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'Pequeñas cosas hermosas': la serie sobre mujeres y crisis de la mediana edad que no esperabas
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BRIGADA ANTI-SPOILER

'Pequeñas cosas hermosas': la serie sobre mujeres y crisis de la mediana edad que no esperabas

Cheryl Strayed, autora de 'Alma salvaje', vuelve a implicarse en una ficción basada en uno de sus libros. Como en la película, está inspirada en su propia vida

Foto: Kathryn Hahn, en un fotograma de la serie. (CP)
Kathryn Hahn, en un fotograma de la serie. (CP)

La palabra 'fluir' y el rostro en primerísimo plano de Reese Witherspoon. Así finalizaba 'Wild' o, para ser correctos, 'Alma salvaje', el título telefilmero con el que se estrenó en España la adaptación del libro de Cheryl Strayed. Recordamos su premisa: la de Strayed era la historia de una mochilera mutada en escritora, que narra en primera persona su caminata por el Pacific Crest, una especie de Camino de Santiago a la americana. Ese peregrinaje a solas le sirvió para exorcizar sus demonios; para superar la muerte de su madre, que la había llevado a las drogas, al sexo desenfrenado y a la ruptura con su pareja. Al final, todo se resumía (SPOILER de nuevo) en ese 'fluir', en un dejarse llevar sin ceder ante el sufrimiento. 'Alma salvaje' o 'Wild' nos venía a decir que el camino del dolor es igual de sanador que el de la alegría. Y esto, que parece un aforismo de libro de autoayuda, era fundamental para entender la historia. Ni el libro de Strayed ni la película homónima dirigida por el tristemente fallecido Jean-Marc Vallée son productos de autoayuda.

Tras aquel éxito de aquella cinta, Strayed vuelve a la ficción: ella es la impulsora de 'Tiny Beautiful Things' (mucho mejor llamarla así que 'Pequeñas cosas hermosas', título algo cursi que puede espantar a un sinfín de espectadores). La serie, de la que también es productora ejecutiva, es una nueva vuelta a su propia historia de redención. Solo que en esta ocasión está narrada en dos tiempos. Uno presente (y completamente ficticio) que nos cuenta qué habría ocurrido si Cheryl (o Clare, como se llama aquí) nunca hubiese transitado aquel sendero que nos narraba 'Wild'. También somos testigos, vía flashback, del pasado de la protagonista. Y este sigue, de forma casi literal (y por eso recuerda tanto a la película protagonizada por Witherspoon), la historia real de Strayed, el relato de cómo la rápida e inesperada muerte de su madre por cáncer la sumió en un caos de drogas, sexo y autodesprecio.

Los vínculos con aquella película (infravalorada y siempre comparada, desfavorablemente, con 'Hacia rutas salvajes') son muchos. El primero es Reese Witherspoon y Laura Dern (esta última encarnaba a la madre de Strayed). Otro punto de unión es la importancia de las canciones, que en 'Wild' vertebraban la historia y servían de banda sonora de la soledad de la protagonista. Si recordamos la película, recordaremos que cada vez que sonaba 'El cóndor pasa', casi siempre era de manera difusa, como si el director quisiera mostrar la música como parte integral de la memoria de Cheryl. Pocas veces hemos visto los recuerdos sonoros (y sentimentales) tan bien representados en una película.

placeholder Fotograma de 'Alma salvaje'.
Fotograma de 'Alma salvaje'.

'Tiny Beautiful Things' no recurre a la música de la misma forma, pero ningún tema musical aparece de manera gratuita. Todos tienen un sentido. La serie no inventa la bombilla (tampoco lo hacía la película, aunque su estructura y su dureza la conviertan en una de las cintas a recuperar de la pasada década), pero algunos de sus elementos describen muy bien un tema de máxima actualidad: la importancia de la salud mental. La interpretación de Kathryn Hahn está llena de matices; posee esa verdad y esa expresividad que ya encontrábamos en 'Bruja Escarlata y Visión' y en otros de sus personajes. La vecina cobarde de 'Revolutionary Road' o la madre divorciada de 'La señora Fletcher' se beneficiaron de su mirada incisiva y de su callo profesional.

La protagonista de 'Tiny Beautiful Things' es madre de una adolescente, tiene problemas serios con su pareja (con la que va a terapia y con la que no puede convivir momentáneamente). Su trabajo en una residencia de ancianos, su apariencia física y su orden mental han degenerado bastante. En la primera secuencia ya la vemos borracha en un Uber compartido, toda una declaración de intenciones. Una columna de consejos, de la que acabará siendo autora, será su pasaporte a la salvación, como la escritura lo fue para Strayed.

Pese a todo, su crisis de la mediana edad no es la crisis de mediana edad que solemos ver en productos del mismo tipo. Que nadie espere una especie de 'Come, reza, ama' catódico, con la típica señora privilegiada que desea huir de un marido infiel y una aburrida vida de high class. Clare no se ajusta a ese estereotipo del audiovisual en el que las mujeres en crisis siempre son de clase alta: ella no tiene dinero y es un desastre como madre y esposa; vendría a ser la versión 2.0 de aquella legendaria 'Stella Dallas' de King Vidor. En lugar de huir de un hogar encorsetado, quiere reconstruir el suyo, disfuncional pero (aparentemente) lleno de amor.

placeholder Cartel promocional de la serie. (Disney Plus)
Cartel promocional de la serie. (Disney Plus)

Como 'Wild', lo mejor de 'Tiny Beautiful Things' es que es una miniserie sin moralejas obvias, con una protagonista que no es ejemplo de nada, sino más bien de todo lo contrario. Aunque tiene más subrayados que los de la película basada en la vida de Strayed, la miniserie cumple con un mandamiento de la ficción actual: mostrar la realidad de muchas mujeres sin adoctrinar ni aleccionar, retratándolas como seres humanos imperfectos, sin caer en el machismo rancio o en la hagiografía facilona. La estructura en flashback y el formato (las miniseries vs. las películas) permiten profundizar en los personajes; no solo en el de Clare, sino también en el de su hija o en un marido que no sabe cómo lidiar con ella.

En una época de auge de las ficciones femeninas, se agradece una que toca la salud mental y habla de ese 'fluir' que nos dice que la vida es muy perra, pero no nos queda otra que transitar por ella lo mejor que podamos.

La palabra 'fluir' y el rostro en primerísimo plano de Reese Witherspoon. Así finalizaba 'Wild' o, para ser correctos, 'Alma salvaje', el título telefilmero con el que se estrenó en España la adaptación del libro de Cheryl Strayed. Recordamos su premisa: la de Strayed era la historia de una mochilera mutada en escritora, que narra en primera persona su caminata por el Pacific Crest, una especie de Camino de Santiago a la americana. Ese peregrinaje a solas le sirvió para exorcizar sus demonios; para superar la muerte de su madre, que la había llevado a las drogas, al sexo desenfrenado y a la ruptura con su pareja. Al final, todo se resumía (SPOILER de nuevo) en ese 'fluir', en un dejarse llevar sin ceder ante el sufrimiento. 'Alma salvaje' o 'Wild' nos venía a decir que el camino del dolor es igual de sanador que el de la alegría. Y esto, que parece un aforismo de libro de autoayuda, era fundamental para entender la historia. Ni el libro de Strayed ni la película homónima dirigida por el tristemente fallecido Jean-Marc Vallée son productos de autoayuda.

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