Marco Juncadella Hohenlohe: “Nada ni nadie va a impedir nuestra boda”
El hijo de la princesa Cristina de Hohenlohe ha roto su silencio en redes para hablar de su boda con la influencer Lucía Bárcena, de cómo se conocieron, sus pasiones y sus miedos
El jinete Marco Juncadella se coló en el panorama cuore esta cuarentena cuando, por sorpresa y con gran emoción, la influencer Lucía Bárcena anunció a bombo y platillo que se casarían el 24 de julio del año que viene.
Una relación estable que hemos ido viendo crecer durante los últimos dos años a través de Instagram, donde la influencer se ha cuidado mucho de preservar, en la medida de lo posible, la intimidad de su novio. Una intimidad que ha roto el propio Juncadella a través del perfil de redes sociales que ha catapultado al cielo de Instagram a su futura esposa sorprendiendo a propios y extraños.
Tras una vida totalmente alejado de los focos, el hijo de la princesa Cristina de Hohenlohe cedía a las peticiones de los seguidores de la gallega y se sometía a una intensa entrevista en directo de la que tenemos todos los detalles. Su relación, su vida hasta ahora, su pasión por los caballos… Todo un interrogatorio que nos ha permitido saber un poco más de este aristócrata tan hermético que protagonizará una de las grandes bodas del 2021.
La pedida en alta mar
“No tenía miedo a que dijera que no porque la habría dejado sola en alta mar. Todo pensado”, bromeaba ante una de las preguntas que más interesaba a los seguidores de Lucía, entre los que, por supuesto, nos encontramos.
Marco, tras más de seis meses (cuarentena mediante) viviendo con la influencer, se vino “muy arriba”, diseñó el anillo y planeó la estrategia perfecta para pedirle matrimonio. Un momento mágico que ella compartió en sus redes y que culminará en julio del año que viene pase lo que pase.
La boda está previsto que sea por todo lo alto, y aunque las restricciones del covid plantearan cambios, se casarían igual. “Tenemos de todo menos miedo. Nada ni nadie va a impedir nuestra boda”, aseguraba Juncadella tajante.
Las organizadoras del evento serán Lara y Laura de la Petite Mafalda, quienes entre otras bodas se encargaron de organizar la de María Pombo y cuya experiencia durante la pandemia, sin duda, las avala para resolver cualquier tipo de inconveniente. ¡Viva el amor!
Un jinete top
Marco es un afamado jinete que comenzó a montar a caballo a los catorce años e incluso representó a España en la modalidad de salto de obstáculos durante cuatro años. Luego colgó temporalmente las botas, pero recientemente regresaba a los circuitos hípicos con energías renovadas. “Se puede vivir de los caballos, pero hay que ser muy bueno y yo soy un manta”, se ríe.
Derrochó estilo y precisión saltando en el Concurso Nacional de Santander celebrado recientemente. Se proclamó ganador del primer Gran Premio de 1.20m a lomos del caballo Elion V y venció también en el segundo Gran Premio de 1.30m con su caballo Urbain des Grezils. Como espectadora de excepción no podía faltar la atenta mirada de Lucía, quien acompaña a su novio a todas las competiciones. De hecho, ella misma hace sus pinitos a lomos de los caballos de Marco.
No es este el único deporte que practican juntos. La pareja pasa todos los veranos unos días en Tarifa, donde disfrutan de otra de sus pasiones, el kite surf.
Amor a primera vista
A la pareja le une un intenso amor, tal y como queda patente en las palabras del jinete: “Lo que más me gusta de Lucía es que exista. La primera vez que la vi no podía pensar y me sigue pasando”. Sus planes de futuro no abarcan únicamente la boda que se celebrará el año que viene, sino que ya han hablado de aumentar la familia. La instagramer parece ser que quiere ser madre de familia numerosa, y es que su deseo sería tener nada más y nada menos que diez vástagos. Su futuro marido responde diciendo que le parecen pocos, entendemos que en tono de broma o serán los culpables de que el índice de natalidad patrio se dispare. De hecho, lo primero que se le viene a la cabeza al jinete cuando piensa en Lucía es la palabra familia. Toda una declaración de intenciones.
El único problema que parecen tener es el miedo. Por un lado, Marco reconoce sentir verdadero miedo cuando la gallega tiene hambre acumulada. Y por el otro, durante el confinamiento él ha sido el responsable de grabar una serie de sustos diarios a Lucía, que considera son la clave de que su relación se mantuviera como la seda durante ese complicado periodo.
La pareja comparte una férrea unión impermeable a ciertos comentarios maliciosos. Una persona le reprocha a Marco ser prepotente y no pegar con Lucía, a lo que él contesta con grandes dosis de ironía: “Totalmente de acuerdo. ¿Contigo pegaría algo más?”. Tal y como queda claro, Hohenlohe posee un peculiar sentido del humor, y ha contagiado de él a su novia, quien ha aprendido a reírse de sí misma.
Novato en las redes
Aunque se enamoró de ella a primera vista, no tenía ni la más remota idea de quién era. Marco era una persona ajena a las redes sociales y la potente industria nacida a su alrededor, y cuál fue su sorpresa al conocer la profesión de la que pronto se convertiría en el amor de su vida. “Cuando Lucía me habló de su trabajó sentí admiración. Soy su fan número 1”, ha confesado. Algo que se nota en un primer vistazo si sigues a Lucía Bárcena desde hace tiempo.
Por supuesto, le preguntaron si le gustaban las redes sociales: “Me gusta el sentido de la estética y la comunicación bien hecha”, algo de lo que puede presumir su novia. Tanto es así que Juncadella no solo la ha apoyado, sino que ha sido una parte fundamental del éxito en redes de ella durante el confinamiento, cuando se ha consolidado como una de las influencers con mejor contenido del panorama patrio.
Hartos de ver desayunos ‘healthy’ y looks más inspirados en Rosalía que en Coco Chanel, Lucía dio un golpe de timón convirtiendo su timeline en fuente de inspiración para entretenerse en casa: proyectos de DIY orientados a la costura en los que el bordado fue su gran aliado (y el de sus seguidores) para ahuyentar el aburrimiento de la pandemia.
Y es que esta joven gallega sabe reinventarse continuamente. Además de ser influencer, creó dos empresas. Primero una de bañadores, Petra Swimwear, que dejó de vender en primavera de 2019 para sorpresa de sus clientas. Compaginó esta empresa con Barey, la marca que creó junto a Mar Reyes, una cordobesa que era su fan en Instagram y que diseñaba y vendía ropa de invitada. Una marca de la que Lucía se desvinculó por falta de tiempo y que sigue funcionando ahora gestionada por su socia.
Una trayectoria empresarial que podría potenciar en un futuro con los conocimientos de su futuro marido, con el que parece que ya hace un tándem indivisible y de lo más solvente.
El jinete Marco Juncadella se coló en el panorama cuore esta cuarentena cuando, por sorpresa y con gran emoción, la influencer Lucía Bárcena anunció a bombo y platillo que se casarían el 24 de julio del año que viene.