Unax Ugalde: "Vitoria es magia y una de las ciudades con más calidad de vida del mundo"

Si el genio de la lámpara le pudiese conceder un deseo a Unax Ugalde (Vitoria, 1978), cuál sería. El actor lo tiene claro: hacer una película relacionada con el mar. “Me apasiona. Soy patrón de barco, tengo el título de buceo y me apasiona la biología marina. Es un sueño que me encantaría cumplir”. Este aviso a navegantes lo hace alguien que empezó a trabajar con 17 años y, desde entonces, ha participado en una treintena de películas, una veintena de series y tres obras de teatro.

Una carrera que comenzó en ETB hasta que se mudó a Madrid para dar el salto a series que muchos recordamos con cariño, como ‘A las once en casa’, ‘Compañeros’, ‘El grupo’ o ‘Periodistas’, pero sin duda fue ‘Volverás’, junto a Tristán Ulloa, la cinta que determinó su futuro. Más tarde, llegarían títulos como ‘Héctor’, de Gracia Querejeta —que le valió una nominación al Goya—, ‘Frío sol de invierno’ o 'Alatriste'.

Pero Unax Ugalde quería más. Pronto comenzó una carrera internacional que le ha llevado a trabajar con Milos Forman en ‘Los fantasmas de Goya’ o Steven Soderbergh en ‘Che, el argentino’, y que ha compatibilizado con trabajos en series como ‘Gran reserva’, ‘La valla’ y ‘Amar es para siempre’. Después de un tiempo en el que decidió priorizar su faceta como padre para poder criar a sus hijos, nuestro protagonista, al que podemos ver actualmente en 'Entre tierras', de Antena 3, se muestra decidido a retomar su carrera internacional.

Aunque lleva más de la mitad de su vida viviendo fuera de la ciudad que lo vio nacer, Unax Ugalde reconoce que regresa a Vitoria siempre que puede porque es allí donde tiene a su familia y las amistades de la infancia. “La cuadrilla es sagrada, así que todos los años celebramos como mínimo uno o dos encuentros. Me gusta seguir manteniendo la cercanía con los míos. Es algo vital para mí”. De su mano, nos vamos a descubrir la capital vasca.

Tu mejor recuerdo de Vitoria

“Se me viene a la memoria que, de pequeño, entre semana estábamos en Vitoria, pero el fin de semana nos íbamos a un pueblo cercano llamado Barrón, de tan solo diez habitantes. Allí mis padres habían comprado una casita de campo para que yo pudiera respirar naturaleza y me curara de los ataques asmáticos que me daban y que me llevaban a desmayarme. Tengo muchos recuerdos de ese pueblo y de crecer en el campo rodeado de naturaleza y animales. Mi infancia fue muy divertida”.

"El clima de Vitoria es bastante frío. De hecho, se la conoce como Siberia Gasteiz"

El carácter vitoriano es…

“No soy mucho de generalizar porque realmente en todos los sitios hay de todo, pero sí que creo que el clima marca el carácter. Y el de Vitoria es bastante frío. De hecho, se la conoce como Siberia Gasteiz y eso, al fin y al cabo, impone un carácter más rudo y quizá más cerrado”.

Los imprescindibles de Vitoria son…

“La zona vieja es una maravilla. La antigua muralla, de origen medieval, es un lugar precioso para empezar a conocer la ciudad. Por supuesto, no hay que perderse la visita a la Catedral Vieja o Catedral de Santa María (Plaza de Santa María, 3), de estilo gótico”.

“Y para descubrir la ciudad, nada mejor que el Paseo de la Senda, que comienza en el Parque de La Florida, recorre mansiones del siglo XX como el Palacio de Ajuria Enea (Fray Francisco de Vitoria, 5) o el Museo de Bellas Artes (Fray Francisco de Vitoria, 8). Continúa por el estadio de Mendizorroza (Cervantes, 20), hasta llegar a la escultura de San Prudencio, patrón de Álava, y a la basílica que lleva su nombre (Armentiabo, 24). Quienes busquen naturaleza, muy cerca de la ciudad, pueden encontrar el pantano de Villarreal, con playas abiertas al baño, y la Sierra de Arkamu, un lugar espectacular donde se conserva una lobera”.

