Mar García Vaquero y Carmen Romero, en el entierro del hermano de Felipe González

Mar García Vaquero se ha convertido en la persona más cercana a Felipe González, la mujer que le ha cambiado la vida y su apoyo fundamental en esta etapa. Este fin de semana el matrimonio hacía una de sus escasísimas apariciones públicas. El hermano menor de Felipe, Juan María, fallecía en un hospital sevillano. El domingo acudían juntos al tanatorio de la SE-30 y hoy lunes al cementerio de San Fernando de Sevilla para despedirlo. Entre los familiares se encontraba también Carmen Romero, primera esposa de Felipe y que sigue siendo muy querida en su entorno. Era la primera vez que ambas mujeres coincidían.

El expresidente del Gobierno es el segundo de cuatro hermanos. Maruja y Lola son las otras dos hermanas. Hijo de Felipe González Helguera y de Juana Márquez Domínguez, su padre, hombre de campo, sano y sencillo, tenía una vaquería en la localidad sevillana de Dos Hermanas. Curiosamente se quedó viudo y volvió a contraer matrimonio con una prima hermana de su mujer. Lo hizo de manera tan discreta, mientras su hijo era presidente del Gobierno, que este se enteró por la prensa.

También Felipe González se casó, casi en secreto, con su segunda mujer. El 2 de agosto se cumplirán siete años. La relación se hizo pública en diciembre de 2008 y causó una auténtica sorpresa mediática. Once años juntos y una nueva vida desde entonces. Mar es cuñada del empresario Pedro Trapote, casado con su hermana Begoña, y aunque la discreción es también una de sus cualidades, su círculo de amistades tiene más proyección mediática.

Carmen Romero, mujer durante 39 años de Felipe, además de compañera de ideales políticos, desapareció tras la separación de la vida pública. Se refugió en sus hijos Pablo, David y María, y en los nietos. El silencio ha sido su mejor compañía estos años.

Este doloroso acontecimiento familiar ha sido el primero en el que ambas mujeres han estado frente a frente. Mar, del brazo de su marido y junto a una de sus hermanas, Lola, acompañó a la familia desde el tanatorio hasta el cementerio de San Fernando. Caminaba detrás de los hijos y la viuda del fallecido.

Carmen, muy respetuosamente, se colocó detrás, escudada en una gafas de sol y vestida de blanco y negro. Felipe se encontraba muy afectado por el fallecimiento de su hermano menor. El desenlace ha dejado trastornado a un hombre que acaba de cumplir los 77 años el pasado 5 de marzo.