Así se creó el aplaudido vestido de madrina de Carolina Molas para la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva

Uno de los mayores secretos ha salido a la luz. Se han publicado las primeras imágenes de la boda del año, protagonizada por Tamara Falcó e Íñigo Onieva. Después de varios meses enfrentándose a numerosos imprevistos, la marquesa de Griñón y el empresario son ahora marido y mujer, y el vestido de novia fue uno de los grandes protagonistas.

Además de los trajes nupciales de Falcó, otro look que causó sensación fue el de Carolina Molas. La madre del novio apostó por Lorenzo Caprile, diseñador de moda español que ha vestido a royals como la infanta Elena. Para la ocasión, le confeccionaron a medida un vestido fluido en color azul marino.

Hoy, desde la cuenta de Instagram del diseñador, han mostrado en un vídeo imágenes en las que se aprecia el proceso de elaboración del vestido. En ellas se incluyen algunas de Carolina Molas durante las pruebas en el taller. Tal y como relatan en su perfil, la madre de Íñigo Onieva iba con "un elegante diseño de madrina en gasa de seda azul marino plisado y delicada pedrería".

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A lo largo del vídeo se puede ver parte del equipo confeccionando el vestido, al igual que al propio diseñador acompañando a su clienta a probarse el que iba a ser su futuro atuendo para la boda. Una vez terminado el diseño, la madrina lo lució el día del enlace con un semirrecogido con ondas y un maquillaje sofisticado.

A la boda, que tuvo lugar en El Rincón, se desplazaron cuatrocientos invitados, como Juan del Val con Nuria Roca, Damián Mollá, Eugenia Martínez de Irujo y Pablo Motos. El palacio, situado en Aldea del Fresno, se convirtió también en un escenario donde la moda ocupó su lugar, y no solo por los dos vestidos de la novia, ambos firmados por Carolina Herrera. Vicky Martín Berrocal, por ejemplo, sorprendió con su vestido de inspiración helénica en tonos verde agua, firmado por su propia marca.

Carolina Molas no fue la única que vistió de Lorenzo Caprile. Xandra Falcó, hermana de la novia, también apostó por el diseñador español, pero eligiendo para la boda un look en rojo, uno de los colores fetiche del costurero.