Sassa de Osma y Christian de Hannover: los negocios que consolidan su vida en Madrid

A menos de un mes de cumplir dos años de casados, Sassa de Osma y Christian de Hannover pueden afirmar sin miedo a equivocarse que atraviesan su mejor momento en Madrid. Completamente integrados en la jet set capitalina, tanto su matrimonio como sus negocios marchan viento en popa y hasta se ha especulado que podrían estar buscando cambiarse de casa. ¿Qué más se puede pedir?

Pues a decir verdad nada. Los príncipes de Hannover se han convertido en dos de nuestros personajes favoritos a pesar de que su asistencia a fiestas y eventos varios suele ser bastante selectiva. Bodas de alta alcurnia y algún concierto vip conformarán su agenda durante los próximos meses.

Un calendario, por cierto, ya de por sí completo de reuniones de negocios. Si Sassa de Osma 'desfilaba' hace unos días en la MBFW de Madrid, Christian de Hannover ha hecho lo propio ultimando un acuerdo con la promotora especializada en alto standing Single Home. Un no parar.

Real (y principesco) State

Según publicaba El Confidencial, el fondo de capital colombiano Logika European Partners, en el que participa el hijo de Ernesto de Hannover, estaría llegando a un acuerdo con la promotora especializada en proyectos de alto standing Single Home para la compra de Núñez de Balboa 3.

El inmueble, que se encuentra dividido actualmente en 10 viviendas, dos oficinas y un local comercial que en el pasado albergó un concesionario Maserati, pertenece a varios inversores venezolanos que compraron el edificio bajo la sociedad Proyecto e Inversiones Binah. Tras varios meses buscando salida a este activo en el mercado, si todo sale según lo previsto (es decir, si pagan los 24 millones de euros que piden), pasaría a formar parte del abultado capital de Logika y quién sabe si los Hannover-Osma podrían incluso mudarse a una de sus viviendas de lujo.

El edificio se encuentra en el barrio de Salamanca, una de las zonas donde desarrollan su día a día, junto al hotel Wellington, en la calle Velázquez y a escasos metros del Retiro. Un barrio al que, sin duda, no les costaría mudarse y donde podrían empezar a criar una familia.

Bolsos de pasarela

Christian no es el único al que le va bien en los negocios. Sassa ha conseguido durante los últimos meses catapultar su marca (Moi & Sass) de la zona nicho en la que operaba a subirla a la pasarela de la Mercedes-Benz Fashion Week como parte de la propuesta para el próximo invierno del diseñador Miguel Marinero.

Con una propuesta basada en los clásicos, el famoso peletero español dio a conocer su colección reivindicando sus comienzos con bolsos diseñados por la mismísima princesa de Hannover, quien, acompañada de su socia, Moira Laporta, y su íntima amiga Valentina Suárez de Zuloaga, disfrutó del desfile desde el front row.

Y este tan solo ha sido el último paso en su estrategia para encumbrar su marca. Hace apenas unos meses, presentó su nueva colección en Mimoki, la tienda de tocados más solicitada por la jet.

Conscientes del mercado competitivo en el que han entrado, poco a poco han conseguido hacerse un hueco en algunos de los vestidores más selectos de la capital. Sara Carbonero, Eugenia Silva y hasta Naty Abascal e incluso alguna influencer como María Fernández Rubíes ya se han interesado por sus diseños. Y aunque le hemos insistido en distintas ocasiones, su discreción ha ganado la batalla: nunca sabremos si las princesas Carolina y Carlota de Mónaco ya tienen uno de sus bolsos entre sus favoritos para el día a día (aunque sospechamos que sí).

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¿Buscando casa nueva?

Dos éxitos empresariales que los duques de Brunswick podrían traducir, como decíamos, en la búsqueda de una nueva casa. Tal y como se observaba en las imágenes publicadas hace unos días en Vanitatis, Sassa acompañada en todo momento por su madre, la exmodelo peruana Elizabeth Foy Vásquez, se interesó móvil en mano por al menos una impresionante casa en El Viso.

No tienen mal gusto inmobiliario (ni barato). Su objeto de análisis era una casa señorial adosada que está ubicada entre Concha Espina y la Castellana, donde el precio por metro cuadrado ronda los 8.000 euros de media, llegando a alcanzar en algunos casos los 10.000 euros, según fuentes del sector inmobiliario consultadas por Vanitatis. Por algo se ha consolidado durante los últimos años como el barrio más aristocrático de la ciudad.

Con su marido absolutamente inmerso en esta industria, ¿les veremos pronto cargando un camión de mudanzas?