Dormir como un rey

“En el centro, aconsejaría el Hotel Dato (Eduardo Dato, 28), en el que se suelen alojar las compañías de teatro y al que acostumbro a ir bastante. También en el centro, se encuentra el hotel Casa de los Arquillos (Paseo de Los Arquillos, 1), situado en el edificio del siglo XVIII y con obras de arte de artistas locales. Y los que busquen tranquilidad y opten por las afueras, los Apartamentos Irenaz (Hondarribia, 1) son muy aconsejables”.

Es la hora del vermú

“En la zona de la Virgen Blanca hay muchos lugares para tomar un vermú y picar algo antes de comer. En el barrio de Judimendi, hay un lugar que es el templo de la tortilla de patatas de la ciudad: Cafetería Emar (Polvorín Viejo, 1). Está impresionante”.

Para darse un homenaje gastronómico

“Sukalki (Florida, 37), una taberna informal donde se come de maravilla con productos de kilómetro cero, en especial sus impresionantes espárragos rebozados. El producto local también manda en Mano Lenta (Tomás Alfaro, 11), donde preparan unos callos y unas manitas espectaculares”.

“El Clarete (Cercas Bajas 18) es otro histórico de la ciudad que lleva más de treinta años abierto y donde no te puedes perder sus platos de cuchara. También lugares de toda la vida, como Asador Matxete (Plaza del Matxete, 4-5), con su cocina a la brasa; Zabala (Mateo Moraza, 9), que reúne tradición y vanguardia, y presume de haber servido el primer goxua, el postre más emblemático de Vitoria”.

"Las fiestas de la Virgen Blanca son una fecha perfecta para visitar la ciudad y disfrutar de amigos y conciertos"

Nos vamos de fiesta

“La gran fiesta de la ciudad es la Virgen Blanca, una fecha perfecta para visitar la ciudad y disfrutar de mis amigos y los conciertos. Antes vivía más las fiestas por la noche, pero últimamente, desde que soy padre, disfruto más de las fiestas durante el día. Estoy descubriendo una celebración diferente”.

No puedes irte de Vitoria sin llevarte

“Lo más tradicional son los vasquitos y las nesquitas, unos bombones de chocolate que se crearon en la confitería Goya (Barrachi, 35) en 1920. Esta pastelería es una parada casi obligatoria para quien visite Vitoria. Los vasquitos tienen forma rectangular y están elaborados con praliné oscuro de naranja y con frutos secos en su interior. Las nesquitas llevan praliné de leche y tofe, y frutos secos también”.

El rincón al que siempre volver

“Hace poco, tuve el privilegio de llevar a mis hijos a mi lugar favorito de Álava, que es una ladera muy cerca de Barrón a la que hace unos cuarenta años me iba con mi mochila y mi piqueta a buscar fósiles de caracolas y bichos. Hacía mucho que no volvía por allí y decidí hacerlo con mi familia. Mi hijo cogió una caracola gigantesca, algo que me hizo mucha ilusión y que fue para mí como una señal. Reviví mis sensaciones de niño”.

Cuándo descubrir Vitoria

“Vitoria tiene magia en cualquier época del año. Pero a los frioleros no les recomendaría el invierno, ya que es bastante duro. La primavera es un momento muy bonito para disfrutar de la ciudad, sobre todo porque llueve bastante y es un momento en el que la naturaleza crece con fuerza y con instinto”.

Por qué Vitoria es la mejor ciudad del mundo

“Es una ciudad en la que se vive muy bien. De hecho, es una de las ciudades con mejor calidad de vida del mundo, tanto por todos los servicios sociales como por los parques y zonas verdes que conserva. Vitoria siempre ha presumido de ser una ciudad verde, y realmente lo es. Es cierto que ha crecido mucho, pero siempre manteniendo zonas verdes, algo que creo que es un regalo para todos los ciudadanos. Además, cuenta con muchos centros cívicos, espacios lúdicos y parques infantiles. También tiene mucho carril bici para poder moverte sobre dos ruedas. Vitoria está muy bien comunicada”.