La rutina de ejercicios de Meghan Markle con Jorge Blanco, el entrenador de las celebrities

Ahora la situación es muy diferente, Meghan está embarazada de su segundo hijo, que ya han confirmado que será una niña, por lo que sus rutinas son completamente distintas. De hecho, desde que dejó aparcada su carrera de actriz, Markle se centró en el yoga como ejercicio para mantenerse en forma, pero no siempre fue así.

Durante el tiempo que formó parte del reparto de la serie ‘Suits’, sus rutinas deportivas eran más exigentes; de hecho, ese tiempo que pasó viviendo y trabajando en Canadá no dudó en ponerse en las manos de uno de los entrenadores de celebrities más reclamados, el zaragozano Jorge Blanco, quien confirmó para ‘Vanity Fair’ parte del entrenamiento de Meghan: “Hacíamos un poquito de artes marciales, un poco de boxeo y a veces kickboxing”.

Lo cierto es que, durante su estancia en Canadá, el ejercicio físico formaba parte de la rutina de Meghan, que entrenaba hasta tres y cuatro días a la semana durante 45 minutos, tal y como confirmaron sus entrenadores para la revista ‘Women’s Health’. Compaginaba los entrenamientos de Blanco, de los que era una apasionada, con otras disciplinas, como el pilates.

Así, durante el tiempo que pasaba trabajando contaba con la ayuda de entrenadores que buscaban tonificar su cuerpo, pero también mejorar su postura para que se sintiera cómoda frente a las cámaras, una rutina muy diferente a la que ponía en práctica el resto del tiempo, donde priorizaba entrenar en casa o salir a correr en compañía de su perro.

Entrenando como Meghan

Su entrenador, Craig McNamee, confirmó en el año 2018 a la citada revista que la estrategia de entrenamiento que seguían con Meghan era intentar trabajar todo el cuerpo, centrándose en la postura por lo que incluían muchos ejercicios de core. Ejercicios de los que realizaban muchas repeticiones, pero elevando poco peso, para conseguir la figura que la otrora actriz deseaba.

Algunos de los ejercicios que no faltaban en la rutina fitness de Meghan y que su entrenador confirmó eran las sentadillas búlgaras, que se realizan con un poco de peso en cada mano. Para hacerlas hay que apoyar el empeine de una de las piernas sobre un banco o una superficie elevada y, manteniendo el equilibrio, flexionar la otra pierna.

No es el único ejercicio en el que el equilibrio resulta de vital importancia, también formaba parte de su rutina los ejercicios de peso muerto a una pierna con pesas rusas o kettlebell. Un ejercicio que se realiza manteniendo el peso sobre una pierna mientras extendemos la otra hacia atrás estirada, haciendo que el cuerpo quede paralelo al suelo. Cogemos la pesa rusa y recuperamos la posición vertical sin apoyar la pierna posterior.

Otro de los ejercicios que hacía Meghan lo podemos realizar con la ayuda de una pelota de pilates, tumbada boca arriba, con los glúteos elevados y con una pierna apoyada en el balón y la otra elevada hacia el techo, flexionar y estirar la pierna apoyada en el balón. La clave es mantener la postura evitando que el cuerpo descienda.

No son pocos los ejercicios que Meghan realizaba en cada entrenamiento, pero sin duda uno de los más sencillos de copiar son las extensiones de cadera con banda elástica. Se hacen como las tradicionales, en cuadrupedia elevando una de las piernas como si diéramos una patada, pero con una banda a la altura de los muslos, para conseguir que el esfuerzo sea mayor y el resultado mejor.

Todos estos ejercicios, de los que la artista hacia varias repeticiones, formaban parte de un entrenamiento más amplio que también compaginaba, como hemos señalado antes, con sesiones de yoga, pilates o boxeo, de las que se encargaba el español Jorge Blanco o Spaniard, como le conocen sus afamados clientes.