Anaquiños: un estudio creativo llamado a inundar el mundo de belleza y flores de papel
Doblando, cortando y estirando trocitos de papel, las hermanas Cristina y Beatriz Velasco dan forma a casi cualquier objeto, especialmente si es bello y está pensado para alegrar el espíritu de quien lo contempla
Cristina y Beatriz Velasco son dos hermanas orensanas que comparten su amor por el diseño y la artesanía. Abogada y arquitecta, respectivamente, ambas empezaron a utilizar el papel para darles forma a sus ideas, mientras intentaban sobrevivir en sus precarios trabajos. Así nació Anaquiños de Papel, un blog en el que volcaban sus creaciones en forma de flores, ramos, guirnaldas, postales y cualquier otro objeto que se les cruzara por la cabeza. No tardaron en convertirse en un referente.
Fue entonces cuando decidieron darlo todo en un proyecto propio que las hiciese felices. En consecuencia, dejaron sus trabajos —"Una de las mejores decisiones que pudimos tomar"—. Desde entonces han realizado talleres de origami y paper art para Inditex, Cruz Roja o Loewe Perfumes, y sus obras las hemos podido disfrutar en Zara Home, Pull & Bear, Cartier o Simorra, entre otras firmas.
Hoy hablamos con Cristina para que nos cuente cómo ha sido arrancar este negocio con alma impregnado de delicadeza y amor.
Así empezó todo
"Siempre fui una niña muy creativa, quizás el hecho de ser gallega lo propició, la lluvia de aquí hace que pases mucho tiempo en casa y hay que encontrar la manera de entretenerte. De pequeña, en cumpleaños y navidades, siempre me pedía puzles, legos, mecanos… Me encantaba poder crear con mis manos. Pero cuando me hice mayor y llegó el momento de decidir a qué quería dedicarme no lo tuve nada claro. Era buena estudiante, así que decidí estudiar Derecho y me vine a Coruña. Me gustó la carrera y al terminar hice prácticas en varios sitios, pero, claro, cuando terminé empezó la crisis económica mundial".
"Mi hermana Beatriz estudió Arquitectura y en una de sus búsquedas de estructuras y diseños descubrió el origami y empezó a producir cosas espectaculares. Era tan bonito su trabajo que la animamos a que generara un blog para enseñarlo, y en 2012 se animó con Anaquiños de Papel. Anaquiños es una palabra gallega que significa trocitos y es que, efectivamente, un trocito de papel era el punto de partida de todas sus creaciones".
"Yo la veía tan superconcentrada y relajada haciendo origami en un momento de mi vida en el que para mí todo era estrés e incertidumbre, así que decidí empezar a practicarlo. Me uní a ella y hasta hoy. Poco a poco empezaron a llegar los primeros encargos para decorar eventos y dar talleres en empresas; así que, en 2014, decidimos profesionalizarnos y emprender".
Principales obstáculos
"Cuando empezamos no teníamos ningún referente español que practicase artesanía en papel, todo lo que veíamos venía del norte de Europa y de América. Lo que aprendimos fue gracias a internet, a blogs extranjeros y a vídeos de YouTube. Al no haber referentes no tienes a quién preguntarle tus dudas y eso fue duro, porque nos encontramos muy solas, aunque también fue muy emocionante y nos obligó a explotar nuestra creatividad al máximo. Teníamos que ser originales, no quedaba otra".
"Otra dificultad fue hacer entender a la gente lo que hacíamos. Si tú dices que eres florista, la gente se imagina un ramo de flores; si dices que eres ceramista, se pueden imaginar un jarroncito. Pero si dices que haces artesanía en papel, no son capaces de visualizarlo y se imaginan un comecocos o un barquito de papel. Por eso hemos pulido tanto nuestra imagen y nuestras redes sociales, porque nuestros resultados son muy visuales y necesitan una buena imagen que lo explique perfectamente".
"Si dices que haces artesanía en papel, la gente se imagina un comecocos o un barquito"
“Hoy, nuestro mayor obstáculo es conciliar. Tanto Bea como yo somos madres. Ser mujer, autónoma y conciliar es realmente difícil. Agobiarse durante la baja de maternidad por si a la vuelta no tienes trabajo, o cómo vas a hacer para facturar y cubrir los gastos mínimos, no debería ser una preocupación para una persona que acaba de dar a luz. No sé ni de dónde sacamos las energías, pero las encontramos".
