Boda vs. exhumación: los Franco en México para el enlace de un bisnieto del dictador

Año nuevo, boda nueva...para los Franco. Y ya es al menos la segunda (que recordemos) en la que la familia del dictador se ve envuelta desde que empezaron los problemas con el proceso de exhumación del generalísimo.

La primera tenía lugar en el mes de octubre cuando el quinto bisnieto de Franco, Francisco Franco Suelves (35), primogénito de Francisco Franco y Martínez-Bordiú (63) y María Suelves (61), contraía matrimonio con Lian Lay Fournier (33), una joven norteamericana de origen asiático a la que conoció en Estados Unidos, concretamente en Los Ángeles. La boda tuvo lugar en la finca Valdelasfuentes, en Arroyomolinos, un municipio al sur de Madrid, con casi diez millones de metros cuadrados.

En esta ocasión, los Franco ponen un océano por medio entre el nuevo motivo de alegría (la boda) y el quebradero de cabeza que está suponiendo el proceso de exhumación de los restos del dictador del Valle de los Caídos. Según publica Vanity Fair, se casa el segundo fin de semana de enero Javier Ardid Martínez-Bordiú, el hijo menor de Mariola Martínez-Bordiú y Rafael Ardid Villoslada.

El joven contraerá matrimonio con Fernanda Estevez Hinojosa, una mexicana de de 30 años que aquí vemos junto a su madre. La noticia coincide en el tiempo con la negativa de el prior del Valle de los Caídos de facilitar el acceso del Gobierno al templo para la exhumación de Franco.

Javier era el único hijo de Mariola que faltaba por casar después de los matrimonios de Jaime y Francisco.

El más pequeño de los tres estudió Administración y Dirección de Empresas en la Universidad Carlos III de Madrid aunque reside en Miami. El joven ha seguido los reservados pasos de su madre: la segunda hija de Carmen Franco ha destacado por su absoluta discreción.

Después de sacarse la carrera de Arquitectura, Mariola se casó con Rafael Ardid, con el que aún continúa su matrimonio, aun a pesar de su padre, el marqués de Villaverde, ya que Ardid era hijo de un coronel republicano. Hasta en tres ocasiones se aplazó la boda, y a la cuarta se casaron en la capilla de El Pardo con toda la pompa y el boato de que disponía la familia en estos últimos días del dictador. La boda de Mariola fue la última de un nieto a la que asistió Franco.