Sorry, haters: este es el año que consagra a las Kardashian como iconos de moda

AK, es decir, 'antes de Kanye', intentar unir a las Kardashian con la moda en la misma frase estaba cerca de estar penado por la ley. Las reinas de los vestidos ceñidos de dimensiones diminutas estaban más cerca en el imaginario popular de los personajes de un reality cuya trama consiste en encontrar pareja en una isla alejada que de ser referentes de estilo. Todo cambió, por más que nos duela decirlo, cuando el rapero entró en juego. Su agenda de contactos fashionistas incluía nombres como los de Anna Wintour y Virgil Abloh, y cuando comenzó a salir con Kim Kardashian, no dudó en vaciarle el armario junto a una estilista para dar un radical giro a su estilo.

“Cada día me siento honrada de que los diseñadores estén dispuestos a trabajar conmigo. Hubo un tiempo en el que no querían hacerlo. Gracias a Zac Posen, quien me vistió y me llevó a mis primeros premios CFDA, y a tantos diseñadores increíbles como Riccardo Tisci y Olivier Rousteing, que realmente creyeron en mí. Aunque la verdad es que probablemente fue Kanye el que les convenció llamándoles… Gracias, Kanye, por mostrarme lo que realmente es el mundo de la moda, me enamoré de ese universo y del trabajo de quienes lo ocupan. Esto es como un sueño: puedo usar esta ropa increíble, probar cosas nuevas y arriesgarme. Me siento muy honrada”, dijo Kim en el discurso con el que aceptó el premio como icono de estilo del año en los People's Choice Awards de 2021. Quien antaño fuera ninguneada por las firmas (y por las directoras de las revistas de moda, pues hasta hace no tanto Wintour la despreciaba) recibe en la actualidad cientos de regalos de las grandes marcas, que se pelean por hacer acciones con ella.

Dolce & Gabbana ha sido una de las últimas casas de moda en confiar no solo en su imagen, sino en su gusto, pues no es únicamente la musa y el rostro de la nueva campaña publicitaria para la colección primavera-verano 2023, sino que los diseños fueron creados a partir de la reinterpretación única de los archivos de los años 1990 a 2000 de D&G, que incluyen prendas legendarias que han servido de inspiración a Kim muchas veces a lo largo de su vida.

Pero el bombazo definitivo ha llegado de la mano de Marc Jacobs, que ha convertido a la creadora de Skims en la imagen de la campaña otoñal de la marca, fotografiada por Tyrone Lebon y con Alastair McKimm orquestando el estilismo. ¿Por qué es importante que Jacobs haya elegido a Kim precisamente para esta campaña? Porque los accesorios que en ella salen son los bestsellers de la marca; es decir, el diseñador ha querido reforzar las ventas aún más apostando por una de las personas cuya imagen más revalorizan las firmas, hacen que las ventas despeguen y, cómo no, se conviertan en noticia. De hecho, uno de los bolsos que promociona ronda los 300 euros, siendo por ello un caramelo para quienes quieren tener algo que ella tiene en su armario y que, por si fuera poco, tiene logo, algo clave en el ejercicio de metonimia consumista que mueve en tantas ocasiones a la moda.

La marca americana nunca ha sido una de sus preferidas (cuando ha apostado recientemente por ella ha sido al lucir un look de la colección Fendi X Marc Jacobs Resort 2023, por lo que el link era Fendi y su amistad con su director creativo, no con Jacobs), pero ha decidido que, aunque no está en el imaginario estético de Kim, en la moda la coherencia (al parecer) está sobrevalorada.

Con esta campaña queda claro que Kim Kardashian es ya uno de los grandes nombres de la moda que incluso ha desfilado en la Semana de la Alta Costura parisina, aunque de cerca la sigue Kylie Jenner. La pequeña de las hermanas fue elegida por Dolce & Gabbana como imagen de su colección de gafas de sol de la firma italiana, que se encargó de esponsorizar a su vez la boda de Kourtney Kardashian. Esta es otra prueba de que a las Jenner y a las Kardashian no les importa la coherencia, sino el dinero y el renombre en la moda, pues en 2018 la cuenta Diet Prada subrayó que Stefano Gabbana comentó en las redes que son “la familia más cutre del mundo”. No sabemos si ellas perdonan, pero, desde luego, lo que sí hacen es facturar.

Jenner no solo es una de las invitadas preferidas de las grandes marcas, como quedó claro cuando ocupó el front row del desfile de alta costura de Schiaparelli en el que lució un vestido asimétrico con drapeado infinito de terciopelo elástico en el que destacaba una cabeza de resina hecha a mano en la manga con la forma de un león, sino que ahora es contratada también por marcas mucho más underground que son las preferidas de las que de verdad saben de moda. Es el caso de Acne Studio, una firma que, por cierto, le encanta a su íntima amiga Rosalía y que ha apostado por ella para posar ante la lente de Carlijn Jacobs como protagonista de la colección denim de la marca.

Aunque las críticas no se han hecho esperar en las redes, la repercusión de la campaña ha demostrado que la elección de la modelo ha sido perfecta para lograr una visibilidad hasta ahora jamás alcanzada. Por más que las odies o las ames (rara vez dejan indiferente a la gente), es innegable que las Kardashian y las Jenner son ahora iconos de la moda que no solo influencian con su estilo, sino que se han convertido en el arma secreta de las marcas para gozar de una visibilidad inmensa y vender por todo lo alto.