Descubre las nuevas terrazas de Madrid este San Isidro (y huye de las retenciones)

Este 2023 es el año de San Isidro, el humilde labrador, patrón de la villa y corte, cuyos milagros llevan ensalzándose desde el siglo XIII, cuando su cadáver incorrupto apareció en el cementerio de San Andrés. No hay mucho documentado sobre su vida, pero sí sobre el fervor que despertó y sigue despertando un santo con el que Madrid se identifica como pocas otras ciudades lo hacen con el suyo.

Canonizado hace ahora 400 años junto a Santa Teresa, San Ignacio de Loyola, San Francisco Javier y San Felipe Neri (ahí es nada), merece que este próximo puente te quedes a saborear lo que supone en Madrid su culto en una de las fiestas más castizas. Para eso, y para cuando te canses de andorrear entre la muchedumbre, la Pradera, la Ermita, su fuente milagrosa y sus alrededores, te dejamos unas cuantas nuevas direcciones de restaurantes de moda con mesas al fresco para que reserves con tiempo, despejarte y tomarle el pulso a esa otra cara de Madrid, repleta de novedades cool que se dan la mano con lo cañí y que hacen de ella una urbe tan especial. El puente del 15 es el pistoletazo de salida definitivo para la temporada de terrazas. ¿Te las vas a perder?

Club Financiero Génova

La familia de La Ancha —encabezada por Nino Redruello— y Azotea Grupo han dado el campanazo de la temporada con la apertura a la restauración y al público del Club Financiero Génova. El icónico edificio y su azotea, reservados hasta ahora solo para socios, se abren así a Madrid, siempre previa reserva, con una propuesta gastro a la altura de los platos de este apellido ya centenario y que sigue estando de moda gracias a la propia La Ancha, a Fismuler o al más reciente The Omar.

Por su parte, Manuel Berganza, en la parte de eventos, y los tragos de Luca Anastasio completan una irresistible oferta. La estética de lujoso club privado decimonónico con aires contemporáneos ha sido la clave para el interiorismo de Alejandra Pombo. Dos comedores, dos barras y una espectacular terraza panorámica lo protagonizan.

Robata

El japonés cosmopolita de Fabiola Lairet, primera sushi chef oficialmente titulada en España, se estrena en la capital, terraza incluida, en el encantador callejón de Puigcerdá, junto a la calle Jorge Juan, que tanto nos gusta.

Sus nigiris más puristas con espectacular producto —el de wagyu A5 es impresionante— se combinan con especialidades procedentes de una colorista fusión que ella practica sin renunciar a las mejores materias primas niponas. Sus rolls, su crispy duck o todos los yakitori que salen de la robata —parrilla japonesa—, honrando a su nombre, son deliciosos. Cuando apriete el calor, opta por sus platos más frescos, como los ceviches y su maravillosa selección de cortes de pescado.

La Cabrera

Ya ha aterrizado en Madrid, como anunciamos aquí, la exitosa parrilla argentina de Gastón Riveira, con sedes por toda Latinoamérica, Filipinas y las más recientes en Málaga y Barcelona. Aquí sigue la idéntica filosofía de apostar por la frescura y no por maduraciones excesivas en alrededor de diez cortes de carne, con la Aberdeen Angus como protagonista.

Impepinable pedir el ojo de bife (lomo alto) con su ceja, de una jugosidad extrema, igual que la entraña. Algo que caracteriza a La Cabrera son sus lupitas, acompañamientos sorpresa que el restaurante ofrece con los principales. Ocurre igual en los aperitivos y hasta en los postres, y es que otro signo inconfundible son los chupa-chups que aparecen con la cuenta si aún has dejado hueco tras el flan casero o el inamovible panqueque con dulce de leche. Su terraza en la calle Velázquez es, sencillamente, divina.

L’Ambassade Robuchon

El Grupo Robuchon aterriza en España a lo grande, a lo que fue el espacio del mítico Embassy, con tres conceptos: L’Atelier, L'Ambassade y Le Speakeasy, repartidos en 950 metros cuadrados de pura Francia con guiños a Madrid. Jorge González —antes en el Ritz, del que ahora hablamos— comanda los tres espacios en varias plantas, arriba con barra y sala para un completo menú degustación, y abajo para un picoteo más informal. Es aquí donde se añade una deliciosa terraza en pleno Paseo de la Castellana.

¿La oferta? Muy casual, lo que no quiere decir económica, ¡ojo! Desde tapeo capitalino, como en el caso de los buñuelos de bacalao, a especialidades universales de la casa como el puré de patatas Robuchon, que acompaña a la presa de cerdo ibérico. Ensaladas, tostas… Hay para todos los gustos y abre del desayuno a la noche.

El Jardín del Ritz con Moët & Chandon

Las noches de verano del icónico jardín del Ritz volvieron tras su reapertura de la mano de Mandarin Oriental y de Quique Dacosta, chef a cargo de todos los conceptos del hotel, desde el gastronómico Deessa a la coctelería Pictura.

No es del todo nueva su terraza, pero este año te sentirás como en Versalles al sumergirte en ella y en la efervescencia de la prestigiosa maison Moët & Chandon. La casa ha redecorado el espacio en una idílica explosión estival, cuya banda sonora la componen los brindis de sus copas en torno a creaciones que van desde unas sencillas croquetas de jamón a ceviches by Gastón Acurio y, cómo no, tratándose de Dacosta, ¡arroces! Puedes optar incluso por un menú degustación si quieres dejarte llevar y otras variadas experiencias con una buena dosis de tu champán favorito.

Amós

La terraza del Amós de Jesús Sánchez, en el Rosewood Villa Magna —ya que estamos en terreno de hoteles de lujo—, también está de estreno. El chef ha diseñado una oda al vermú y a la hora del aperitivo con siete deliciosas tapas basadas en bocados tan tradicionales como las gildas, el pincho de tortilla, la ensaladilla o los encurtidos.

En Amós no esperes nada convencional, solo bocados con la esencia de sus tres estrellas Michelin cántabro, el mítico Cenador de Amós. Todas maridan de maravilla con su vermú de manzana y esfera de aceituna gordal. Disponibles de jueves a domingo antes del almuerzo. ¡No dirás que no es un plan idóneo para este San Isidro!