de la lencería y las reinas de la costura. La rusa se hizo famosa con su portada de 'Sports Illustrated Swimsuit Issue' en 2011 tras haber conquistado a las marcas más sexis del panorama, como Intimissimi y Guess. Hablamos de un momento en el que las grandes firmas miraban por encima del hombro a las que exhibían sus curvas en vallas publicitarias y presumían de morritos, pues entonces las Kardashian todavía no habían dominado la moda para cambiar sus normas. En una era en la que la delgadez primaba, sus tonificadas siluetas parecían no tener cabida en sus pasarelas, en las que frente a la celebración y a la exaltación que caracterizaba a los desfiles de Victoria´s Secret abogaban por un paso sosegado y la mirada perdida.

El redactor recomienda