Por qué hacer (solo) abdominales no te garantiza un vientre plano

La decisión de hacer más ejercicio físico la podemos tomar por muchos motivos y todos ellos son válidos porque al final lo único importante es que mantenerte activa y en forma es bueno para tu salud.

Disminuye el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, aumenta tu densidad ósea, mejora la flexibilidad y movilidad de tus articulaciones, aumenta el tono muscular, reduce la sensación de fatiga… y estos son solo los físicos.

Además, a nivel emocional, mejora nuestra autoestima, reduce los niveles de estrés y tensión, disminuye la depresión, te ayuda a relajarte y, en general, incrementa tu bienestar.

Si a todo lo que puede aportar en tu vida el ejercicio, le quieres añadir lucir una figura más tonificada y un vientre plano, conviene que sepas que puede que solo con la actividad física no sea suficiente.

Más que abdominales

Puedes pasarte el día entero haciendo abdominales y aun así hay muchas posibilidades de que no consigas lucir el vientre plano que tenías en mente. No es porque los estés haciendo mal o porque nunca vayas a conseguir tu meta, es porque no es suficiente con fortalecer y tonificar la zona.

El tejido adiposo de la zona esconderá la musculatura aunque la tengamos desarrollada. Tenemos que eliminar la grasa que nos sobra y para eso no hay un ejercicio concreto, es decir no hay una forma de quemar grasa y que esta sea de nuestra zona abdominal.

Por eso lo que tenemos que hacer es compaginar ejercicios que nos ayuden a tonificar la zona, como los abdominales, con otros que nos hagan quemar calorías. Al quemar más de las que consumes, obligas a tu cuerpo a utilizar la grasa acumulada.

Por eso es importante incluir ejercicios de cardio en nuestros entrenamientos, correr, montar en bicicleta o hacer spinning son algunos de los que pueden ayudarnos, también la natación o el entrenamiento por intervalos o HIIT, que fortalecen la musculatura a la vez que queman grasa.

La alimentación importa

Para conseguir nuestro objetivo es importante que no descuidemos nada y eso incluye nuestra alimentación. Esta debe ser lo más equilibrada posible, haciendo especial hincapié en la necesidad de un variado consumo de frutas y verduras.

Reduce el consumo de alcohol y olvídate de bollerías industriales y refrescos. No te olvides de mantener una hidratación adecuada bebiendo suficiente agua, no solo te ayudará a estar hidratada, también evitará la retención de líquidos que puede hacerte sentir hinchada.

Compaginando alimentación y ejercicio será más sencillo que consigas tus objetivos y luzcas un vientre plano.