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Gabriela Palatchi: "Todo cambió cuando conocí al amor de mi vida, mi marido Ediz"
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Gabriela Palatchi: "Todo cambió cuando conocí al amor de mi vida, mi marido Ediz"

La hija de Alberto Palatchi y Susana Gallardo publica un libro de recetas en el que cuenta sus inicios como chef, su vida en Estambul y el dolor por la muerte de su abuela

Foto: Gabriela Palatchi con su marido, Ediz Elhadef. (IG)
Gabriela Palatchi con su marido, Ediz Elhadef. (IG)

La familia Palatchi es una de las más ricas y conocidas del mundo de la moda española. Alberto Palatchi heredó una tienda de telas que convirtió en Pronovias, la firma de trajes de novia más potente del mundo, una empresa que pensaba legar a sus hijos. Y así crecieron ellos, en especial Gabriela, la mayor, quien siempre pensó que su futuro estaba escrito: “De niña, nunca pensé que sería chef. Mi destino parecía diseñado, modelado y cortado: trabajaría en la moda, en el negocio familiar en España”.

Lo escribe ella misma en el prólogo de su libro, ‘Casa’, un trabajo alabado por los especialistas en el que Palatchi ofrece recetas, trucos y claves de su éxito como chef. Sí, al final, eso que nunca pensó acabó convirtiéndose en realidad, un sueño con el que casi no se atrevía ni a soñar y que es ahora su modo de vida. Y todo porque, ay, se cruzó el amor en su camino.

placeholder Gabriela Palatchi y Ediz Elhadef.  (Pronovias)
Gabriela Palatchi y Ediz Elhadef. (Pronovias)

“Todo cambió cuando conocí al amor de mi vida, mi marido, Ediz”, cuenta la empresaria. “Lo dejé todo y le seguí a su ciudad, Estambul, Turquía. Me mudé sin un plan más que seguir mi corazón. Curiosamente, este movimiento fue también el retorno a mis propias raíces: mi abuelo paterno nació en Estambul. Me enamoré rápidamente de la ciudad. Amo a la gente, mi familia y la comida".

Dependienta en Pronovias

Sus inicios en el mundo de la moda habían sido los básicos, desde abajo, como dependienta, para entender el negocio familiar. "Empecé mi carrera como vendedora en las tiendas de nuestra familia. Al principio vendía vestidos de cóctel y una vez me convertí en experta, me gradué vendiendo vestidos de novia. Siempre me encantó vender y tuve un flechazo trabajando en nuestras tiendas. Aprendí cómo escuchar a los clientes, entender lo que necesitaban, o lo que querían y lo que les faltaba. Llegaba a casa y le contaba a mi padre: ‘Papá, todas las mujeres quieren vestidos más sexis. Tenemos que hacer vestidos más sexis, más modernos”.

placeholder Tienda de la multinacional española de vestidos de novia Pronovias. (EFE)
Tienda de la multinacional española de vestidos de novia Pronovias. (EFE)

Esta experiencia fue fundamental para su posterior desarrollo profesional. “Mi trabajo me gustaba de verdad. Me encantaba encontrar los huecos del mercado y me encantaba crear sueños… Imagino que lo que más me gusta es el acto de crear en general. Siempre he estado muy interesada en el diseño en cada aspecto, desde el arte y el diseño de interiores hasta la moda”.

La abuela, su musa

Ya en Turquía, fue precisamente Ediz, su marido, quien la ‘empujó’ a convertir su nueva pasión, la del 'diseño' de comida, en su profesión. Empezó creando ropa en Estambul, decorando las casas a las que se mudaba. “Mientras hacía eso, y con el lujo de no trabajar, también tenía mucho tiempo para mejorar mis aptitudes culinarias”. Fue su abuela materna, María Teresa Torrededía, quien le enseñó a cocinar, cuenta, y con ella mantenía largas conversaciones telefónicas y videollamadas. “Mi abuela me enseñó todo sobre comida, sobre producto, sobre cocinar. En particular, me enseñó sobre paciencia, amor y cuidado cuando cocinas. Era mi maestra y mi musa”.

Entre mudanzas y el diseño de ropa, Palatchi tenía mucho tiempo para cocinar: hacía siete platos al día que daba a probar a su marido. “Y un día se cansó”, dice divertida. Fue entonces cuando le dijo que tenía que hacer algo con eso: “Esto es tu pasión, claramente, y tienes que hacer algo, necesitas compartirlo con el mundo”, dijo Elhadef. Así que en 2017 empezó su aventura con la comida sana (y paleo) en Gabfoods, una empresa de referencia que al principio era solo catering y que después se convirtió en un café en Estambul, un lugar de moda en la ciudad turca.

Foto: Susana Gallardo y Manuel Valls, en una imagen de archivo. (EFE)

Llegó la pandemia y cerró el restaurante, se cancelaron los pedidos y la familia Palatchi Gallardo sufrió un duro golpe: moría Torrededía, la abuela, la maestra y musa. La joven Palatchi no pudo viajar a España para despedirse, ni siquiera podía abrazarse a los suyos para procesar el duelo. Hablaba cada día con su familia, creó un grupo de Whatsapp con todos para recordar a su abuela y compartir sus recetas. Hasta que decidió que había llegado el momento de cumplir otro sueño: un libro con esas recetas. Un trabajo en el que se plasma la cultura culinaria familiar. Nació entonces ‘Casa’, un precioso libro en el que aparecen todas las recetas de su abuela, las suyas, los trucos y la magia. Así lo describe ella misma: “Bienvenidos a mi casa”.

La familia Palatchi es una de las más ricas y conocidas del mundo de la moda española. Alberto Palatchi heredó una tienda de telas que convirtió en Pronovias, la firma de trajes de novia más potente del mundo, una empresa que pensaba legar a sus hijos. Y así crecieron ellos, en especial Gabriela, la mayor, quien siempre pensó que su futuro estaba escrito: “De niña, nunca pensé que sería chef. Mi destino parecía diseñado, modelado y cortado: trabajaría en la moda, en el negocio familiar en España”.

Gabriela Palatchi
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