Vuestros errores
"¿Por dónde empezar? El primero y más importante fue no poner en valor nuestro tiempo. Cuando empiezas tienes una ilusión desbordante, amas tanto lo que haces que no te importa dedicarle todas las horas del mundo, pero, claro, eso tiene un coste difícil de contabilizar".
"Nosotras empezamos con la artesanía en papel como hobby, así que cuando decidimos emprender nos dimos cuenta de que es fundamental tener unas bases empresariales. Porque por mucho que te guste lo que haces tiene que ser rentable; si no es así, lo único que tienes es un hobby muy caro, pero no un trabajo".
Vuestros aciertos
"No sé si es un acierto o un error, pero al principio decíamos a todo que sí, gracias a eso pudimos conocer gente maravillosa y establecer colaboraciones que de otra manera nunca habrían sido posibles. Nos escribían y nos pedían tocados para sesiones de fotos, nunca habíamos hecho ninguno, pero no dudábamos. '¿Podéis hacer pendientes?' Sí. '¿Hacéis flores gigantes?' Sí. Todo eso nos hizo aprender a pasos agigantados".
“Hay que llamar a muchas puertas, preguntar mucho, tener los ojos muy abiertos y buscar oportunidades donde aparentemente no las hay”
Una anécdota
"Nuestro nombre, Anaquiños, no significa nada para quienes no hablan gallego, y encima en Instagram no existe la ‘ñ’, así que mucha gente piensa que nuestro nombre es Ana y de apellido Quinos, o que además de Cris y Bea también hay una chica que se llama Ana trabajando con nosotras". (Risas). "Este año hemos empezado a preparar algunos cambios para poner más en valor nuestro trabajo como artesanas, porque todo lo hacemos nosotras con nuestras manos, por eso, dentro de poco, Anaquiños de Papel se irá transformando en Velasco Mora Studio".
"También recuerdo cuando en la Madrid Fashion Week nos dieron apenas 35 minutos para montar la decoración del escenario, lo que implicaba colocar más de cien grullas de papel clavadas en una lona con alfileres… Aún hoy no sé cómo lo conseguimos".
La clave de vuestro éxito
"Creo es no perder nunca la ilusión —aunque muchísimas veces se haga cuesta arriba—, tener los ojos bien abiertos y ver oportunidades donde no las hay".
"Pero sobre todo hay que saber rodearse de personas buenas y con más talento que tú para aprender mucho de ellas"
Tu día empieza con…
"Un momento que me encanta es ir a despertar a mi bebé, desayunar con ella y llevarla a la guardería con calma".
Y acaba con…
"Acostando a la niña y cenando tranquilamente con mi marido, mientras vamos recogiendo los juguetes que quedan tirados por el suelo. Mientras hago eso doy gracias por la suerte que tengo con mi familia".
Consejo para emprendedores
"Que intenten ser originales, que no sean copia de nadie, y así cuando la gente vea su trabajo sepa inmediatamente que es de ellos. Es difícil, sobre todo en estos tiempos en los que estamos sobresaturados de información, pero considero que diferenciarse es la clave".
"Por otro lado, que valoren su tiempo y su trabajo; si tú no lo haces, los demás no lo van a hacer. Que te contraten porque eres la mejor, no la más barata. Que se rodeen de gente buena, positiva y con talento, y que nunca tengan vergüenza por exponer sus dudas".
¿Merece la pena luchar por este sueño?
"Totalmente. Gracias a este trabajo hemos podido vivir experiencias que de otro modo hubiera sido imposible. Hemos conocido a personas espectaculares, hemos visitado sitios increíbles… Estamos superagradecidas de poder seguir dedicándonos a lo que nos apasiona".
Cristina y Beatriz Velasco son dos hermanas orensanas que comparten su amor por el diseño y la artesanía. Abogada y arquitecta, respectivamente, ambas empezaron a utilizar el papel para darles forma a sus ideas, mientras intentaban sobrevivir en sus precarios trabajos. Así nació Anaquiños de Papel, un blog en el que volcaban sus creaciones en forma de flores, ramos, guirnaldas, postales y cualquier otro objeto que se les cruzara por la cabeza. No tardaron en convertirse en un referente.
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