Andrea Levy o el arte de romper el 'dress code' anodino de la política
Analizamos las claves de estilo de Andrea Levy, la reina del color político que se ha apoderado del 'power dressing' a base de diseñadores españoles
Cuando hablamos del armario de Kyrsten Sinema, la senadora con los looks más coloridos, atrevidos y controvertidos del panorama político, quedó claro que hay figuras en el universo del poder que se niegan a acatar las conservadoras máximas de vestimenta que se imponen. Al igual que Angela Merkel ha demostrado ser toda una experta en el uso del color para mandar mensajes con sus uniformadas chaquetas, que servían como folio en blanco sobre el que hacer uso del pantone, Sinema ha tomado su relevo en el arte de comunicar con su armario y dejar claro que el poder de la comunicación silenciosa en el mundo de la política no va con ella. Ni con ella ni con Andrea Levy, que ha conseguido que su llamativo armario no ensombrezca su labor.
Mientras que Isabel Díaz Ayuso ha ido liberándose de la presión estética a la que su papel como presidenta de la Comunidad de Madrid la somete al abrazar blazers de cuero y femeninos vestidos de silueta entallada de su nueva marca de cabecera, Victoria, Andrea ha reivindicado siempre el poder de un armario no destinado a estar en un segundo plano.
¿Qué mejor marca que Agatha Ruiz de la Prada para hacerlo? Hasta su llegada, parecía impensable que la marca insignia de los corazones y de las estrellas tuviera lugar en el panorama político, pero lo cierto es que por más que llevemos tiempo hablando del poder del ‘power dressing’ de las políticas, el que este se relacione siempre con trajes de chaqueta no deja de demostrar que el poder se vincula con el espectro de los hombres.
Sin embargo, cada vez más figuras políticas optan por el llamado ‘soft power dressing’, que consiste en que quienes no estén acostumbrados a ser escuchados hagan uso de la moda y de los complementos para comunicar. “Estoy muy a favor de que en política se utilicen colores con alegría, siempre y cuando el discurso político del momento o el evento al que se acude sea coherente. Siempre que tu ideología política encaje con la metodología de producción de la diseñadora en cuestión, me parece correcto”, comenta la asesora de imagen Marta Pontnou.
Andrea se ha convertido en la mejor embajadora de la moda ‘made in Spain’ más alegre y ha hecho de la alfombra roja su mejor escaparate, donde lejos de apostar por trajes minimalistas, despliega el color y la moda. Sus apariciones públicas harían las delicias de los fotógrafos de street style, como demostró con su mono bicolor crudo y turquesa en crepé y tafeta de la última colección de The 2nd Skin Co para asistir a la Gala Anual del Teatro Real.
Otro ejemplo de cómo hacer de un mono ‘made in Spain’ toda una declaración de intenciones es este conjunto de silueta palazzo color block de Agatha Ruiz de la Prada, que indica que Levy no está dispuesta a ser arrinconada. Comparte con Kyrsten Sinema la intención de no pedir perdón por revolucionar con sus looks, como cuando la congresista acudió al Senado con un jersey rosa que rezaba 'Criatura peligrosa'. Cuando el Senador Mitt Romney le comentó que estaba “rompiendo internet”, su respuesta fue contundente: “¡Bien!”.
Tampoco duda en convertirse en toda una Carrie Bradshaw en la alfombra roja, como hizo con este look ‘Frozen’ de Duyos, y si algo queda claro es que, nos guste o no su estilo, ella es experta en promocionar la moda de nuestro país, algo que Marta Pontonu valora. “Me gusta que los políticos apuesten por diseñadores y diseñadoras del país para fomentar la producción local y de kilómetro cero, pero siempre teniendo coherencia con tu ideología”, comenta la asesora de imagen. El día que Andrea vista un traje negro será cuando tengamos que echarnos las manos a la cabeza. Hasta entonces, disfrutemos de sus looks.
Cuando hablamos del armario de Kyrsten Sinema, la senadora con los looks más coloridos, atrevidos y controvertidos del panorama político, quedó claro que hay figuras en el universo del poder que se niegan a acatar las conservadoras máximas de vestimenta que se imponen. Al igual que Angela Merkel ha demostrado ser toda una experta en el uso del color para mandar mensajes con sus uniformadas chaquetas, que servían como folio en blanco sobre el que hacer uso del pantone, Sinema ha tomado su relevo en el arte de comunicar con su armario y dejar claro que el poder de la comunicación silenciosa en el mundo de la política no va con ella. Ni con ella ni con Andrea Levy, que ha conseguido que su llamativo armario no ensombrezca su labor.