La pandemia y el boicot de Hollywood arruinan los Globos de Oro 2022
Si la pasada edición ya resultó triste con los premiados recibiendo las estatuillas que la Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA) otorga desde el sofá de sus casaa, este año a la pandemia se le suma el boicot de Hollywood
Este año el apagado de las luces navideñas en Estados Unidos tiene un significado simbólico muy potente porque la primera gran cita del año 2022 para los amantes del cine (y, por extensión, de la moda), la 79ª edición de los Globos de Oro, asoma tímidamente en un horizonte oscuro y lleno de incertidumbre, como ese camino del que apenas se ven los dos primeros metros por la niebla. A falta de unas horas para que se entreguen los premios de la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA), que están programados para este domingo 9 de enero, hay muchas más dudas que certezas sobre la gala. El motivo no es la situación sanitaria -como sí lo era para Armani, quien ha cancelado sus desfiles para la Milan Fashion Week-, sino el desprestigio acumulado por los famosos galardones en los últimos 12 meses, que previsiblemente nos va a dejar sin una de las alfombras rojas más atractivas de toda la temporada.
Unos días antes de la gala del año pasado, el diario 'Los Ángeles Times' publicó que entre los 87 miembros de la asociación no había una sola persona de color, lo cual demostraba la falta de diversidad en la organización de estos galardones. El tsunami posterior al terremoto no se hizo esperar: productores, estudios cinematográficos y también actores y actrices de la talla de Scarlett Johansson —en una entrevista con 'Variety', acusó de sexismo a la asociación—, Mark Ruffalo —dijo no estar "orgulloso" de la estatuilla recibida en la edición del 2021 por su papel en 'La innegable verdad'— y Tom Cruise —que en mayo devolvió los tres Globos de Oro que ha ganado en su carrera— censuraron los premios de una y otra forma, incitando a un cambio profundo en la HFPA.
En mayo, Netflix, Amazon Studios y Warner Media se pusieron de acuerdo para no postular sus producciones de cara a estos premios. Y la NBC, que había cubierto televisivamente los premios en los últimos 25 años, confirmó que no emitirá la edición de 2022 (se podrán ver online, a través de la página oficial de los premios), dejando eso sí la puerta abierta a una posible vuelta en 2023 si la institución llevaba a cabo la transformación requerida por todos los actores de la industria.
Con los focos mediáticos alejándose poco a poco, como suele ser habitual en este tipo de noticias, comenzó un período de reflexión y renovación en la asociación, que ha incluido elecciones y nuevos estatutos. Se han admitido a 21 nuevos miembros y además tiene nueva presidenta, Helen Hoehne. Pero no parecen suficientes cambios para la industria de Hollywood, que muestra recelo y rechazo a los Globos de Oro de este año. Prueba de ello es que la lectura de los nominados corrió a cargo de Snoop Dogg, el rapero californiano, bastante más conocido por sus canciones que por su filmografía.
Y todavía más llamativo, si cabe, es el hecho de que para el mismo día estuvieran programados los Critics Choice Awards, otros premios fuertes de la previa de los Oscar. Finalmente, se han pospuesto a la espera de poder encontrar una fecha en la que se puedan celebrar de forma presencial. Pero de haberse celebrado, hubiera sido otro golpe muy duro para los Globos de Oro a nivel mediático.
Lo que nos quedamos sin ver en la alfombra roja
La confirmación del momento difícil que viven los Globos de Oro fueron las palabras a comienzos de diciembre de la presidenta de la HFPA en 'Variety', donde reconoció que la gala de este año “no será un evento impulsado por celebridades, como lo ha sido en el pasado. Nos damos cuenta de que este año es diferente, así que probablemente también intentaremos algo diferente para el 9 de enero". A escasos días de la entrega, la HFPA emitía un comunicado en el que, con motivo de la situación actual de la pandemia, “no habrá audiencia el 9 de enero y se están tomando diferentes precauciones para los miembros selectos y galardonados que sí estarán en la sala". Y puntualizaba: “No habrá alfombra roja ni se aceptarán solicitudes de credenciales para medios de comunicación". A estas medidas que eliminaban la opción de disfrutar de la clásica alfombra roja, se le sumaban comprobantes de vacunación, PCRs negativas y el uso de la mascarilla para los asistentes.
En cualquier caso, para los amantes de la moda, la caída en desgracia de los Globos de Oro es un revés muy importante porque su alfombra roja ha sido a menudo tan atractiva o más que la de los premios a los que anteceden, los Oscar. Ya sea por su carácter reivindicativo, como ocurrió en el año 2018, cuando se tiñó de negro en apoyo al movimiento 'Time's Up', o por las creaciones originales y atrevidas con tejidos tan vistosos y delicados como el tul, el tafetán y la seda.
