Los trucos que necesitas conocer para no ganar peso en verano
Se acerca la época en la que tendemos a olvidar los buenos hábitos, pero seguir manteniéndolos es posible
En ocasiones el verano se convierte en esa época del año en la que nos relajamos y, dejándonos llevar por el espíritu de las vacaciones, dejamos de lado todas nuestras rutinas habituales, sobre todo en vacaciones, cuando el despertador no suena y podemos remolonear en la cama.
Las altas temperaturas no siempre invitan a hacer deporte, sobre todo si somos aficionadas a entrenar en la calle, y los planes fuera de casa son tantos y tan interesantes que no queremos perdernos ninguno.
Solemos asociar esta época del año al relax, el descanso y la desconexión, pero eso no quiere decir que nuestra salud deje de ser importante, por suerte, seguir manteniendo nuestras saludables costumbres es posible, sobre todo si sigues estos sencillos y prácticos consejos.
Vigila los horarios
Aunque en vacaciones tendemos a dejar el reloj en casa, continuar con nuestros horarios de comida puede resultar muy útil, eso sí, con cierta flexibilidad. Un descontrol en los horarios puede hacernos caer en la tentación de picar entre horas, o llegar con más hambre a la siguiente ingesta. Seguir haciendo cinco comidas al día puede ayudarte a regular el apetito.
Comer fuera es posible
Cuidar tu alimentación es importante y una de las formas más sencillas de hacerlo es cocinar y comer en casa, por eso en ocasiones pensamos que es imposible hacer vida social y comer en un restaurante sin renunciar a los buenos hábitos.
Mira con atención la carta, seguro que encuentras muchas opciones deliciosas y que resultarán perfectas para ti. Por ejemplo, puedes escoger aquellas que lleven verdura como guarnición o que estén elaboradas a la plancha o al papillote.
Adelántate y sé la primera en pedir, así tu decisión estará tomada y no tendrás la tentación de cambiar de idea.
¿Y en los chiringuitos?
Tomar algo con tu grupo de amigos es una costumbre que no conviene perder, pero a menudo se asocia con raciones y tapas que no suelen ser las más saludables. Si puedes escoger, mejor evitar las patatas fritas y apostar por aperitivos menos calóricos.
Los encurtidos pueden ser unos buenos aliados, pero también las tapas a base de marisco, como los mejillones, berberechos, gambas, también pueden servir los ahumados, hummus o escabeches.
A la hora de seleccionar tu bebida recuerda que la moderación puede ser tu mejor opción. Por ejemplo, si tienes sed, apuesta por saciarla con agua. Si escoges otra bebida después, la tomarás más despacio y te durará más tiempo, o la opción de vino o cerveza con casera, puedes beber reduciendo a la mitad las calorías de estas bebidas.
No hay verano sin helado
Los helados son típicos de estas fechas y no resulta sencillo resistirse a esta postre dulce y refrescante, por eso lo mejor es buscar la forma de poder tomar la versión más saludable de ellos, por ejemplo haciéndolos tu misma en casa con frutas de temporada.
Los granizados y los smoothies pueden ser una buena alternativa, sobre todo aquellos preparados con frutas frescas o al momento, un tentempié refrescante que además es delicioso.
No olvides el ejercicio
Ahora que has introducido el deporte en tu rutina y estás más motivada que nunca, no lo dejes de lado solo porque estés de vacaciones. De hecho es el momento perfecto para mantenerte activa, descubriendo nuevos lugares o practicando deporte en la playa.
No te obsesiones
Es importante que nuestros hábitos sean saludables, pero esto no debería ser una obsesión. Las vacaciones son un tiempo de relax y desconexión. Disfruta de tu tiempo de ocio, utiliza tu sentido común y, si te apetece, date un capricho de vez en cuando.
En ocasiones el verano se convierte en esa época del año en la que nos relajamos y, dejándonos llevar por el espíritu de las vacaciones, dejamos de lado todas nuestras rutinas habituales, sobre todo en vacaciones, cuando el despertador no suena y podemos remolonear en la cama.