El pope de la moda que nadie esperaba en la toma de posesión de Trump

En la ceremonia de juramento de Donald Trump como el 47.º presidente de Estados Unidos en la Rotonda del Capitolio vimos a solo una o dos filas detrás del expresidente Bill Clinton y su esposa Hillary, exsecretaria de Estado, el expresidente George Bush y su esposa Laura, y el expresidente Barack Obama a una familia que nadie esperaba en esta cita con asientos privilegiados. Justo donde debía sentarse Michelle Obama que se negó a asistir, Bernard Arnault el titán empresarial de la moda, fundador, presidente y director ejecutivo de LVMH Moët Hennessy Louis Vuitton ocupó un lugar destacado el lunes, acompañado por su esposa Hélène, su hija Delphine y su hijo Alexandre, quienes habían viajado para asistir al evento histórico, justo un día antes del desfile de moda masculina de Louis Vuitton dirigido por Pharrell Williams.

Mientras que muchos de los políticos en la multitud, como los Clinton y Obama, lucieron colores representativos de sus respectivos partidos políticos, algunos, como Bush, rompieron líneas partidarias con un traje azul y corbata azul. Su esposa, la ex primera dama, optó por un vestido marrón. Los Arnault también eligieron una vestimenta neutral: padre e hijo vistieron elegantes trajes oscuros con corbatas estrechas a juego. Hélène y Delphine también insinuaron neutralidad, con la primera luciendo un suéter negro de cuello alto combinado con una chaqueta blanca, y la segunda optando por el clásico negro. Querían pasar desapercibidos, pero no lo lograron.

La elección de Melania Trump, como un abrigo de Dior para la recepción privada y espectáculo de fuegos artificiales del sábado por la noche en el Trump National Golf Club en Potomac Falls, Virginia, y un abrigo estilo capa de Dior negro para la ceremonia del domingo en el Cementerio Nacional de Arlington, conectan al nuevo Presidente con Delphine Arnault. También Ivanka escogió un conjunto verde botella de Dior compuesto por una chaqueta cruzada que ajustó con un cinturón negro y una falda. Asimismo, optó por un bolso Lady Dior y un tocado a juego que resaltaba su recogido.

La presidenta y directora ejecutiva de Dior, además de miembro de la junta directiva y del comité ejecutivo de LVMH. También es la fuerza detrás del Premio LVMH para Jóvenes Diseñadores y una influyente cazatalentos del grupo. Además, su papel en Francia es destacado, ha recibido recientemente el título de Caballero de la Legión de Honor en una promoción que incluye embajadores, exministros y aquellos que ayudaron a restaurar la catedral de Notre-Dame.

Su hermano de 32 años, que ocupa el cargo de vicepresidente ejecutivo de producto, comunicación e industria en Tiffany & Co., llamó mucho la atención en las redes sociales por asistir a un mitin a favor de Trump en el Madison Square Garden en septiembre. Después de que su aparición fuera mencionada en un artículo de WWD, un portavoz de Tiffany & Co. señaló que también había asistido a eventos organizados para Joe Biden y a recaudaciones de fondos para la entonces vicepresidenta Kamala Harris. Durante su campaña contra Trump, Harris lució varias piezas de joyería de Tiffany & Co., incluida su collar Graduated Link en oro amarillo de 18 quilates.

Alexandre Arnault acompañó a su padre cuando este viajó a Nueva York en 2017 para reunirse con Trump en la Trump Tower antes del inicio de su primera administración. Dos años después, el magnate francés del lujo invitó a Trump a recorrer el taller de artículos de cuero de LVMH en la zona rural de Alvarado, Texas, para que Trump pudiera ver como la empresa de origen francés colabora en la creación de empleos del país norteamericano.

La apuesta de Melania por firmas americanas es su primer cambio en esta nueva etapa, ya que durante el primer mandato apostó por casas europeas. Según Hervé Pierre, que la vistió en el baile inaugural, las casas de lujo europeas están cada vez más interesadas en vestir a la Primera Dama para ocasiones clave. Pierre comentó a WWD la semana pasada que, después de que ella usa un artículo de diseñador, los compradores suelen contactar a la marca al día siguiente para preguntar cómo adquirirlo.

Algo que en el primer mandato no sucedía y a lo que parece que Trump viene a dar la vuelta.