Fernando Ramírez de Haro: la desconocida vida del marido de Esperanza Aguirre

Nuevo varapalo de salud para Fernando Ramírez de Haro, que junto a su esposa Esperanza Aguirre ya tuvo que ser ingresado el pasado marzo tras contraer el coronavirus, requiriendo su estancia durante varios días en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz. Ahora el conde de Bornos, según fuentes de la familia, ha sufrido un ictus y su estado de salud es delicado.

Hijo de Ignacio Ramírez de Haro y Pérez de Guzmán, conde de Bornos, y de Beatriz Valdés y Ozores, marquesa de Casa Valdés, Ramírez de Haro y Aguirre se casaron en 1974 y son padres de dos hijos, Fernando y Álvaro. Pese a la notoriedad de su esposa, siempre ha mantenido un papel discreto.

Pero esa intención de permanecer lejos del foco mediático se rompió con la reciente batalla familiar que le ha enfrentado a su hermano Íñigo Fernandez de Haro. Este se ha querellado contra el conde por la venta de un cuadro de Goya. Le acusa de estafa, falsedad documental, apropiación indebida y de un delito contra Hacienda y el Patrimonio.

Fernando y Esperanza vivieron siempre en su palacete familiar en pleno centro de Madrid. Allí colgaba este óleo de 115 centímetros x 83 centímetros, un cuadro que formaba parte de los bienes históricos de la familia y que se había transmitido de generación en generación. Al heredarlo Fernando, ese óleo no valía más de 10.000 euros, pero en 2013 cuando lo vendió, superó los cinco millones de euros.

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¿La razón? Que en ese tiempo se certificó que el verdadero autor del cuadro era Francisco de Goya. El conde de Bornos lo vendió a Juan Miguel Villar Mir en un mal momento económico y con la connivencia de la familia, pero, según la versión de Íñigo Ramírez de Haro, nunca repartió los beneficios.

La política, por su parte, siempre ha destacado el gran apoyo que ha tenido de continuo en su marido, sobre todo cuando padeció cáncer en 2011, y pese a que su relación ha pasado por más de un momento delicado, siguen adelante juntos. "Claro que hemos pasado crisis importantes. Que yo recuerde tres".

Ahora jubilado, en 2016 Fernando fue elegido presidente del exclusivo Real Club Puerta de Hierro de Madrid –una entidad que no admite socios desde los años ochenta y donde comía a menudo el Rey emérito–, aunque su ocupación principal ha sido siempre gestionar el importante patrimonio familiar.

Amante del campo y de los toros, Fernando es padre de dos hijos y abuelo de seis nietos que ahora son la gran pasión del aristócrata y de Esperanza Aguirre.

Respecto a su matrimonio, la política confesó: "A veces las crisis se superan y otras no. En nuestro caso el equilibrio es positivo. Lo que nunca puedes hacer es confiarte", dijo durante un almuerzo en el restaurante Lucio organizado por la peña periodística Cuarto Poder. De su marido aseguró entonces que le gusta "lo guapo que es, lo educado y, sobre todo, el sentido del humor".