Unos Oscar brillantes: las claves de la tendencia de la gala que arrasa esta temporada

El brillo y el glamour eran la elección predominante para la noche más destacada en el mundo del espectáculo. De manera inusual para los Premios de la Academia, esta tendencia en particular se apoderó de los atuendos lucidos por las celebridades.

La moda de los brillos y los tonos metalizados tuvo sus inicios en la década de 1930, cuando las actrices de Hollywood comenzaron a lucirlos en la alfombra roja. Posteriormente, en esa misma década, estos tonos se popularizaron en la moda cotidiana, especialmente en la alta costura, donde los diseñadores empezaron a utilizarlos en la confección de prendas de noche para diferenciarlas de las de día. Su objetivo era infundir un toque de glamour y sofisticación inspirado tanto en las estrellas de Hollywood como en las estrellas del cielo nocturno, evocando así el misterio, el destino y la belleza asociados con ellas. En el contexto de la moda, los tonos metálicos representaban lo exclusivo y, por supuesto, lo extraordinario.

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Paula Mata

Desde su impactante inicio, la tendencia de los tonos metálicos ha surgido en intervalos, siempre acompañados de un significado futurista. En los años 60, figuras emblemáticas como Paco Rabanne, Twiggy, Françoise Hardy y Brigitte Bardot deslumbraron con vestidos metálicos diseñados por Rabanne, especialmente durante la creación del vestuario de 'Barbarella', la icónica película de 1968. La década de 1970 vio cómo los tonos metálicos en la moda se convertían en un símbolo de las ideas contraculturales de la década anterior, llegando incluso a la corriente principal con personajes como las detectives de 'Los ángeles de Charlie'.

En el apogeo de la burbuja de las puntocoms en 2000, los tonos metálicos resurgieron, reflejando el papel preeminente de la tecnología en la cultura digital emergente. Y ahora, una vez más, la tendencia metálica está retornando a nuestras vidas, en paralelo al ascenso de la inteligencia artificial como una fuerza cultural y política en nuestro mundo extremadamente conectado en línea. En esa línea, las estrellas más importantes de la noche de los Oscar lucieron destellos, como la actriz de Margot Robbie, quien tomó la sorprendente decisión de vestirse de negro en lugar de rosa.

Su brillante traje sin tirantes salió directamente de la pasarela de la Semana de la Moda de Milán de Versace y era un conjunto más discreto para Robbie, de 33 años, quien pasó gran parte del último año recreando trajes clásicos de Barbie en la alfombra roja.

La estrella de 'Dune: parte dos', Zendaya, de 27 años, lució un traje brillante de un vestido morado iridiscente con un corpiño negro brillante y detalles inspirados en palmeras, de Armani Prive.

Emily Blunt, de 41 años, nominada al premio a mejor actriz de reparto por su papel en 'Oppenheimer', lució una marca que ha dominado la alfombra roja de esta temporada de premios: Schiaparelli.

La casa de moda italiana es conocida por sus diseños refinados con un toque surrealista, y esto ciertamente se vio en el brillante atuendo de Blunt. El vestido de lentejuelas tenía tirantes muy estructurados y detalles atrevidos que parecían el contorno de frentes en Y, y estaba combinado con hilos de joyería Tiffany & Co.

La estrella de 'Barbie', America Ferrera, de 39 años, siguió la guía de estilo de su coprotagonista Margot Robbie y usó un vestido de cota de malla rosa de Versace, que parecía una versión mini de uno que Robbie usó en un evento en Sídney el año pasado. Mientras que el atuendo de Robbie tenía un estilo vintage, usado por la supermodelo Claudia Schiffer en 1994, el de Ferrera estaba hecho a medida.

Entre todas las grandes casas de moda representadas en la alfombra roja de los Oscar, la estrella de 'Dune: parte 2', Florence Pugh, de 28 años, lució una marca menos conocida: Del Core, una firma milanesa fundada en 2020. El deslumbrante corpiño arquitectónico del vestido combinaba perfectamente con el llamativo collar estilo serpiente de Bulgari.

La estrella de 'Gambito de dama,' Anya Taylor-Joy, de 27 años, lució un vestido Dior personalizado que hace referencia a uno de los looks más famosos de la casa de moda francesa: el vestido Junon, diseñado por Christian Dior en 1949. El vestido original tenía un corpiño blanco y una falda voluminosa formada por 'pétalos' de pedrería. El conjunto de Taylor-Joy tenía detalles de pétalos similares en la falda, con algunas diferencias clave: el color general era más gris plateado y los pétalos eran más pequeños, lo que creaba una silueta estilo columna.

Gabrielle Union-Wade también se rindió con un dos piezas de Carolina Herrera. Bordado con cristales plata por todo el corte, el look está compuesto por un top escote palabra de honor y bajo evasé, y una falda sirena con abertura trasera. Y en la 'after party' con otro modelo similar, pero de otro diseñador.

Más brillos sobre el escenario de los Oscar con el vestido de Lupita Nyong'o. El suyo es un modelo customizado por Armani Privé para la cita. Confeccionado con un tejido de lentejuelas en azul pálido, se completa con apliques de plumas en la cintura y el bajo.

Para su vuelta triunfante después de conseguir el Oscar a mejor actriz el año pasado, Michelle Yeoh ha elegido un vestido de Balenciaga. Con más brillos aún, el modelo contaba con escote asimétrico, capa y cola. Unos guantes de ópera y unos zapatos negros han completado el look.

Pero no solo la alfombra roja se vistió de esta tendencia, las 'after party' no fueron menos capitaneadas por el look más metal de la velada, el de una Elsa Pataky a tachas plateadas con el que deslumbró en la fiesta.