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La playa secreta de Cantabria donde puedes “caminar sobre el agua” gracias a su lengua de arena
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la playa es para el verano

La playa secreta de Cantabria donde puedes “caminar sobre el agua” gracias a su lengua de arena

Un rincón poco conocido, pero inolvidable, que resume la esencia salvaje, bella e indomable del Cantábrico

Foto: La playa de Covachos. (Turismo de Cantabria)
La playa de Covachos. (Turismo de Cantabria)

Cantabria guarda secretos que parecen sacados de un cuento. Uno de ellos es la Playa de Covachos, un pequeño arenal escondido entre acantilados, a pocos kilómetros de Santander, que regala una de las postales más insólitas y bellas del litoral norte: una lengua de arena que, durante la bajamar, conecta la costa con un islote cubierto de vegetación, permitiendo a los visitantes “caminar sobre el agua”.

Situada en el municipio de Santa Cruz de Bezana, en la localidad de Soto de la Marina, Covachos es una playa en forma de concha, apenas conocida fuera de la región, pero que maravilla a todo aquel que la descubre.

placeholder La playa de Covachos. (Turismo de Cantabria)
La playa de Covachos. (Turismo de Cantabria)

Su gran protagonista es la Isla del Castro, una formación rocosa que sobresale del mar frente a la orilla. Cuando baja la marea, un tómbolo de arena une ambas costas y crea un singular paso natural por el que los bañistas pueden cruzar el mar a pie.

A sus espaldas, imponentes acantilados tapizados de verde abrazan la playa y sirven de escenario a otro fenómeno natural poco habitual: una cascada que se precipita directamente sobre la arena. Su origen es desconocido, pero su presencia, junto al contraste entre agua dulce y salada, realza aún más la magia de este enclave.

placeholder La playa de Covachos. (TripAdvisor)
La playa de Covachos. (TripAdvisor)

Este rincón salvaje no solo destaca por su belleza. También guarda huellas de la historia. En los años 80, el Laboratorio de Investigaciones Arqueológicas Subacuáticas halló en sus aguas restos de un navío inglés naufragado en 1641, víctima de un temporal que lo arrastró hacia la costa. Nueve cañones, proyectiles y anclas son testimonio de aquel trágico episodio.

Eso sí, acceder a Covachos no es tarea sencilla. Para llegar a esta joya natural hay que descender un empinado acantilado, ayudado por escaleras que desaparecen al final del trayecto, dejando paso a una cuerda como única guía. Pero el esfuerzo tiene recompensa: al llegar, el visitante se encuentra con aguas cristalinas, la visión del islote, el murmullo de la cascada y una sensación de aislamiento absoluto que convierte a Covachos en un “paisaje de fin del mundo”.

Cantabria guarda secretos que parecen sacados de un cuento. Uno de ellos es la Playa de Covachos, un pequeño arenal escondido entre acantilados, a pocos kilómetros de Santander, que regala una de las postales más insólitas y bellas del litoral norte: una lengua de arena que, durante la bajamar, conecta la costa con un islote cubierto de vegetación, permitiendo a los visitantes “caminar sobre el agua”.

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