Inolvidables fueron, sin ir más lejos, el vestido de princesa Disney obra de Valentino que llevó Lady Gaga en la última gala presencial, la del 2019, y el diseño de Ralph&Russo que lució ese mismo año Jodie Comer. Incluso el año pasado, con una gala que los nominados siguieron desde casa, vimos cómo los estilistas y las estrellas de Hollywood ponían toda la carne en el asador. Mención especial para Emma Corrin con su look de Miu Miu inspirado en el payaso Pierrot (paradojas de la vida, aquella lágrima pintada bajo su ojo era un presagio del futuro inmediato de los premios); para el vestido verde de Dior elegido por Anya Taylor-Joy en su presentación en sociedad como nueva estrella de la televisión; y para el vestido de Oscar de la Renta con el que Kaley Cuoco nos regaló una divertida performance sobre la derrota a través de las redes sociales en su idílica mansión californiana.
Este año 2022, en teoría, hubiera sido la vuelta a la presencialidad y, con ello, también el regreso del glamour a la alfombra roja de los Globos de Oro. Pero el pronóstico es otro. Está por ver si en futuras ediciones los galardones son capaces de recobrar su prestigio y su peso en la industria o si por el contrario no terminan de recuperar el vuelo.
En un segundo plano queda, por lo tanto, el bajonazo de la no nominación de Penelope Cruz por su alabado trabajo en 'Madres paralelas', que sí está nominada a mejor película extranjera, categoría en la que competirá entre otras con 'Fue la mano de Dios', de Paolo Sorrentino.
Esta nominación, en otras circunstancias, nos hubiera asegurado disfrutar de otro vestido de 'Pe', aunque nos quedaremos sin verla brillar en la 'red carpet' de los premios; ni a ella ni a una larga lista de iconos de estilo femeninos.
Es el caso de Jessica Chastain, Nicole Kidman, Olivia Colman, Lady Gaga y Kristen Stewart, que además compiten por la estatuilla de mejor actriz en la categoría de drama. De Margaret Qualley y Kate Winslet, que optan al premio a mejor actriz en miniserie o película para televisión junto a Elizabeth Olsen, Cynthia Erivo y la propia Jessica Chastain, esta última por su apabullante trabajo en 'Secretos de un matrimonio' junto a Oscar Isaac, también nominado en categoría masculina.
Nos quedaremos también sin ver posar en la alfombra roja a Andie MacDowell, nominada por su labor en 'La Asistenta', junto a su hija, una foto que seguramente sería de las más buscadas de la noche. Y tampoco sabremos cómo luce en su recta final el embarazo de Jennifer Lawrence, nominada a mejor actriz de musical o comedia por 'No mires arriba'. En esta categoría, por si fueran pocos los nombres que echaremos de menos, optan al reconocimiento Emma Stone por 'Cruella' y Marion Cotillard por 'Annette'.
Y a esta lista hay que sumar con casi toda probabilidad los nombres de dos pesos pesados de Hollywood, las 'dos Jennifer', Lopez y Aniston. No están nominadas, pero sí lo está la pareja de la primera, Ben Affleck, al que ya acompañó en el pasado Festival de Venecia, y en varias categorías la serie que produce y protagoniza la segunda, 'The Morning Show'. Todo esto es lo que presumiblemente no podremos ver el domingo 9 de enero.
Nos queda, eso sí, saber si Javier Bardem obtiene un nuevo reconocimiento en su brillante carrera, ya que opta al Globo de Oro a mejor actor de drama por 'Being The Ricardos'. Bardem no está solo en la lista porque otro español, el compositor Alberto Iglesias, ha sido nominado por la banda sonora original de la película de 'El deseo'.
Esto y saber qué película se postula como favorita para los Oscar entre 'El poder del perro' (Jane Campion) y 'Belfast' (Kenneth Branagh), además de comprobar si, como parece, 'Succession' es la mejor serie del año para la crítica, son los únicos atractivos asegurados a esta hora sobre los Globos de Oro más descafeinados e inciertos de la historia.
Este año el apagado de las luces navideñas en Estados Unidos tiene un significado simbólico muy potente porque la primera gran cita del año 2022 para los amantes del cine (y, por extensión, de la moda), la 79ª edición de los Globos de Oro, asoma tímidamente en un horizonte oscuro y lleno de incertidumbre, como ese camino del que apenas se ven los dos primeros metros por la niebla. A falta de unas horas para que se entreguen los premios de la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA), que están programados para este domingo 9 de enero, hay muchas más dudas que certezas sobre la gala. El motivo no es la situación sanitaria -como sí lo era para Armani, quien ha cancelado sus desfiles para la Milan Fashion Week-, sino el desprestigio acumulado por los famosos galardones en los últimos 12 meses, que previsiblemente nos va a dejar sin una de las alfombras rojas más atractivas de toda la temporada.